!! ningún ¡¡, ...

Oseas 14: 1/3 Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios. ¡Tu perversidad te ha hecho caer!2 Piensa bien lo que le dirás, y vuélvete al Señor con este ruego: «Perdónanos nuestra perversidad, y recíbenos con benevolencia, pues queremos ofrecerte el fruto de nuestros labios. 3 Asiria no podrá salvarnos; no montaremos caballos de guerra. Nunca más llamaremos “dios nuestro” a cosas hechas por nuestras manos, pues en ti el huérfano halla compasión». CST.

... pesar, ninguna aflicción ningún arrepentimiento, nada en absoluto que indique conmoción, alguna forma de pesar, por el mal causado, por la irremediable conducta que causa irremediables, daños, destrucciones, divisiones, odios, rencores, ansias de venganza, en las víctimas, reproduciendo la misma raíz de amargura, el ajenjo que envenena, que mata; en la mayoría de los casos "lentamente", en dosis diarias, muy bien calculadas, muy bien pensadas, para conseguir el favor de los demonios.

Hebreos 12: 12/17 12 Levanten, pues, las manos caídas y las rodillas entumecidas; 13 enderecen las sendas por donde van, para que no se desvíen los cojos, sino que sean sanados. 14 Procuren vivir en paz con todos, y en santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Tengan cuidado. No vayan a perderse la gracia de Dios; no dejen brotar ninguna raíz de amargura, pues podría estorbarles y hacer que muchos se contaminen con ella. 16 Que no haya entre ustedes ningún libertino ni profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. 17 Ya ustedes saben que después, aunque deseaba heredar la bendición, fue rechazado y no tuvo ya la oportunidad de arrepentirse, aun cuando con lágrimas buscó la bendición. RVC.

La obstinación humana por el pecado, manifestación exacta de las dependencias, los vicios, la empedernida, crónica consumación, son la "felicidad" de los seres humanos, dedicados a fingir entre los que por las razones sociales y religiosas, deben morar en un mismo sitio, usándose y siendo usados para los fines del trasiego pervertido, depravado en que existen, engañando y siendo engañados, envileciendo y siendo envilecidos, si que haya nada que indique agobio, dolor.

Joel 2: 12/13 12 Por eso dice el Señor: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto. 13 No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones». Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. Está deseoso de desistir y no de castigar. NTV.

El Poderoso Amor del Creador, la Gracia que fluye de su Carácter Santo Justo, no es percibida por la contumacia-fanatismo por el error- de los seres humanos, desafiando el Anhelo de restauración del Padre, para sus hijos e hijas, que deambulen velozmente de un lado a otro, de la nada, a la nada, movidos por la muerte, el pecado, que influencia en ellos el dios de este mundo, influencia que se expande en la incontable abominación de bocados de azúcar, que les da sin parar.

Hechos 17: 19/22 19 Así que, sin más miramientos, lo llevaron al Areópago y le preguntaron: — ¿Puede saberse qué nueva doctrina es esta que enseñas? 20 Pues nos estás martilleando los oídos con extrañas ideas y queremos saber qué significa todo esto. 21 (Téngase en cuenta que todos los atenienses, y también los residentes extranjeros, no se ocupaban más que de charlar sobre las últimas novedades). 22 Pablo, erguido en el centro del Areópago, tomó la palabra y se expresó así: — Atenienses: resulta a todas luces evidente que ustedes son muy religiosos. BLPH.

Impenetrables en la oscuridad de su desvarió las gentes, practican lo que fanático quiere decir, dado que son nada, nada puede darles valor, dado que son sombras, no hay luz que les alumbre, la ausencia de dolor, esto es de arrepentimiento, los hace reincidentes de pecado, pues cada acción sin que interese cual sea, es injusta, es manipulada, es maquinación, es adulación, es fingir, nada es sincero, auténtico, confiable, nada por entero, tienen valor de aceptación o reconocimiento por la Justicia de Dios.  

Romanos 2: 1/5 Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas. 2 Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se basa en la verdad. 3 ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos? 4 ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento? 5 Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio. CST.

Entradas populares