El Autoexamen

Mateo 5: 23/24 »Por lo tanto, si presentas una ofrenda en el altar del templo y de pronto recuerdas que alguien tiene algo contra ti, deja la ofrenda allí en el altar. Anda y reconcíliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a Dios. NTV.

El sublime acto de adoración a Dios, mediante la entrega de lo que le corresponde a El en la iglesia, es el punto de referencia, para analizar el nivel de nuestra entrega y obediencia, en que se fundamenta nuestra comunión con Cristo Jesus. Porque sea lo que sea aquello que alguien tenga contra mi, en realidad ha dañado mi relacion con El señor y dueño de nuestra vida.

Como puedes creer que estamos bien los dos,dice El señor, cuando sabes que has fallado en lo poco o en lo mucho con otros?. Al axaminarte realmente estas frente a frente conmigo, siendo confrontado por tus actos de desobedicencia y tal vez de rebeldia contra mi, como consecuencia de lo que haya sido que cometimos contra los demas.

Nada que hagas en el lugar de reunión, podra restablecer nuestra comunion, que no sea el haber restablecido tu comunión con los que has dañado, o hayas perdonado con siceridad, a los que te dañaron. Solo Yo, dice El señor, puedo perdonarte, despues que tu hayas perdonado, y en cuanto dependa de ti, haber recuperado el perdón de los que dañaste.

Mateo 6: 12,14,15
12y perdona nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. 14»Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre celestial te perdonará a ti; 15 pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados. NTV.

Cuando decidimos de corazón sostener nuestra relacion con Dios en Cristo Jesús, practicamos el autoexamen siempre, única via en la que la justicia de Dios, sera satisfecha y nuestra comunion con El, confirmada. Por lo tanto, nuestro caminar ha de ser seguro y confiado en la gracia protectora de Dios, que cubre a los justos y obedientes hijos.

1 de Corintios 11: 31/32 31
Si nos examináramos a nosotros mismos, Dios no nos juzgaría de esa manera. 32 Sin embargo, cuando el Señor nos juzga, nos está disciplinado para que no seamos condenados junto con el mundo. NTV.

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