Caifás

Hechos 4: 5/6 5Al día siguiente, la Junta Suprema se reunió en Jerusalén. En la Junta estaban los líderes del país, con sus consejeros y los maestros de la Ley . 6Allí estaba Anás, que era el jefe de los sacerdotes, junto con Caifás, Juan, Alejandro y los otros sacerdotes principales. TLA.

... que unido en concierto para delinquir con los líderes del país y los demás componentes del sistema religioso, son los socarrones, que le hablaban a los cosmopolítas habitantes de Jerusalén, igual que les hablaron cuando cometieron el asesinato que los condenó eternamente al infierno, crucificando a Cristo Jesús.

Esta vez su socarronería, su complicidad, esta dirigida a asesinar a los miembros de la iglesia, Pedro y Juan; toda la gente estaba asombrada de la "dulzura y el respeto con los que les hablaban", no podía haber duda, estos muy importantes líderes, y religiosos, nos hablan y nos enseñan lo que dios dice. No pueden estar equivocados, los equivocados son esos malhablados discípulos de ese tal Jesús.

Salmo 140: 3
3Su lengua es aguda, como de serpiente; sus palabras son como veneno de víbora. DHH. Los socarrones que se atrevieron a cuestionar a su creador, aprendieron como es que Dios habla, como es su lenguaje, libre de todo lo corrupto que hay en el corazón de los seres humanos. Su santidad y justicia, tienen que ser entendidas por la gente en palabras claras y "redondas", que digan lo que en verdad tienen que decir.

Mateo 23: 33
33»¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno? DHH. »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo. »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos. »¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Quien hace una promesa jurando por el templo, no se compromete a nada; pero si jura por el oro del templo, entonces sí queda comprometido.” »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que separan para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro. »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza. »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, Mateo 23:13, 15, 16, 23, 27, 29, 33 DHH.

¿La pregunta es; a quien esta usted escuchando cuando le dicen que es Dios quien habla?, porque la palabra suave, y lisonjera, y mentirosa, e inútil, ha sido pronunciada sin cambios desde que se cometió el primer asesinato en el jardín del edén, contra el primer matrimonio que Dios creó, hemos de ser muy rigurosos, en este aspecto, porque lo que está en juego es la vida.

Nadie puede conocerse a si mismo, si Dios no se lo revela, ningún hombre pecador de nacimiento, y muerto por esta razón, puede revelarle a otro hombre lo que es el pecado, lo que es la muerte y mucho menos lo que es la Vida. Decida rendirse al Amor del Padre, y con seguridad El le hará conocer cosas que jamas nadie oyó, no ojo vio, acerca de su naturaleza pecaminosa.

El resultado, es la prueba del Amor real, usted será perdonado, porque Cristo Jesus murió por su causa, para liberarlo de la mentira, por esta razón su sangre sagrada fue derramada, y perdonado, usted será hecho nuevamente hijo, con vida, por la resurrección de Cristo Jesus.

Hebreos 4: 12/13
12La palabra de Dios vive, es poderosa y es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los pensamientos y sentimientos de nuestro corazón. 13No hay nada creado en el mundo que se pueda esconder de Dios; todo está desnudo y expuesto a su vista. Es a él a quien tendremos que rendirle cuentas de nuestra vida. WBES.

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