Son tantas, ...

Juan 5: 37/42 37Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Ustedes nunca han oído su voz, ni visto su figura, 38ni vive su palabra en ustedes, porque no creen en aquel a quien él envió. 39Ustedes estudian[a] con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! 40Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida. 41 »La gloria *humana no la acepto, 42pero a ustedes los conozco, y sé que no aman realmente a Dios.[b] NBD. 4Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos por la fe pueden llegar a ser justos. Romanos 10: 4/6 DHH.
 
... como seiscientas trece normas o preceptos, las que consagra el Antiguó Testamento como Ley por la que Tu Dios nos aceptas, nos ves con ojos, ... cómplices de pecado?, con ojos que pasan por alto la doble "vida", la hipocresía que nos llevó al fracaso, fruto de la necia adoración por el pecado como forma de vida, "aleada" por la oscura creencia que nos animo a sobornarte tratando de cumplir normas que siempre se redujeron a sacrificar animales en los templos, en medio de variadas fiestas que "pintamos de religion", agregando libaciones y ofrendas de cereales y de primicias de cultivos y de animales, y de consagración de primogénitos, clamando durante esos fugases periodos, para que Tu Dios aceptaras "todo eso", a cambio de no dejar de pecar, porque el pecado es la raíz de nuestra existencia, es la revelación de la naturaleza humana. 
 
Deuteronomio 31: 24/27  24Moisés terminó de escribir en un libro todas las palabras de esta *ley. 25Luego dio esta orden a los levitas que transportaban el arca del pacto del Señor: 26«Tomen este libro de la ley, y pónganlo junto al arca del pacto del Señor su Dios. Allí permanecerá como testigo contra ustedes los israelitas, 27pues sé cuán tercos y rebeldes son. Si fueron rebeldes contra el Señor mientras viví con ustedes, ¡Cuánto más lo serán después de mi muerte! NBD. 6Pues por medio de Jesucristo nuestro Salvador nos dio en abundancia el Espíritu Santo, 7para que, después de hacernos justos por su bondad, tengamos la esperanza de recibir en herencia la vida eterna.   8Esto es muy cierto, y quiero que insistas mucho en ello, para que los que creen en Dios se ocupen en hacer el bien. Estas cosas son buenas y útiles para todos. 9Pero evita las discusiones tontas, las leyendas acerca de los antepasados, las discordias y las peleas por cuestiones de la ley de Moisés. Son cosas inútiles y sin sentido. Tito 3: 6/9. DHH.  
 
El amor por el pecado, es la explicación al odio que nos destruye y destruye a los semejantes; este es el sistema operativo en el que la muerte se perpetua por la obediencia interna de cada ser humano a si mismo, medida exacta del orgullo que solo es capaz de obedecerse como el yo todopoderoso, que desde su interior se proclama dios, desde el trono que esta edificado sobre su conciencia quemada, engrosada hasta eliminar cualquier posibilidad de "sensibilidad"; pues en cambio, día a día se fortalece esa caparazón, por la práctica sin medida del pecado, que desafía a Dios en el colmo de la estupidez-necedad- argumentando que si todos los seres humanos que lo rodean tienen la obligación de obedecerlo, Dios también debe hacerlo, si es que "quiere" continuar siendo testigo de los ejercicios religiosos que practica en los templos, enriqueciendo la gama de su pecado.
 
Hebreos 9: 18/22 18De ahí que ni siquiera el primer pacto se haya establecido sin sangre. 19Después de promulgar todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, Moisés tomó la sangre de los becerros junto con agua, lana escarlata y ramas de hisopo, y roció el libro de la ley y a todo el pueblo, 20diciendo: «Ésta es la sangre del pacto que Dios ha mandado que ustedes cumplan.»[a] 21De la misma manera roció con la sangre el tabernáculo y todos los objetos que se usaban en el culto. 22De hecho, la ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón. NBD. 19Ahora sabemos que lo que dice la ley es para los que tienen la ley. Se acabaron las excusas, todo el mundo está bajo el juicio de Dios 20porque nadie consigue ser aprobado por actos de obediencia a una ley. La ley sólo nos muestra nuestro pecado. Romanos 3: 19/20. PDT.
 
La ley obra como motivación religiosa de los pecadores que solo se obedecen a si mismos, porque realizar ejercicios religiosos, es la perfecta prueba de la obediencia a su naturaleza pecadora; que se exhibe deliberadamente para convencer a Dios con sus hazañas, para "tentarlo" con su excelencia farisea fruto de elegir el estadio-templo- el tipo de ejercicio, el grado de dificultad, el tiempo empleado, el sacrificio de tiempo, de lugares y de recursos financieros, todo en lo absoluto prueba de su planeación, del programa y de la practica, de la que el autor es el mismo, propiciando que lo que cree es dios, diosas, fenómenos espiritistas, entidades fantasmagóricas, salidos no se sabe de donde, ignorado por completo su origen y porque se les dice dioses, diosas, ocupen las primeras filas en sus monumentales estadios-templos- y sean los primeros en aplaudirlos.
 
Mateo 16: 24/27 24Entonces Jesús dijo a Sus discípulos: “Si alguien quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y que Me siga. 25Porque el que quiera salvar su vida (su alma), la perderá; pero el que pierda su vida (su alma) por causa de Mí, la hallará. 26Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? 27Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de Su Padre con Sus ángeles, y entonces recompensara a cada uno segun su conducta. NBLH. 20Conoces los mandamientos: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.» 21Aquél le dijo: «Todo esto lo he cumplido desde mi juventud.» 22Al oír esto, Jesús le dijo: «Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.» 23Cuando aquel hombre oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Lucas 18: 20/23 RVC.
 
Yo he obedecido la Ley desde que era niño, es decir me he obedecido siempre, por tanto se que tengo la aceptación de Dios y por lo tanto la vida eterna, no se de donde sacas Cristo Jesus, que yo deje de ser quien soy, no se como se te ocurre proponerme algo así como negarme a mi mismo; es muy grave para mi que me lleves a considerar la posiblidadad de obedecerte, como resultado de negarme a mi mismo, me propones lo imposible, porque se que jamás obedeceré a nadie que no se yo mismo, me voy triste porque te di la oportunidad de aplaudir mi cumplimiento de la ley, mi conducta pecaminosa y en cambio me has confrontado con lo desconocido, nunca había sido puesto en este estado de desequilibrio, en el que la balanza se debe inclinar no por mi propio peso, sino por el peso tuyo Cristo Jesus, por primera vez entiendo desde lejos que pecar es dejar de obedecerte ! Oh Dios!
 
Romanos 10: 5/10 5Así describe Moisés la justicia que se basa en la ley: «Quien practique estas cosas vivirá por ellas.»[a] 6Pero la justicia que se basa en la fe afirma: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?”[b] (es decir, para hacer bajar a Cristo), 7o “¿Quién bajará al *abismo?” » (es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). 8¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón.»[c] Ésta es la palabra de fe que predicamos: 9que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo *levantó de entre los muertos, serás salvo.10Porque con el corazón se cree para ser *justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. 11Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado>.NBD.

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