El viejo, ...
Romanos 7: 5/6 Cuando vivíamos de acuerdo con nuestra naturaleza pecaminosa, los deseos pecaminosos actuaban en nosotros, estimulados por la ley. Lo que producían en nosotros era muerte. Pero ahora estamos muertos con respecto a la ley que nos dominaba y podemos servir a Dios. Y esto no como antes, que lo hacíamos bajo el antiguo mandamiento, sino que ahora lo hacemos bajo el poder del Espíritu. NBD.
... hombre que opera desde el principio dando lugar a su naturaleza, la naturaleza humana que lo caracteriza, estará aquí en el planeta hasta el final de los tiempos, la herencia recibida y la que heredaran a los que están por venir, es el fundamento en el que la especie ha sido, es y será profundamente conocedora de si misma como respuesta "natural" al pecado como "estilo de vida", porque no conoce nada diferente a ese legado.
Efesios 2: 1/3 Hace tiempo ustedes estaban espiritualmente muertos a causa de sus pecados y sus ofensas contra Dios. Antes vivían pecando, igual que todo el mundo, y se dejaban guiar por el que gobierna las fuerzas de maldad que están en el aire y que todavía actúa por medio de los que desobedecen a Dios. Todos nosotros vivíamos así antes. Nuestra forma de vida era complacer los deseos perversos de nuestra naturaleza carnal. Hacíamos cualquier cosa que la naturaleza carnal deseara o que la mente pudiera imaginar. Tal como los demás, merecíamos que Dios nos castigara con su enojo. PDT.
La muerte espiritual, que es muerte eterna, fijó su comienzo desde que los primeros fueron asesinados por Satanás que es la muerte misma, asumiendo el control de los cuerpos gobernando las mentes, para que los seres humanos muertos espiritualmente crean que lo que hacen es lo "correcto" y ademas necesario para "salir adelante" durante el tiempo que "vivan", encubriendo el verdadero significado, porque pecar es lo que perdura la muerte.
Galatas 4: 4/6 Pero, al llegar el momento cumbre de la historia *, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley, para liberarnos del yugo de la ley y alcanzarnos la condición de hijos adoptivos de Dios. Y prueba de que ustedes son hijos es que Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a sus corazones; y el Espíritu clama: “¡Abba!”, es decir, “¡Padre!”. BHTI.
Cuando se cumplió "el momento cumbre de la historia" para Dios que en su eternidad es; llegado el tiempo para los hombres, El envío a su Hijo Unigénito, para revelarse ante sus criaturas encarnado como todos los hombres que el creó, viviendo entre ellos como cualquier otro, para que en su Estilo de Vida, los hombres conocedores solo de la naturaleza humana, conocieran la naturaleza Divina, que daría lugar a la comprensión del pecado y la Santidad.
Hebreos 2: 14,17 Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Por lo tanto, era necesario que en todo sentido él se hiciera semejante a nosotros, sus hermanos, para que fuera nuestro Sumo Sacerdote fiel y misericordioso, delante de Dios. Entonces podría ofrecer un sacrificio que quitaría los pecados del pueblo. NTV.
La vieja naturaleza la del viejo hombre que estuvo gobernada por la mente, es la explicación a lo que ocurrió en la cruz del calvario, porque esa vieja naturaleza es herencia de muerte causada por el pecado, por eso Cristo Jesús murió junto con "la totalidad de los viejos hombres" que pisarán este planeta para que al morir quede satisfecha la Justicia de Dios, y quede registrado el perdón en la sangre que Cristo vertió y la Vida restaurada en la tumba vacía.
Por tanto es de principal importancia entender que pecar después de la cruz del calvario y de la resurrección de Cristo Jesús, es insistir neciamente en lo que el viejo hombre es, dicho en otras palabras es, insistir deliberadamente en lo que somos y no en lo que Dios quiere que seamos como sus hijos, como su nueva creación en la nueva vida que El nos da en Cristo Jesús.
1 de Juan 3: 8/9 El que practica el pecado pertenece al diablo, porque el diablo comenzó a pecar desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo. El que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque la vida de Dios está en él; no puede vivir entregado al pecado porque ha nacido de Dios. NBD. Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios. Hebreos 10:26/27 NBLH.
... hombre que opera desde el principio dando lugar a su naturaleza, la naturaleza humana que lo caracteriza, estará aquí en el planeta hasta el final de los tiempos, la herencia recibida y la que heredaran a los que están por venir, es el fundamento en el que la especie ha sido, es y será profundamente conocedora de si misma como respuesta "natural" al pecado como "estilo de vida", porque no conoce nada diferente a ese legado.
Efesios 2: 1/3 Hace tiempo ustedes estaban espiritualmente muertos a causa de sus pecados y sus ofensas contra Dios. Antes vivían pecando, igual que todo el mundo, y se dejaban guiar por el que gobierna las fuerzas de maldad que están en el aire y que todavía actúa por medio de los que desobedecen a Dios. Todos nosotros vivíamos así antes. Nuestra forma de vida era complacer los deseos perversos de nuestra naturaleza carnal. Hacíamos cualquier cosa que la naturaleza carnal deseara o que la mente pudiera imaginar. Tal como los demás, merecíamos que Dios nos castigara con su enojo. PDT.
La muerte espiritual, que es muerte eterna, fijó su comienzo desde que los primeros fueron asesinados por Satanás que es la muerte misma, asumiendo el control de los cuerpos gobernando las mentes, para que los seres humanos muertos espiritualmente crean que lo que hacen es lo "correcto" y ademas necesario para "salir adelante" durante el tiempo que "vivan", encubriendo el verdadero significado, porque pecar es lo que perdura la muerte.
Galatas 4: 4/6 Pero, al llegar el momento cumbre de la historia *, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley, para liberarnos del yugo de la ley y alcanzarnos la condición de hijos adoptivos de Dios. Y prueba de que ustedes son hijos es que Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a sus corazones; y el Espíritu clama: “¡Abba!”, es decir, “¡Padre!”. BHTI.
Cuando se cumplió "el momento cumbre de la historia" para Dios que en su eternidad es; llegado el tiempo para los hombres, El envío a su Hijo Unigénito, para revelarse ante sus criaturas encarnado como todos los hombres que el creó, viviendo entre ellos como cualquier otro, para que en su Estilo de Vida, los hombres conocedores solo de la naturaleza humana, conocieran la naturaleza Divina, que daría lugar a la comprensión del pecado y la Santidad.
Hebreos 2: 14,17 Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Por lo tanto, era necesario que en todo sentido él se hiciera semejante a nosotros, sus hermanos, para que fuera nuestro Sumo Sacerdote fiel y misericordioso, delante de Dios. Entonces podría ofrecer un sacrificio que quitaría los pecados del pueblo. NTV.
La vieja naturaleza la del viejo hombre que estuvo gobernada por la mente, es la explicación a lo que ocurrió en la cruz del calvario, porque esa vieja naturaleza es herencia de muerte causada por el pecado, por eso Cristo Jesús murió junto con "la totalidad de los viejos hombres" que pisarán este planeta para que al morir quede satisfecha la Justicia de Dios, y quede registrado el perdón en la sangre que Cristo vertió y la Vida restaurada en la tumba vacía.
Por tanto es de principal importancia entender que pecar después de la cruz del calvario y de la resurrección de Cristo Jesús, es insistir neciamente en lo que el viejo hombre es, dicho en otras palabras es, insistir deliberadamente en lo que somos y no en lo que Dios quiere que seamos como sus hijos, como su nueva creación en la nueva vida que El nos da en Cristo Jesús.
1 de Juan 3: 8/9 El que practica el pecado pertenece al diablo, porque el diablo comenzó a pecar desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo. El que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque la vida de Dios está en él; no puede vivir entregado al pecado porque ha nacido de Dios. NBD. Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios. Hebreos 10:26/27 NBLH.