Invocar, ...
Oseas 7: 13/15 13»¡Qué aflicción les espera a los que me han abandonado! Déjenlos morir porque se han rebelado contra mí. Yo deseaba redimirlos pero han dicho mentiras de mí. 14En lugar de invocarme con corazón sincero se quedan sentados en sus sillones y se lamentan. Se hacen cortaduras en el cuerpo[a] y suplican grano y vino nuevo a dioses ajenos y se alejan de mí. 15Yo los entrené y los hice fuertes, pero ahora, traman maldades en mi contra. NTV. 14¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga? Romanos 10: 14 NTV.
... enunciados que por "neutrales", debido a que están empacados como asunto religioso, vienen a ser, algo así como el medio para "homogenizar", a la gente dentro del contexto del sistema religioso, en el que cada quien usa palabras, con las que trata de identificarse ante los demás, invocando a dios mientras los "demás", ignoran por completo que es "dios" para el que lo nombra y menos que significan las palabras con las que "redondea" la consagración, que aunque no parezca los hace cómplices de los desconocido y quizás la puesta en marcha, de la estrategia con la que los encadenan; estrategia que suerte mayor efecto en los displicentes que "desconocen", el orden espiritual subterráneo, que exhuma en las regiones celestes.
Zacarías 13: 8/10 8Dos tercios de los habitantes del país serán cortados y morirán —dice el Señor—. Pero quedará un tercio en el país. 9A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”». NTV. 16Así que, no esperes más; levántate, bautízate y pídele al Señor que perdone tus pecados.” Hechos 22: 16. TLA.
La muerte fue confirmada sobre Israel y el silencio de Dios por 400 años entre el profeta Malaquías y Juan el Bautista, es prueba del fracaso que describe el Antiguo Testamento, de los que tenían el privilegio de ser exponentes ante las naciones, de la autoridad que reside en las personas que tienen una relación personal con Dios; las personas que por conocer a Dios "en Persona", debían ser la explicación viva de la ley, pero que por su rebeldía, que es la decisión de "vivir" según reglas humanas y no las de Dios, solo fueron herederos de la tradición, que pasó de padres a hijos, según lo que le da forma a la tradición humana social y religiosa que es simple teoría, que solo puede practicada al margen de la conducta humana, sin que le cause ningún efecto.
Marcos 7: 5/9 5Por eso los fariseos y los maestros de la ley le preguntaron a Jesús: —¿Por qué tus seguidores no cumplen las tradiciones de nuestros antepasados? Comen con las manos impuras. 6Jesús les respondió: —¡Hipócritas! Isaías tenía razón cuando profetizó sobre ustedes: “Este pueblo me honra de labios para afuera, pero su corazón está lejos de mí. 7 De nada les sirve que me adoren porque todo lo que enseñan son normas de hombres”. [a]8Ustedes han olvidado los mandamientos de Dios. Sólo cumplen tradiciones humanas. 9También les dijo: —¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener[b] sus propias tradiciones! PDT/NBD.
La ignorancia acerca de la Persona de Dios que se soluciono durante la Misión redentora y de restauración de la humanidad por El Unigénito de Dios El Padre Cristo Jesús, descorrió el "velo" de la comodidad teórica en que los seres humanos, se hicieron maestros en tradiciones religiosas desarrolladas ceremonialmente, mediante cultos de las mas variada tradición, aderezadas con invocaciones, conjuros, y ademanes ocultos, con los que hacían y hacen resaltar, el carácter religioso, del que son parte todos los que "aprendan de memoria", los símbolos que los encadenan a los ejecutantes que lideran los desconocido, siendo ellos mismos los mas claros exponentes de la rampante ignorancia de lo que hacen, incapaces de medir las consecuencias de su desvarió.
Juan 14: 4/8 4Ustedes ya saben a dónde voy, y saben también el camino que deben tomar. 5Pero Tomás le dijo: —Señor, si no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber qué camino tomar? 6Jesús le respondió: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre. 7Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre. Y desde ahora lo conocen, porque lo están viendo. 8Entonces Felipe le dijo: —Señor, déjanos ver al Padre. Eso es todo lo que necesitamos. 9Jesús le contestó: —Felipe, ya hace mucho tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, también ha visto al Padre. ¿Por qué me dices “Déjanos ver al Padre”? 10¿No crees que yo y el Padre somos uno? TLA.
A Dios no se le invoca, a Dios se le Nombra, porque su Nombre lo Identifica Personalmente, de manera que los que tienen conocimiento de El, lo tienen de su Persona, la persona con la que por disposición del Espíritu Santo, tuvieron un encuentro personal, que los hace autoridad de Dios para ser la Voz del que la gente desconoce, para ser la forma de vida con la que Dios se manifiesta, para ser los que cambian las vanas invocaciones que van dirigidas a las regiones celestes, por la certeza de ser llevados ante El, para que lo oigan por medio de las voces de los que obran desde el reino Espiritual injertados al Padre porque su Hijo Cristo Jesús, obrando desde su corazon, "se presenta", para que los que al conocerlo, tomen la decisión de "recibirlo y entronarlo en su corazon".
Hechos 9: 1/12 Saulo seguía amenazando y promoviendo actos de violencia y muerte contra los seguidores del Señor. Entonces fue al sumo sacerdote 2y le pidió cartas de autorización para las sinagogas de Damasco. Si Saulo encontraba a algún seguidor del Camino [a], hombre o mujer, lo podía arrestar y llevar preso a Jerusalén. 3Cuando estaba cerca de la ciudad de Damasco, lo rodeó de repente una luz muy brillante del cielo. 4Saulo cayó al suelo y escuchó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5Saulo preguntó: —¿Quién eres, Señor? La voz le contestó: —Soy Jesús, a quien tú persigues. 6Levántate y vete a la ciudad. Allí se te dirá qué tienes que hacer. PDT.