Otra vez el contraste, ...
1 de Pedro 4: 1/4 Si Cristo padeció en su cuerpo, háganse a la idea de que también ustedes tienen que padecer, pues el que está sufriendo corporalmente se supone que ha roto con el pecado para vivir el resto de su vida mortal conforme a la voluntad de Dios y no conforme a las pasiones humanas. Porque bastante tiempo han pasado ustedes ya viviendo al estilo de los paganos, es decir, entregados al desenfreno y a la liviandad, a crápulas, orgías, borracheras y abominables cultos idolátricos. Ahora, ellos se extrañan y los insultan porque ustedes no se lanzan junto con ellos a ese torrente desbordado de lujuria. BHTI.
...es aquel contraste que causa un genuino cristiano hijo de Dios en Cristo Jesús, sostenido por la unción del Espíritu Santo, en medio de la gente que en algunos casos, fueron fundamento de su existencia antigua, en la que como uno solo daban rienda suelta al desenfreno, a la liviandad, sin moral en todo, especialmente en lo sexual-licenciosos-viciosos, disipados, ... .
El contraste de la nueva vida, del que era igual a ellos, causa en "ellos", extrañeza y sale a relucir lo que realmente fueron y son, calumniando e insultando lo que no pueden entender, debido a que no se hacen cómplices, lanzándose junto con ellos, al torrente desbordado de religión, perdición y lujuria.
La vida de los Cristianos, que son las nuevas criaturas, nacidas después de cumplir su sentencia de muerte con Cristo Jesús en la Cruz, para luego recibir la nueva vida en su resurrección, es la vida que crece y madura, bajo el cuidado la de Iglesia, que es la familia de Dios, y son las personas que día a día, se parecen más y más a su Señor y Salvador Cristo Jesús.
2 de Corintios 3: 17/18 Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él. TLAD.