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Deuteronomio 4: 1/2 »Ahora pues, israelitas, escuchen las leyes y decretos que les he enseñado, y pónganlos en práctica, para que vivan y ocupen el país que el Señor y Dios de sus antepasados les va a dar. 2 No añadan ni quiten nada a lo que yo les ordeno; cumplan los mandamientos del Señor su Dios, que yo les ordeno. DHH.

... que falsean engañados que engañan, mentidos que mienten, traicionados que traicionan, victimas del impostor, que ahora imitan, pues son impostores, tiranizados por el tirano, al que le dieron la completa autorización para, por su decision premeditada, calculada, lo hicieron el dueño de sus cuerpos y almas-mentes-, dado que la alta traición. la infidelidad en el nivel de pecado imperdonable, cimentada en la ingratitud, se constituyó en la abjuración, que los llenó de cadenas, propiedad del esclavizador.

Satanás el propietario de las criaturas, que se vendieron, en uso pleno de su libre albedrio, son semblanza de José, Si Pero únicamente en el hecho de haber sido arrancado de su padre y familia, por sus mayores enemigos; sus hermanos, para ser vendido como esclavo en medio de la definida por El creador, como la mayor nauseabunda sociedad religiosa, mundanal, carnal idolátrica, es decir diabólica, que le daba forma a la civilización exponencial de ese tiempo.

El poder de Dios redimió, el precio que ago Potifar por la persona de José, y secuencialmente, la de su papara Jacob y sus hermanos y demás parte de la familia que conocemos como Israel, en lo tocante, a la reubicación que era necesaria, por la aterradora Justicia de Dios que se avecinaba, sobre el mundo, pero que por la Integridad de Jose, El Creador, dio lugar a la realización de los fundamentos de la redención espiritual de toda la humanidad, iniciando con el éxodo, el camino hacia la cruz de Cristo Jesús. 

Sin embargo la naturaleza esclavizada por el pecado, que sostiene la muerte, desarrollo en los que pudieron haber sido los pioneros, el astuto, trafuga carácter del esclavizador, y necia. Estúpidamente, convirtieron en religión, las normas, que debían ser forman de vida, decidieron seguir existiendo bajo el dominio del pecado y la muerte, tratando de engañar al Creador practicando sus habituales antiguas ceremonias y cultos religiosos paganos.

Apocalipsis 22: 18/19 18 Solemnemente le advierto a cualquiera que escuche las palabras del mensaje profético de este libro: Si alguno añade algo a lo que está escrito, Dios le añadirá a él las plagas que se describen en este libro. 19 Y si alguno quita palabras de este libro de profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la santa ciudad, que aquí se describen. NBV.

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