Es Parecido, ...

Juan 15: 11 Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo. NTV.

... pero no es igual cuando hablamos de felicidad y de gozo. Debido a la riqueza de nuestro idioma, podríamos aceptar que felicidad y gozo son la misma cosa, sin embargo la Palabra de Dios, nos enseña, que las dos palabras describen asuntos completamente diferentes.

Nos orientamos mejor si asociamos las dos palabras con sus orígenes, o mejor con el significado que tienen, si se asocian con la gente, y se si asocian con Dios. Felicidad es una palabra que siempre estará relacionada con los sentimientos humanos, y encierra muchas maneras en que la gente dice y siente que es feliz.

Por lo mismo felicidad es la palabra que nace del que la pronuncia, y siempre explicará, cómo el que la usa, ha logrado sus propósitos. Mientras esto es así, El gozo, es una palabra que siempre estará asociada a la Divinidad, es decir a Dios y el que la pronuncia, expresa el gozo de ser parte de los propósitos de Dios.

Los hombres, empeñados en ser felices, enfrentarán la realidad de ver como sus planes y propósitos para ser felices, se ven constantemente frustrados, por la sencilla razón, de que cada quien esta haciendo lo mismo. Es la asombrosa verdad, de como nadie hará nada por nadie, a no ser que encuadre dentro de sus planes, creando así el mas atroz circulo vicioso.

Las personas que han conocido el Gozo de Su Señor, que se entregó a la muerte para devolverles la vida, y darles la salvación, son la obra en la que El Señor, los creó nuevamente, capaces de disfrutar de su amor, y de ser inundados de su gozo, hasta que se desborde.

Es de esta manera apreciamos la enorme diferencia, entre la felicidad humana y el Gozo divino, del que es parte cada uno de los que ha decido aceptar a Cristo Jesús en su corazón. Son las personas que viven llenas de la satisfacción, de ser parte del plan de Dios para restaurar sus vidas, y las vidas de los demás.

Estas personas, jamás verán frustrados sus propósitos, porque sus vidas son parte del propósito de Dios, y el propósito de Dios no puede ser frustrado. Estas personas son los creyentes que reflejan el carácter de su Señor y Salvador Cristo Jesús.

Efesios 1: 11
Por medio de Cristo, Dios nos eligió desde un principio, para que fuéramos suyos y recibiéramos todo lo que él había prometido. Así lo había decidido Dios, quien siempre lleva a cabo sus planes.TLA.

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