! La Tradición ! , ...
Mateo 27: 50/52 50 Entonces Jesús volvió a gritar y entregó su espíritu. 51 En ese momento, la cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, las rocas se partieron en dos, 52 y las tumbas se abrieron. Los cuerpos de muchos hombres y mujeres justos que habían muerto resucitaron. 53 Salieron del cementerio luego de la resurrección de Jesús, entraron en la santa ciudad de Jerusalén y se aparecieron a mucha gente. NTV.
... como costumbre humana, que rutiniza su existencia, conservándola como herencia para los descendientes, fue declarada obsoleta, los milenarios sacrificios de bueyes y ovejas que hacían "valer" las celebraciones religiosas, las pascuas que se repetían como parte del rigor hipócrita del sistema religioso, toda esa tradición estéril basada en el ciego fanatismo del pecado, terminó, la pesada por gruesa cortina que era rociada cada año con la sangre de animales para expiación, fue ofrecida una vez y por todas, para siempre por Cristo Jesús.
Romanos 3: 24/26 24 Pero Dios, en su bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo Jesús. 25 Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes, 26 porque él es paciente. Él quería mostrar en el tiempo presente cómo nos hace justos; pues así como él es justo, hace justos a los que creen en Jesús. DHH.
La sangre del Cordero de Dios abolió el "ritual simbólico", ya no se "necesitan" mas los sacrificios ajenos, porque el Sacrificio Personal del Creador derribó su práctica rociando con su Propia Sangre el velo y entrando a la Presencia de Dios, abriendo el Camino a la Presencia del Padre que es privilegio de los creyentes en Cristo Jesús, que pueden acercarse al propiciatorio con confianza, que es acercarse al trono de la Gracia Celestial, al lugar Santísimo, que no es un "asomo", sino la plenitud de las puertas del paraíso, abiertas para los santos, cuyas llaves están en las Manos de Cristo Jesús.
Efesios 1: 6/10 6 Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo. 7-8 En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento, 9 y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio, 10 e hizo que se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que Dios ha querido unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra. DHH.
De una sola vez y para siempre, los redimidos por la Sangre del Creador, los creados de nuevo en su resurrección, tienen acceso al cielo por la Puerta que El Abrió, y que nada ni nadie puede cerrar, El es el Gran Sumo Sacerdote que restauró la tal dignidad execrada por los seres humanos, esclavizados por el pecado, moviéndose por mandato de sus mentes-almas-, aleccionadas por satanás, motivados, animados, para suplantar la insuplantable dignidad del Creador, y Dios y Padre, actuando en escenarios levantados para actuar frente a espectadores de su misma naturaleza.
Hebreos 4: 14/15 14 Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos. 15 Pues nuestro Sumo sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; sólo que él jamás pecó. DHH. 12 recuerden que en otro tiempo estaban sin Cristo, separados de la nación de Israel, y no tenían parte en las alianzas ni en la promesa de Dios. Vivían en este mundo, sin Dios y sin esperanza. 13 Pero ahora, unidos a Cristo Jesús por la sangre que él derramó, ustedes que antes estaban lejos están cerca. Efesios 2: 12/13 DHH.
Cada cristiano es el templo en que oficia el Gran Sumo Sacerdote que los redimió y los creó de nuevo, para ofrecer en ellos sacrificios de vida, genuinos actos de amor, en los que el principio es la vida, que ha sido restaurada para cuidar de la vida, pues es al vida el único Bien eterno, que prevalece en el cielo, es la Vida, El Dios que comparte y cuida a los que por razon de su fe han sido hechos uno con El, y son los que por El y en El, hacen de su presencia en este mundo la evidencia inequívoca de la presencia de Dios, Presencia que es permanencia eterna de la Vida.
1 de Pedro 1: 17/20 17 Si ustedes llaman «Padre» a Dios, que juzga a cada uno según sus hechos y sin parcialidad, deben mostrarle reverencia durante todo el tiempo que vivan en este mundo.18 Pues Dios los ha rescatado a ustedes de la vida sin sentido que heredaron de sus antepasados; y ustedes saben muy bien que el costo de este rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha. 20 Cristo había sido destinado para esto desde antes que el mundo fuera creado, pero en estos tiempos últimos ha aparecido para bien de ustedes. DHH.