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Job 25: 2/6 2 «El poder de Dios infunde temor; él hace la paz en las alturas de los cielos. 3 ¿Acaso pueden contarse sus ejércitos? ¿Hay quien pueda esconderse de su luz? 4 Si no, ¿cómo puede justificarse el hombre ante Dios? ¡Nadie que haya nacido de mujer está limpio de pecado!5 A los ojos de Dios, nada está limpio de impureza; ¡ni siquiera la blanca luna ni las brillantes estrellas! 6 ¡Todo hombre, todo ser humano, es impuro y miserable como un gusano!» RVC.
... nos ve, nosotros no vemos a nadie, nuestras mentes, repletas de escondites, dé trincheras, nos permiten pasar desapercibidos, de los que sometemos a emboscadas, especialmente a los niños, a las niñas, que usamos como medio múltiple para conseguir las provisiones para nuestras perversiones, la depravación sobre la comida, y sobre las prácticas que satiramente llamamos sexuales, es la manera como desarrollamos nuestras estrategias, para los juegos, que igualmente llamamos estilos de vida, o maneras de vivir.
Salmo 54: 1/7 1Dios mío, ¡sálvame por tu nombre! ¡Defiéndeme con tu poder! 2 Dios mío, ¡escucha mi oración! ¡Presta oído a las palabras de mi boca! 3 Gente extraña se ha levantado contra mí; gente violenta intenta matarme. Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta! 4 Pero tú, mi Dios, eres quien me ayuda; tú, Señor, eres quien sustenta mi vida. 5 Por tu fidelidad, ¡destrúyelos! ¡Devuélveles el mal a mis enemigos! 6 Yo, Señor, te ofreceré sacrificios voluntarios, y alabaré tu nombre, porque es bueno alabarte; 7 porque tú me has librado de toda angustia, y con mis ojos he visto la ruina de mis enemigos. RVC.
Nuestra olimpiada dé terror, aseguran los seres humanos, el mayor logro de nuestra existencia esclavizada por el pecado, que nos hace eternos merecedores del reino de la muerte, es decir del infierno, tiene epicentro en nuestras mentes-almas-, que nadie,. ni siquiera nosotros mismos "tenedores de cada alma-mente-, cada ser humano, conoce, porque jamás la ha visto, ni ha podido medir, ni pesarla, o calcular sus limites, representa nuestra completa seguridad, de quedar impunes, por nuestras practicas olímpicas de muerte.
Salmos 42: 1/4 1Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios. 2 Tengo sed de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir para estar delante de él? 3 Día y noche solo me alimento de lágrimas, mientras que mis enemigos se burlan continuamente de mí diciendo: «¿Dónde está ese Dios tuyo?». 4 Se me destroza el corazón al recordar cómo solían ser las cosas: yo caminaba entre la multitud de adoradores, encabezaba una gran procesión hacia la casa de Dios, cantando de alegría y dando gracias en medio del sonido de una gran celebración. NTV.
El monumental espacio en que se lleva a efecto la olimpiada del pecado y su consecuencia la muerte, es el mundo, entorno en que hemos diseñado y construido todo lo necesario, para ser siempre los ganadores, los envilecedores, para salirnos con la nuestra, y como parte de toda esa "grandiloestancia", hemos fabricado figuras, hecho estatuas, pintado figuras de todo cuanto se nos ocurre, principalmente el tema son mujeres, hombres, anímales, aves, ríos arboles, que son nuestros dioses y diosas, y hacen lo que les ordenamos.
Nadie no puede ver, y nosotros solo vemos las "sombras" de los niños, de las niñas, que llamamos hijos, a los que emboscamos, para corromperlos, para violarlos, y dejar que los sátiros copuladores, los violen también, si llegan a vernos, mientras practicamos la extremadamente pecaminosa depravación contra ellos, nos hundimos en el infierno sin remedio, diciéndoles "love you", incitándolos a que crean que el infierno es la forma en que sucede la "vida, y los obligan a que respondan "me too.
Romanos 1: 18/27 18 La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad y maldad de quienes injustamente retienen la verdad. 19 Para ellos, lo que de Dios se puede conocer es evidente, pues Dios se lo reveló; 20 porque lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, y pueden comprenderse por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues a pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón se llenó de oscuridad. 22 Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 24 Por eso Dios los entregó a los malos deseos de su corazón y a la impureza, de modo que degradaron entre sí sus propios cuerpos. 25 Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas. Hasta sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van en contra de la naturaleza. 27 De la misma manera, los hombres dejaron las relaciones naturales con las mujeres y se encendieron en su lascivia unos con otros. Cometieron hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibieron en sí mismos la retribución que merecía su perversión. RVC.