! Cierto !, ...

Filipenses 2: 3/8 Nada hagáis por egoísmo[a] o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en[b] vosotros esta actitud[c] que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo[d] tomando forma de siervo, haciéndose[e] semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. LBLA.

... como prueba, como evidencia, de "contienda", es la notoriedad de los seres humanos que en efecto, se atribuyen mayor preeminencia que Dios El Creador, que no "cuenta" con notoriedad alguna, dentro de los criterios humanos con los que se "califica" lo que es señalado como notable, realidad en la que las criaturas son mas notables que su Creador, mas "fuertes" que Dios mas "creíbles en sus palabras", que lo que puede ser creído de la Palabra de Dios.
 
Mateo 13: 54/56   54 Regresó a Nazaret, su pueblo. Cuando enseñó allí en la sinagoga, todos quedaron asombrados, y decían: «¿De dónde saca esa sabiduría y el poder para hacer milagros?». 55 Y se burlaban: «No es más que el hijo del carpintero, y conocemos a María, su madre, y a sus hermanos: Santiago, José,[a] Simón y Judas. 56 Todas sus hermanas viven aquí mismo entre nosotros. ¿Dónde aprendió todas esas cosas?». NTV.
 
La notoriedad de los seres humanos, hace imposible su relación con el Creador, la relación intima, personal, la relación que se establece en el ejercicio de la humildad, atributo que según los criterios de Dios, hace de los hombres verdaderos gigantes, del tamaño de Juan el Bautista, que siendo el mas grande de los hombres Creados sobre al tierra, es el mas pequeño en el reino de los cielos, verdad que se cumple en los cristianos, son la habitación del manso y humilde Creador Cristo Jesús.
 
Santiago 3: 13/16 13 ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. 14 Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. 15 Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente *humana y diabólica. 16 Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. NBD.
 
La humildad, que es mansa y noble, es el contraste perfecto del orgullo, del egoísmo de la arrogancia; se sabe con certeza quien anima, motiva positivamente, a los orgullosos, egoístas, arrogantes, que existen supurando odio, porque son lo opuesto de los humildes mansos y nobles nuevos nacidos que viven porque el Creador, que es su vida, obra siempre por amor; cierto es que la manifestación del orden espiritual, obra como resultado del estilo en que existen o viven las criaturas.
 
Mateo 11: 28/30 28 Venid a mí, todos los que estáis cansados[a] y cargados, y yo os haré descansar. 29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es fácil[b] y mi carga ligera. LBLA.  Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible[a]—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. Efesios 2: 1/2. NTV.   
 
La "notoriedad" humana que se traduce en orgullo egoísta y arrogancia, se presenta en los escenarios religiosos, proclamando la sabiduría humana, terrenal, y diabólica, introduciendo encubiertamente doctrinas de demonios, que pretenden atribuir a Dios el Creador, repitiendo marginalmente; "la biblia dice"; que ingenua pronunciación, pues citan un libro que desconocen en absoluto y aseguran que el libro "habla", porque su "estado", les impide oír la Voz del Creador.
 
1 de Juan 3: 7/9 Queridos hijos, no dejen que nadie los engañe acerca de lo siguiente: cuando una persona hace lo correcto, demuestra que es justa, así como Cristo es justo. Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo. Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios[a] está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios. NTV.  

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