No es asunto de hombres, ...

Salmo 4: 4 4¡Tiemblen y no pequen más! Ya acostados, y en silencio, examinen su propia conciencia; DHH.

...es un asunto entre Dios, y cada uno de los seres humanos que viven independientemente de El. Aquellos que se han inventado toda clase de leyes de convivencia y le agregan día a día, nuevos reglamentos, con los que manipulan las cosas, para de todas maneras salir favorecidos, en lo individual, en lo ególatra.

Las constituciones que regulan la existencia las naciones que vemos establecidas sobre al tierra, son, en algunos casos, verdaderas obras de arte jurídico y literario, pero no son mas que eso, intentos por regular la convivencia egoísta, cargada de odio y de resentimiento, de las naciones, unas contra otras, y de los ciudadanos de cada una entre si, y todos contra las otras naciones.-Mateo 24: 6/7-

Nada de esto cambiará el asunto que ocupa el Corazón de Dios, cuya constitución de convivencia para toda la humanidad es el Amor. El preciosismo de las regulaciones humanas, solo sirve para quebrantar La Ley del amor de Dios, Ley que se examina y se verifica desde la conciencia de cada ser humano, al que Dios le puso corazón en el pecho.

la constitución que regula el reino de Dios esta escrita en el corazón de los hombres. Es la constitución que encarnó y personificó el hijo de Dios sobre la tierra, ejecutada tan perfectamente, que por Amor, tomó el lugar de los que tenían que morir eternamente, para devolverles la vida, vida nueva basada en el amor.

Todo argumento humano, en contra de la Ley de amor de Dios, que es en Cristo Jesús, es solo eso, argumento humano, simple inútil, soberbio, orgulloso, siempre enmarcado por el odio, que socarronamente se deja oír como amor, pero que en el lenguaje de Dios, que lee las conciencias, tendrá el significado real.

En verdad el pecado, el odio, el amor y la justicia, no son, no pueden ser cosas de hombres, es irremediablemente asunto de Dios. Y no hay "escapatoria", para los que insisten en sus estómagos, e instintos, evadiendo enfrentarse a la Cruz del calvario, único lugar en el que conocemos el odio humano, en constraste con el Amor de Dios.

Juan 16: 8/11
y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado y de la justicia de Dios y del juicio que viene. El pecado del mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí. La justicia está disponible, porque voy al Padre, y ustedes no me verán más. El juicio vendrá, porque quien gobierna este mundo ya ha sido juzgado. NTV.

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