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Oseas 4: 1/2 Escuchad, israelitas, la palabra del Señor, porque el Señor va a entrar en juicio contra los habitantes del país: «Ya no hay entre mi pueblo fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios. 2 Cunden, más bien, el perjurio y la mentira. Abundan el robo, el adulterio y el asesinato. ¡Un homicidio sigue a otro! CST.

... para falsear la Verdad, otorgando lo que creen es su aval, jurando para blasfemar a Dios, conforme a su expresa prohibición, de no jurar en falso, las criaturas víctimas de su espantosa ignorancia juran contra la Deidad, niegan acérrimamente, ser hechos, aceptan rabiosamente solo la extrema astucia del victimario la explicación a sus existencias porque nacieron del vientre de Eva fecundado adan, aceptación que los deja "colgando del hilo de plata", que al romperse, causara que caigan en el abismo.  

Seran por tanto testigos contra si mismos de la aterradora insufrible, verdad de haber caido en la estafa eterna que les causo el dios de este mundo, desviando toda su posibilidad de restauración, hacia sus apetitos e instintos, a la satisfacción material azuzada por la mente-alma- colmada de mentiras tradicionales, y culturales, de las que depende la gente, principalmente el culto, la deificación de la maternidad, usada por el liderato ecuménico como desafió al Creador.

1 de Juan 5: 16/21 16 Si alguno de ustedes ve que otro creyente[a] comete un pecado que no lleva a la muerte, debe orar por él, y Dios le dará vida a esa persona. Pero hay un pecado que lleva a la muerte, y no digo que se ore por quienes lo cometen. 17 Todas las malas acciones son pecado, pero no todos los pecados llevan a la muerte.18 Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos. 

19 Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo que nos rodea está controlado por el maligno. 20 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero.[b] Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna. 21 Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón.[c] NTV.

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