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Salmo 107: 23/32 23 Algunos se hicieron a la mar en barcos; navegando las rutas comerciales del mundo. 24 También ellos observaron el poder de Dios en acción, sus obras impresionantes, allí, en las aguas profundas. 25 Habló y se desató un fuerte viento, se encresparon las olas. 26 Sus barcos eran lanzados hacia el cielo y volvían a hundirse hacia lo profundo; los navegantes temblaban aterrorizados. 27 Tropezaban y se tambaleaban como ebrios y no hallaban qué hacer.
28 «¡Señor, ayúdanos!», clamaron en su angustia, y él los salvó de su dolor. 29 Cambió la tempestad en brisa, calmó las olas. 30 ¡Qué bendición cuando hubo calma, cuando él los llevó a salvo al puerto! 31 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor, y por sus maravillosas obras que ha hecho para su bien! 32 Alábenlo ante la congregación y ante los dirigentes de la nación. NBV.
... en la oscuridad, desde siempre son navegantes del mar de oscuridad, el caos del que son autores, arrogantemente orgullosos del terror en que existen, el aterrorizante estado en que tiemblan haciendo temblar a los demás, la obra que se atribuyen, y de la en efecto son los causantes, la extrema confusion en que nada es identificable, porque todo es el conglomerado, la masa de carnes, gobernadas por mentes-almas- que arden en fiebre, la fiebre de la muerte, atizada por el pecado.
Lucas 8: 23/29 23 Pero mientras ellos navegaban, Él se durmió; y una violenta tempestad[a] descendió sobre el lago, y comenzaron a hundirse y corrían peligro. 24 Llegándose a Jesús, lo despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro, que perecemos!». Y Él, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma. 25 «¿Dónde está la fe de ustedes?», les dijo. Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: «¿Quién, pues, es Este que aun a los vientos y al agua manda y lo obedecen?». 26 Entonces navegaron hacia la tierra de los gadarenos[b] que está al lado opuesto de Galilea.
27 Cuando Jesús bajó a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros. 28 Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de Él, y dijo en alta voz: «¿Qué tienes Tú que ver conmigo[c], Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes». 29 Porque Él mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces[d] se había apoderado de él, y[e] estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; a pesar de todo rompía las ataduras y era llevado por el demonio a los desiertos. NBLA.
En el desierto, la gran masa, "el vulgo", compuesto por la mezcla de gentes de todas las naciones, el caos de costumbres, particularmente las afirmaciones religiosas, de las que cada quien había sido "iniciado" hecho parte de la idolatría que les suministraba-y suministra-, "la adrenalina", que narcotiza los efectos de la navegación en el aterrador mar compuesto por la suma de aberraciones, vicios, dependencias, perniciosas, descomposiciones sexuales y la suma de sus consecuencias.
Lucas 8: 30/37 30 Entonces Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?». «Legión», contestó; porque muchos demonios habían entrado en él. 31 Y le rogaban que no les ordenara irse al abismo. 32 Había una manada de muchos cerdos paciendo allí en el monte; y los demonios le rogaron que les permitiera entrar en los cerdos[c]. Y Él les dio permiso. 33 Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y la manada se precipitó por el despeñadero al lago y se ahogaron. 34 Cuando los que los cuidaban vieron lo que había sucedido, huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos.
35 Salió entonces la gente a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor. 36 Los que lo habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado había sido sanado[d]. 37 Entonces toda la gente[e] de la región alrededor de los gadarenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y Él, entrando a una barca, regresó. NBLA.
Asi como el desierto los muchos que salieron en éxodo del mar en que navegaron por 430 años, rechazaron con odio, ser "apaciguados por el Creador", sellaron sus oídos a la Voz de Salvación y demostraron su "amor, su fascinación" por la anarquía caótica, en que la sexualidad se manifestaba todos con todos, sin importar el vínculo de "familia", aberrados en el temor de las violaciones, y de ser violados, ajenos a la intimidad personal, y por tanto a la Intimidad con Un Solo Dios.
Asi aquellos gadarenos, hechos esclavos como el que fue liberado de los demonios, rechazan al Creador y le "piden que se alejara de ellos, porque su presencia amenazaba su disfrute de la corrupción, de la perversion. de la depravación, la verdad de ser navegantes del mar de tinieblas gobernado por satanás, absolutamente "acostumbrados", embelesados por el terror como la forma en que entendían la existencia, lo único conocido y lo que por ninguna razón cambiarán.
Judas 1: 11/13 11 ¡Ay de ellos!, porque han seguido el ejemplo de Caín. Por ganar dinero se han desviado, como Balaam, y como Coré, mueren por su rebeldía. 12 Son una vergüenza en las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran, en las que ellos comen y beben alegremente, sin mostrar ningún respeto. Son pastores que cuidan solamente de sí mismos. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto a su tiempo, dos veces muertos y arrancados de raíz. 13 Son violentas olas del mar, que arrojan como espuma sus acciones vergonzosas. Son estrellas que han perdido su rumbo y están condenadas a pasar la eternidad en la más negra oscuridad. DHH.