! Acepción !, ...
Romanos 6: 12-14 12Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga dominando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. 13No entreguen su cuerpo al pecado, como instrumento para hacer lo malo. Al contrario, entréguense a Dios, como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entréguenle su cuerpo como instrumento para hacer lo que es justo ante él. 14Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues no están sujetos a la ley sino a la bondad de Dios. DHH.
... nadie, ni uno solo de los seres humanos, cuenta con motivo o razón, que lo haga aceptable ante La Santidad, Justicia y Amor de Dios; nadie, ni uno sola criatura cuenta con alguna condición que la exceptué delas demas criaturas; nadie ni uno solo, cuenta con mérito para ser aceptado o exceptuado, a no ser por la decisión libre y soberana, de aceptar Los Méritos del Creador Cristo Jesus, sobre su estado "natural de pecado y muerte".
Romanos 3: 10-17 10Como está escrito: «¡No hay ni uno solo que sea justo! 11 No hay quien entienda; no hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se han corrompido. No hay quien haga lo bueno, ¡no hay ni siquiera uno! 13 Su garganta es un sepulcro abierto, y con su lengua engañan. ¡En sus labios hay veneno de serpientes! 14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies son veloces para derramar sangre. 16 Destrucción y desgracia hay en sus caminos, 17 Y no conocen el camino de la paz.18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.» RVC.
El truculento engaño de las tinieblas, usando las mentes-almas de los seres humanos esclavizados por el pecado, los que dan a luz la muerte, con cada acto de sus existencias, balbucean argumentos con los que se elevan sobre los demas, dejando el descubierto la astucia satanica con la que discursan, buscando siempre satisfacer los deseos de la carne y los dictados de sus mentes-almas- pervertidas, encubriendo espantosamente las consecuencias de su proceder.
1 de Juan 2: 15-17 15No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. 16 Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; 17 y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre. NTV.
La muerte como consecuencia del pecado, es la justificación de los seres humanos sociales y religiosos, los que reseñan con saña y con furor lo que dicen es la justificación para pervertir, depravar, envilecer, asesinar, destruir, robar, engañar, sustituir, despojar, ocultando que es la muerte la consecuencia de de cada uno de los componentes de la conducta pecaminosa; que es la muerte el salario con el que el dios de este mundo paga a sus pecadores esclavizados.
Santiago 1: 12-16 12*Dichoso el que resiste la *tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. 13 Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta.» Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. 14 Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. 15 Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte. NBD.
Y en efecto la muerte que es eternizada en la mente-alma de los seres humanos, será la consecuencia en que pasaran la eternidad, quienes no hayan aceptado por Mérito de Cristo Jesus, la Gracia de dios, que los concede la redención del pecado, en la que son Justificados ante El Padre, para luego de morir al pecado, ser creados de nuevo en santidad, que es la naturaleza de los hijos de Dios, que se perfecciona durante su paso por este mundo, cumpliendo el propósito de vida recibido de Dios.
Romanos 6: 19-23 19Hablo en términos humanos, por las limitaciones de su *naturaleza humana. Antes ofrecían ustedes los miembros de su cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad; ofrézcanlos ahora para servir a la justicia que lleva a la *santidad. 20 Cuando ustedes eran esclavos del pecado, estaban libres del dominio de la justicia. 21 ¿Qué fruto cosechaban entonces? ¡Cosas que ahora los avergüenzan y que conducen a la muerte! 22 Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. NBD.