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Job 40: 1/6 El Señor también le dijo a Job: 2 «¿Te parece sabio discutir con el Todopoderoso? El que discute con Dios, tiene que responderle.» 3 Y Job le respondió al Señor: 4 «Indigno soy. ¿Qué te puedo responder? Más me conviene quedarme callado. 5 Una vez he hablado, así que no voy a responder. Hablé por segunda vez, y no lo volveré a hacer.» RVC.

... es, el que descaradamente, expone abiertamente, cínicamente, su trágica herencia, como copia, como repetición vengativa, que reta la dignidad de quienes no soporta, porque son con su conduct, con su manera de vivir, son la confrontación eficaz de su existencia perdida, en los rudimentos del mundo, especialmente de los rudimentos del sistema religioso, en los que se apoyan, para tratar de descomponer, los principios que estructura su inquebrantable, justicia, santidad, fruto del amor en que realmente están vivos.    

Éxodo 34: 6/9 6 Entonces pasó el Señor por delante de él y proclamó: El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad[a]; 7 el que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable; el que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación. 8 Y Moisés se apresuró a inclinarse[b] a tierra y adoró, 9 y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia ante tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros, aunque el pueblo sea de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por posesión[c] tuya. LBLA.

Cuál es el padre, que hecho uno con la madre, posan ante sus hijos, en la autoridad, que no tiene que ver con los cuerpos crecidos y llenos de pelos, sino con la presteza del cuidado, que comparte la experiencia personal, fruto de las etapas que se cumplieron hasta llegar a la posición, en que son responsable eternos por la trascendencia de sus hijos, e hijas, experiencia de ternura, de orden, de cercanía permanente, capaces de interesarse por cada hijo, e hija, en la edificación del carácter, que hace de los hijos dignos herederos de su padres. 

Lucas 17: 1/3 Jesús dijo a sus discípulos: «No se puede evitar que haya incitaciones al pecado; pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! 2 Mejor le sería que lo echaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeñitos. 3 ¡Tengan cuidado! DHH.

Porque los hijos obran siempre como testigos de lo que hacen sus padres, sus hermanos, sus parientes, y demás, son en efecto, "las esponjas", que recogen cada acto, cometido ante ellos, y/o contra ellos, como cimiento de su propia manera de conducirse, de actuar, ciertamente los caracteres recesivos de los vínculos de sangre, les dan rasgos de parecido fisico, pero nada obrara con mayor poder que, el ejemplo, esto entendido, sobre la base del principio, que, para los niños, no hay otra autoridad que sus padres.

Números 32: 11/15 11 “Los hombres mayores de veinte años, que salieron de Egipto, no fueron perfectos ni me han seguido; por eso no verán la tierra que juré darles a Abrahán, Isaac y Jacob. 12 Sólo la verán Caleb hijo de Yefune el quenizita, y Josué hijo de Nun, porque ellos sí fueron perfectos y me han seguido.” 13 (En efecto, la ira del Señor se encendió contra Israel, y durante cuarenta años los hizo andar errantes por el desierto, hasta que se acabó toda esa generación que hizo lo malo delante del Señor.) 14 »Y ahora resulta que ustedes, prole de pecadores, siguen el mal ejemplo de sus padres y añaden más a la ira del Señor contra Israel. 15 Si ustedes se apartan de él, él se apartará de ustedes y los dejará en el desierto, pero ustedes habrán acabado con todo este pueblo.» RVC.     

El carácter, es decir la forma de "ser", la dignidad, o la indignidad, son resultado de la convivencia, del compartir, los espacios que hacen el entorno en que los herederos, son dotados, por los que han de tener como patrimonio genuino, su carácter, valor que es apreciable como real tesoro, para heredarlo a sus descendientes, hechos capaces, de llenar de Dignidad sus espacios, o de indignidad, razon irrefutable, de los fundamentos de la vida, en que lo primero, el hecho y luego la explicación, el porqué.  

1 de Juan 2: 10/15 12 Les escribo a ustedes, hijitos, porque sus pecados les han sido perdonados por su nombre. 13 Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les escribo a ustedes, hijitos, porque han conocido al Padre. 14 Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno. 15 No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. RVC.

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