!! fétido ¡¡, ...

Salmo 38: 4/8 4 No hay nada sano en mi cuerpo a causa de tu cólera, no hay nada ileso en mis huesos por culpa de mis pecados. 5 Mis faltas me sobrepasan, como pesada carga me abruman. 6 Mis heridas supuran infectadas por culpa de mi insensatez. 7 Estoy agobiado y abatido, camino afligido todo el día. 8 Mis entrañas están inflamadas, no hay nada sano en mi cuerpo. BLPH.

... repugnante es el olor que emana de la de composición que llena los espacios, lo escenarios del mundo y del sistema religioso, resultado "natural" de los actos que cometen los seres humanos, para insultar, la creación de Dios, para convertirla en nauseabundas manifestaciones que cínicamente, deliberadamente, corrompen "bufamente", los bufos del infierno, de tal modo repulsivos, que son semblanza de la eternidad que pasarán en el infierno, recordando la repulsiva imitación transformer, de los varones y varonas.

Isaias 64: 5/7 5 Tú has salido al encuentro de los que practican la justicia con alegría, y de los que se acuerdan de ti y siguen tus enseñanzas. Pero te enojas si pecamos y no dejamos de pecar. ¿Acaso podremos alcanzar la salvación? 6 Todos nosotros estamos llenos de impureza; todos nuestros actos de justicia son como un trapo lleno de inmundicia. Todos nosotros somos como hojas caídas; ¡nuestras maldades nos arrastran como el viento! 7 Ya no hay nadie que invoque tu nombre, ni que se despierte y busque tu apoyo. Por eso nos diste la espalda, y nos dejaste caer en poder de nuestras maldades. RVC.

La pestilencia resultado de cada acto de depravación humana, inunda el mundo con el fétido olor que cubre a los miles de millones, de los que supuran sus nauseabundas "llagas-pecados"-, las torcidas maneras de corromper sus propios cuerpos, y por la misma via,  el desaforado odio, por los cuerpos, de los niños, las niñas, los jóvenes, y todo aquel, que caiga en la tragedia de ser sus víctimas, generan tal repulsiva hediondes, que Dios no la tolera, por lo densa de la "ola pestilente".

2 de Corintios 2: 14/17 14 Pero gracias a Dios que hace que siempre triunfemos en Cristo y que manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento por medio de nosotros. 15 Porque para Dios somos olor fragante de Cristo en los que se salvan y en los que se pierden. 16 A los unos, olor de muerte para muerte; mientras que a los otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? 17 Porque no somos, como muchos, traficantes de la palabra de Dios; más bien, con sinceridad y como de parte de Dios hablamos delante de Dios en Cristo. RVA-2015.

Lo fétido está "enfermo", lo saneado es higiénico, es puro; se trata en realidad del contraste, eterno entre la vida y la muerte, entre el pecado y santidad, entre la justicia y la injusticia, entre el amor y el odio, entre la entrega por amor, y el egoísmo, entre los hijos de satanás y los hijos de Dios, entre el mundo y la familia, entre la tumba macilenta llena de podredumbres, y el hogar en que la familia vivir en gloriosa manifestación de cuerpos almas y espíritus. 

Nada puede ocultar las fragancias, que identifican a los conglomerados humanos y a la familia que dejó establecida Cristo Jesus, como Iglesia; hechos que redondean conceptos tan simples como los lugares en que tanto unos como los otros, pasaran la eternidad, los hijos de satanás claro está en el lugar de castigo eterno en el infierno; los hijos de Dios, en Cristo Jesús, pasarán la eternidad viviendo en la casa que El está preparando para que en el tiempo exacto, vuelva a recoger  a su familia, a su Iglesia.

1 de Juan 3: 6/10 7 Queridos hijos, no dejen que nadie los engañe acerca de lo siguiente: cuando una persona hace lo correcto, demuestra que es justa, así como Cristo es justo. 8 Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo. 9 Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios[a] está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios. 10 Por lo tanto, podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo. Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes[b] no pertenece a Dios. NTV.

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