De vuelta, ...

Hechos 8: 26/28 26 Un ángel del Señor se le apareció a Felipe y le dijo: «Prepárate para cruzar el desierto, y dirígete al sur por el camino que va de la ciudad de Jerusalén a la ciudad de Gaza.» 27-28 Felipe obedeció. En el camino se encontró con un hombre muy importante, pues era oficial y tesorero de la reina de Etiopía. Ese oficial había ido a Jerusalén para adorar a Dios, y ahora volvía a su país. El oficial iba sentado en su carruaje, leyendo el libro del profeta Isaías. TLA. 11 El Señor DIOS afirma: «Vendrán tiempos cuando haré que haya hambre en este país, pero no por falta de alimento. Tendrán una sed terrible, pero no por falta de agua. Será hambre y sed de oír la palabra del SEÑOR. Amos 8: 11. PDT.

... a su país, después de  la fiesta en Jerusalén, el tesorero de Candace la reina de Etiopia, insiste en la razón por la que asistió a la celebración, de la pascua "reseñada" en el éxodo, a pesar de haberse Celebrado la Unica Pascua, la Pascua de la Salvación de la muerte causada por el pecado, según el Plan de Amor trazado por Dios desde Génesis 3: 14/15,21, auténtico estado de aflicción, en el que los Israelitas debían "considerar", la verdad sobre su verdadera esclavitud.
 
Hechos 8: 29/31 29 Entonces el Espíritu de Dios le dijo a Felipe: «Acércate al carruaje, y camina junto a él.» 30 Felipe corrió para alcanzar el carruaje. Cuando ya estuvo cerca, escuchó que el oficial leía el libro del profeta Isaías. Entonces le preguntó: 31 Y el oficial de Etiopía le respondió: —¿Y cómo voy a entenderlo, si no hay quien me lo explique? Dicho esto, el oficial invitó a Felipe a que subiera a su carruaje y se sentara a su lado. TLA.
 
Este hecho nos revela que el alto oficial Etíope, no viajaba a Jerusalén para hacerse parte de las fiestas; adorar a Dios era su real motivo; quizás el era el único, dado su genuino interés en la Palabra de Dios, e la que trataba, también quizás de entender porque la sociedad y el sistema religioso continuaban su pagana tradición, a pesar de haberse cumplido la Promesa de la que leía en el libro de Isaías, pero sin entender, porque carecía del maestro que con autoridad le enseñara. 
 
Hechos 8: 32/34  32-33 En ese momento el oficial leía el pasaje que dice: «Fue llevado al matadero, como se lleva a las ovejas para cortarles la lana.Como si fuera un cordero, él ni siquiera abrió su boca. Fue maltratado y humillado, pero nunca se quejó. »No lo trataron con justicia; ¿quien podrá hablar de su descendencia? porque le quitaron la vida.» 34 El oficial le preguntó a Felipe: —Dígame usted, por favor: ¿está hablando el profeta de él mismo, o de otra persona? TLA.
 
La Jebus antigua, muestra orgullosa de la síntesis del sistema religioso que encontró el Redentor y Salvador Cristo Jesús, sigue siendo el mismo lugar que sirvió de escenario para el despliegue de la Gracia, del Amor de Dios; "la posesión" sigue siendo de los mismos seres humanos sociales y religiosos que unidos conspiraron contra Dios en favor de satanás; han levantado múltiples monumentos religiosos, en medio de la misma pobreza y sencillez de entonces.   
 
Hechos 8: 35/39 35 Entonces Felipe, partiendo de ese pasaje de Isaías, le explicó las buenas noticias acerca de Jesús. 36-37 En el camino pasaron por un lugar donde había agua. Entonces el oficial dijo: «¡Allí hay agua! ¿No podría usted bautizarme ahora?»[b]38 Enseguida el oficial mandó parar el carruaje, bajó con Felipe al agua, y Felipe lo bautizó. 39 Pero cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe; y aunque el oficial no volvió a verlo, siguió su viaje muy contento. TLA.
 
Después de recibir el mensaje con el la profecía, que lo mantenía firme yendo y viniendo del lugar al que acudía sin entender el porque, aquel alto funcionario de la lejana Etiopia, encontró la verdad, y al encontrarla tomó la decisión de morir al pecado y resucitar con el Cordero Pascual de Dios, resolvió su eternidad descendiendo a la tumba y resucitando; bautizándose como lo hizo Cristo Jesús, para señalar el idéntico camino que han de recorrer los que decidan ir con el al Cielo. 
 
Romanos 10: 13/17 13 Porque esto es lo que dice: «Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.» 14 Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje? 15 ¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!» 16 Pero no todos han aceptado el evangelio. Es como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha creído al oír nuestro mensaje?» 17 Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo. DHH.  

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