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Salmo 32: 5 Entonces, decidí confesarte todos mis pecados; no escondí ninguna de mis culpas. Decidí confesarte mis errores, SEÑOR, y tú perdonaste todas mis culpas. Selah PDT. Nunca he tratado de ocultar mi pecado como hace la gente. Tampoco he mantenido mis faltas en secreto, Job 31: 33 PDT.

... reservadas o privadas que la gente decide mantener en secreto ante Dios, son los pecados que inexplicablemente se niegan a confesar, dañando su relación con Dios, consecuencia de haber dañado su relación con las personas que han sido puestas a su lado por las riquezas de la Voluntad de Dios para Bendecirlos.

2 de Samuel 12: 1/12 Entonces el SEÑOR envió al profeta Natán a decirle a David lo siguiente: —Había dos hombres en cierta ciudad: uno muy rico, que tenía muchos rebaños de ovejas y manadas de cabras; y el otro muy pobre, que sólo poseía una ovejita que había logrado comprar. Esta ovejita era el encanto de sus hijos, y su dueño le daba de comer de su propio plato, la hacía beber en su propia taza, y la hacía dormir en sus brazos como si fuera una hija. Un día un hombre llegó a visitar al rico, pero éste, en vez de matar un cordero de sus rebaños para dar de comer al viajero, tomó la ovejita del hombre pobre y con ella preparó una comida y se la sirvió al visitante. Al oír esto, David se enfureció, y dijo: —¡Juro por el Dios vivo que quien haya hecho eso, merece la muerte! ¿Cómo pudo ese hombre hacer tal cosa? ¡Pues ahora tendrá que pagarle al pobre cuatro veces lo que vale la oveja que le robó! —¡Tú eres ese hombre! —Le dijo Natán a David—. El SEÑOR Dios de Israel dice: «Yo te hice rey de Israel y te salvé del poder de Saúl. Te di su palacio y sus esposas, y los reinos de Israel y Judá. Y si esto no hubiera sido suficiente, te habría dado mucho más. ¿Por qué, entonces, has despreciado las leyes de Dios y has cometido esta horrible maldad? Porque tú le diste muerte a Urías y le robaste su esposa. ¡Lo mataste con la espada de los amonitas! Por tanto, de aquí en adelante, el asesinato será una amenaza constante en tu familia, porque me has insultado al tomar la esposa de Urías. ¡Juro que por lo que has hecho haré que tu propia familia se rebele contra ti! Tus esposas serán de otros hombres, y las poseerán ante tus ojos y ante el pueblo. Tú lo hiciste en secreto, pero yo te lo haré abiertamente, ante los ojos de todo Israel". NBD.

David quiso continuar con su reinado conforme al encargo que Dios le hizo, como si el adulterio cometido con la esposa de Urias el Heteo y su asesinato pudieran pasar impunes ante Dios, David es ejemplo de lo que ocurre cuando los hijos toman a la ligera sus actos, actos que insultan la majestad todopoderosa de Dios, principalmente insultando su Santidad y su Justicia.

2 de Samuel 12: 13/14 —He pecado contra el SEÑOR —contestó David a Natán. Natán le respondió: —Sí, pero el SEÑOR ya te ha perdonado; así que no morirás por este pecado. Pero le has dado a los enemigos del SEÑOR la oportunidad de despreciarlo y blasfemar contra él. Por eso, el niño morirá. NBD. Qué afortunados son aquellos rebeldes a quienes Dios les perdona sus pecados. Qué afortunados son los que el SEÑOR considera inocentes porque no mintieron en cuanto a sus pecados. Todos los días que seguía orando, sin confesar mis pecados, me debilitaba cada vez más. Dios mío, tú hacías mi vida cada día más difícil. Llegué a ser como tierra que se seca en verano. Selah Entonces, decidí confesarte todos mis pecados; no escondí ninguna de mis culpas. Decidí confesarte mis errores, SEÑOR, y tú perdonaste todas mis culpas. Selah Salmos 32: 1/5 PDT.

Entrar en la presencia del Señor, que es entrar al lugar Santísimo, solo es posible para los hijos que cubiertos por la Sangre Redentora de Cristo Jesús, fortalecen su relación con El Padre restaurando la comunión con su Santidad y su Justicia cuando confiesan sus pecados, los que por estar ligados al cuerpo y la mente antigua, cometemos a diario y que Dios nos perdona sin reproche, porque lo que cuenta es la integridad ante su Santa presencia.

Hebreos 6: 4/6 A los que en alguna ocasión han entendido el evangelio, han gustado las cosas del cielo, han participado del Espíritu Santo, han saboreado la Palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y caen de nuevo, es imposible que se les haga volver a Dios. Sería como crucificar de nuevo al Hijo de Dios y exponerlo a la burla pública. NBD. Pero si, al igual que Cristo, vivimos en la luz, entre nosotros habrá compañerismo, y la sangre de Jesucristo el Hijo de Dios nos limpiará de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Pero si confesamos a Dios nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad. Si afirmamos que no hemos pecado, estamos diciendo que Dios es mentiroso, y eso muestra que su palabra no habita en nosotros. 1 de Juan 1: 7/10 NBD. 

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