¡ El abismo !, ...
Romanos 2: 4-11 4Tienes que entender que Dios ha sido muy paciente y bondadoso contigo, esperando que cambies. Pero tú piensas que su paciencia nunca termina y no te das cuenta de que él es bueno contigo para que cambies tu vida. 5Pero eres terco y no quieres cambiar, así que sigues acumulando la ira de Dios. El castigo te llegará el día en que Dios muestre toda su ira. Ese mismo día, Dios mostrará que juzga correctamente y con justicia. 6Dios pagará a cada uno según lo que haya hecho. 7Hay algunos que son constantes en hacer el bien.
Buscan de Dios la grandeza, el honor y una vida que no puede ser destruida. A ellos Dios les dará vida eterna. 8Hay otros que son egoístas, se niegan a seguir la verdad y han decidido seguir la injusticia. Dios los castigará con toda su ira. 9Castigará con grandes sufrimientos a todos y cada uno de los que hacen lo malo, tanto a los judíos como a los que no son judíos. 10Por el contrario, a todos los que hacen el bien Dios les dará grandeza, honor y paz, sean judíos o no.11porque no hay acepción de personas para con Dios. PDT-RVR-60.
... que separa la vida de la muerte, es conocido por las criaturas en el tiempo de su rendición de cuentas; tiempo en que en un parpadeo, será recapitulada la existencia, ante El Creador, uno por uno, y sin que El deba decir nada, conoceremos las consecuencias de lo que hicimos mientras estábamos en el cuerpo, y dada la evidencia, tomaremos por "derecho propio", el trecho que falta para confirmar la eternidad separados de su Amor, o la continuidad del camino en que fuimos sus seguidores.
Lucas 16: 19-26 19»Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos banquetes. 20Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico. 21Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. 22Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado.
23»Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. 24Entonces gritó: “¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.” 25Pero Abraham le contestó: “Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. 26Aparte de esto, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí.” DHH.
La muerte es el costo eterno que pagó la humanidad por el pecado imperdonable cometido por los que vinieron a "ser" los padres de la humanidad; pues todos sin excepción, o acepción, hemos nacido del vientre de Eva fecundado por Adan; el precio por el que fue vendida la vida, que ejercía el comando de la alma-mente-, apreciable en "los cuerpos", que obraban justicia, dada su santidad, enmarcada en el Amor, le dio pleno poder a satanas, sobre las criaturas y sobe el "mundo".
Lucas 4: 3-8 3Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que esta piedra se convierta en pan.» 4Jesús le respondió: «Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre.”» 5Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto, y en un instante le mostró todos los reinos del mundo, 6y le dijo: «Yo te daré poder sobre todos estos reinos y sobre sus riquezas, porque a mí han sido entregados, y yo puedo dárselos a quien yo quiera. 7Si te arrodillas delante de mí, todos serán tuyos.» 8Jesús le respondió: «Escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”» RVC.
De manera que siendo la muerte el estado natural en que existen los seres humanos, el engaño de los demonios, resulta extremadamente fácil, reduciendo lo que la gente llama vida, al simple movimiento de sus cuerpos; la mentira, en que la gente se asesina, se destruye, se roba, durante cada segundo que marcan los relojes, encubre la verdad en que cada quien tiene la libertad de elegir, en donde pasara la eternidad, trascendiendo desde lo que hace aquí en este mundo.
Romanos 6: 19-23 19Hablo en términos humanos, por las limitaciones de su *naturaleza humana. Antes ofrecían ustedes los miembros de su cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad; ofrézcanlos ahora para servir a la justicia que lleva a la *santidad. 20Cuando ustedes eran esclavos del pecado, estaban libres del dominio de la justicia. 21¿Qué fruto cosechaban entonces? ¡Cosas que ahora los avergüenzan y que conducen a la muerte! 22Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna. 23Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. NBD.
No es verdad que la especie humana, sea el resultado de las "inconsistentes decisiones", de amebas con "visión bípeda", o de "algo tan sofisticado en su nada", que decide hacer cambios, en la estructura de los unicelulares, arrancando gemidos a las mentes mas sencillas, en la comprensión de que los "movimientos que se aprecian en las especies", son cada uno el resultado del Poder de Dios, que es Espíritu, que desde su Omnipotencia, sitúa cada grano de arena en lugar que corresponde.
Colosenses 1: 15-20 15Cristo es la imagen visible de Dios, que es invisible; es su Hijo primogénito, anterior a todo lo creado. 16En él Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible como lo invisible, así como los seres espirituales que tienen dominio, autoridad y poder. Todo fue creado por medio de él y para él. 17Cristo existe antes que todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. 18Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo. 19Pues en Cristo quiso residir todo el poder divino, 20y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz. DHH.