Vano, ...
Mateo 6: 7/8 »Y al orar no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis. RVR95.
... es lo que por su forma y propósito debe contener lo que exactamente se sabe debe llenarlo, pero que al tratar de encontrar su contenido esta vacío. Los mas importantes hechos de mi primera infancia, ocurrieron durante el tiempo en que era llevado a la casa de mi abuelo en la que disfruté de la verdad de la vida, caminando a su lado hacia el campo de cultivo, lugar en el el abuelo había sembrado, trigo, papas, maíz, frijoles y arvejas-alverjas- entre otros.
Cosechar, que era lo que el hacía, consistía en recoger el fruto de las semillas que había puesto en la tierra y que según su convicción-su fe-, Dios bendeciría multiplicando cada semilla muchas veces, para que la familia contara con la provisión necesaria entre cosecha y cosecha. Luego de la recolección en el campo, los frutos eran llevados a la casa en la forma como fueron retirados del cultivo por la experiencia de mi abuelo, que sabia cuales estaban maduros.
Entonces la voz de la abuela me daba participación en ese "alucinante e increíble" proceso del que era testigo, diciendo"; hijo hay que "desgranar", los frijoles y la arvejas-alverjas; ella ponía frente a mi un montón de frescas y rojizas "vainas" de frijol, y otras verdes encendidas "vainas" de arveja-alverja y con su ejemplo yo tomaba cada vaina y la abría, para dejar salir los robustos granos de frijol y de arveja.
De cuando en cuando se escuchaba un gemido del abuelo, o de la abuela, yo los miraba para entender que sucedía, su expresión de frustración indicaba que algo no estaba bien y que dañaba la alegría del momento; se veía tan igual a las demás, parecía contener granos grandes, pero miren esta vacía, no hay nada que aprovechar, esta vaina de frijol o de arveja se fue en vano; casi al mismo tiempo mi ingenua y asombrada intervención infantil comprobaba el gemir de los abuelos, había tomado una "hermosa vaina" de frijol y al abrirla no había frijol, estaba vacía.
Esos "empaques" que le dan identidad a los frijoles y a las arvejas,- vainas-, estaban en la planta de frijol o en la planta de arveja, en apariencia eran fríjoles y arvejas, sin embargo ocuparon el lugar en la planta inútilmente, porque lo que se esperaba que fuera su contenido no estaba, eran solo hermosas vainas-cáscaras- vacías, que lo único que producen es frustración, que generan pesar y desanimo al agricultor que ya no tendrá suficiente para su sustento.-Mateo 21: 18/19-
Marcos 4: 26/29 »El reino de Dios es como un hombre que siembra un terreno. Y la semilla nace y crece sin que él se dé cuenta, ya sea que él esté dormido o despierto, sea de día o de noche. Así, la tierra da fruto por sí misma. Primero brota el tallo, luego se forman las espigas de trigo hasta que por fin estas se llenan de granos. Y cuando el grano está maduro, lo cosechan pues su tiempo ha llegado». NBD. Jesús les contó entonces esta parábola: —Un hombre había plantado una higuera en su viña; pero cuando fue a buscar higos en ella, no encontró ninguno. Entonces dijo al que cuidaba la viña: «Ya hace tres años que vengo en busca de higos a esta higuera, y nunca los encuentro. Así que córtala, para que no ocupe terreno inútilmente». LUCAS 13: 6/7 BLPH.
Aun siendo parte de "la planta" nadie podrá estar seguro, de ser genuinamente parte de Ella, cuando la Planta es Dios, aunque muchos nos veremos como renuevos de la vid, lo que nos hace pámpanos, es ser los medios de la Vid para dar abundante fruto como provisión para la vida; es la llenura de la Sabia, que se convierte en fruto lo que hace que seamos parte de la Vid, aquellos pámpanos que El Padre poda, porque los que son cortados y echados al fuego son los que pámpanos vacíos, los pámpanos vanos.
Juan 15: 1/6 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. Ustedes ya han sido podados y purificados por el mensaje que les di. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada. El que no permanece en mí es desechado como rama inútil y se seca. Todas esas ramas se juntan en un montón para quemarlas en el fuego. NTV.
... es lo que por su forma y propósito debe contener lo que exactamente se sabe debe llenarlo, pero que al tratar de encontrar su contenido esta vacío. Los mas importantes hechos de mi primera infancia, ocurrieron durante el tiempo en que era llevado a la casa de mi abuelo en la que disfruté de la verdad de la vida, caminando a su lado hacia el campo de cultivo, lugar en el el abuelo había sembrado, trigo, papas, maíz, frijoles y arvejas-alverjas- entre otros.
Cosechar, que era lo que el hacía, consistía en recoger el fruto de las semillas que había puesto en la tierra y que según su convicción-su fe-, Dios bendeciría multiplicando cada semilla muchas veces, para que la familia contara con la provisión necesaria entre cosecha y cosecha. Luego de la recolección en el campo, los frutos eran llevados a la casa en la forma como fueron retirados del cultivo por la experiencia de mi abuelo, que sabia cuales estaban maduros.
Entonces la voz de la abuela me daba participación en ese "alucinante e increíble" proceso del que era testigo, diciendo"; hijo hay que "desgranar", los frijoles y la arvejas-alverjas; ella ponía frente a mi un montón de frescas y rojizas "vainas" de frijol, y otras verdes encendidas "vainas" de arveja-alverja y con su ejemplo yo tomaba cada vaina y la abría, para dejar salir los robustos granos de frijol y de arveja.
De cuando en cuando se escuchaba un gemido del abuelo, o de la abuela, yo los miraba para entender que sucedía, su expresión de frustración indicaba que algo no estaba bien y que dañaba la alegría del momento; se veía tan igual a las demás, parecía contener granos grandes, pero miren esta vacía, no hay nada que aprovechar, esta vaina de frijol o de arveja se fue en vano; casi al mismo tiempo mi ingenua y asombrada intervención infantil comprobaba el gemir de los abuelos, había tomado una "hermosa vaina" de frijol y al abrirla no había frijol, estaba vacía.
Esos "empaques" que le dan identidad a los frijoles y a las arvejas,- vainas-, estaban en la planta de frijol o en la planta de arveja, en apariencia eran fríjoles y arvejas, sin embargo ocuparon el lugar en la planta inútilmente, porque lo que se esperaba que fuera su contenido no estaba, eran solo hermosas vainas-cáscaras- vacías, que lo único que producen es frustración, que generan pesar y desanimo al agricultor que ya no tendrá suficiente para su sustento.-Mateo 21: 18/19-
Marcos 4: 26/29 »El reino de Dios es como un hombre que siembra un terreno. Y la semilla nace y crece sin que él se dé cuenta, ya sea que él esté dormido o despierto, sea de día o de noche. Así, la tierra da fruto por sí misma. Primero brota el tallo, luego se forman las espigas de trigo hasta que por fin estas se llenan de granos. Y cuando el grano está maduro, lo cosechan pues su tiempo ha llegado». NBD. Jesús les contó entonces esta parábola: —Un hombre había plantado una higuera en su viña; pero cuando fue a buscar higos en ella, no encontró ninguno. Entonces dijo al que cuidaba la viña: «Ya hace tres años que vengo en busca de higos a esta higuera, y nunca los encuentro. Así que córtala, para que no ocupe terreno inútilmente». LUCAS 13: 6/7 BLPH.
Aun siendo parte de "la planta" nadie podrá estar seguro, de ser genuinamente parte de Ella, cuando la Planta es Dios, aunque muchos nos veremos como renuevos de la vid, lo que nos hace pámpanos, es ser los medios de la Vid para dar abundante fruto como provisión para la vida; es la llenura de la Sabia, que se convierte en fruto lo que hace que seamos parte de la Vid, aquellos pámpanos que El Padre poda, porque los que son cortados y echados al fuego son los que pámpanos vacíos, los pámpanos vanos.
Juan 15: 1/6 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. Ustedes ya han sido podados y purificados por el mensaje que les di. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada. El que no permanece en mí es desechado como rama inútil y se seca. Todas esas ramas se juntan en un montón para quemarlas en el fuego. NTV.