Zacarias 14: 10/13 10 »Toda la tierra, desde Gueba, en el norte, hasta Rimón, al sur de Jerusalén, será una extensa llanura, pero Jerusalén estará en un sitio elevado, abarcando el área que se extiende desde la puerta de la ciudad de Benjamín hasta el lugar conocido como de la puerta Vieja, y hasta la puerta del Ángulo, y desde la torre de Jananel hasta donde se encuentran los lagares del rey. 11 Y Jerusalén será de nuevo habitada por sus propios ciudadanos; en ella se gozará de paz y seguridad, y nunca más volverá a ser destruida. 12 »Y el Señor enviará una plaga contra todos los pueblos que lucharon contra Jerusalén. Serán como cadáveres vivientes, pues se les pudrirá la carne, se les hundirán los ojos en sus cuencas, y la lengua se les pegará al paladar. 13 Se llenarán del terror y la angustia provocados por el Señor, y pelearán unos contra otros, completamente confundidos. NBV.
... siempre, debido a la ceguera, que les impide "ver", porqué la existencia, es un combate diario, la pelea entre congéneres, la angustiante guerra enconada, que supura hastió, por el "encono", que escoce, sin lugar a cura, sin remedio, escozor agravado, por el aguijoneo, vicioso, crónico, que se ensaña dolosamente, la pernicia, la dependencia que lo hace indispensable, para seguir existiendo, la horripilante consumación del odio orgulloso, que inflama el egoísmo, de cada uno, de los seres humanos, que hace parte del mundo.
Lucas 21: 23/28 23 ¡Ay de las que estén embarazadas o amamantando en aquellos días! Porque habrá mucho sufrimiento en la tierra y este pueblo será castigado. 24 Unos morirán a filo de espada y a otros los llevarán prisioneros a todas las naciones. Los gentiles pisotearán a Jerusalén, hasta que llegue el tiempo señalado para ellos. 25 »Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y confundidas por el bramido del mar y de las olas. 26 Los hombres se desmayarán de terror por el miedo de lo que sucederá con el mundo. Todos los cuerpos celestes serán sacudidos. 27 Entonces verán al Hijo del hombre que viene en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, anímense y levanten la cabeza, porque su salvación está cerca». NBV.
Los seres puramente emocionales, sentimentales, circunstanciales, se mueven en el marco, de la conducta humana generalizada, entregada sin reservas al juego de la existencia, que se rige por las mismas reglas universales, por tanto, se atrincheran en sus propios egoísmos, listos a tender la emboscada, que les garantice salir del estado de terror en que respiran, ciegos, hasta el punto, en que sus principales victimas con los niños, a los que suelen llamar hijos.
Hechos 5: 1/6 1Pero un hombre llamado Ananías, junto con su mujer, de nombre Safira, vendió una finca 2 y, de acuerdo con la esposa, retuvo una parte del precio y puso lo restante a disposición de los apóstoles. 3 Pedro le dijo: — Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás te convenciera para mentir al Espíritu Santo, guardando para ti parte del precio de la finca? 4 Tuya era antes de venderla y, una vez vendida, tuyo era el producto de la venta. ¿Cómo se te ha ocurrido hacer una cosa semejante? No has mentido a los hombres sino a Dios. 5 Escuchar Ananías estas palabras y caer muerto al suelo fue todo uno, por lo que cuantos lo oyeron quedaron sobrecogidos de temor.
6 En seguida se acercaron unos jóvenes, amortajaron el cadáver y lo llevaron a enterrar. 7 Unas tres horas más tarde llegó su mujer, que ignoraba lo sucedido. 8 Pedro le preguntó: — Dime, ¿es este el valor total de la finca que vendisteis? Ella contestó: — Sí, ese es. 9 Pedro le replicó: — ¿Por qué os habéis confabulado para provocar al Espíritu del Señor? Escucha, ya se oyen a la puerta los pasos de los que vuelven de enterrar a tu marido; ahora te llevarán a ti. 10 Al instante cayó a sus pies y expiró. Cuando entraron los jóvenes, era ya cadáver; así que se la llevaron y la enterraron junto a su marido. 11 Como resultado de esto, la Iglesia entera y todos los que llegaron a saberlo quedaron sobrecogidos de temor. BLP.
La mayor evidencia del odio, es la confusión; no como se esperaría, en relación con cada ser humano, que haga parte de su estancia, sino por la cambiante, rapidez de sus emociones, sentimientos, circunstancias, cambio, que le atribuyen a lo fortuito del suceder, "incontrolable", que es la obra de lo sobrenatural, en la variedad de costumbres, y supersticiones, que los llenan de miedo, de modo que, la guerra, la pelea que le da nombre a los "hogares", es fruto de la trágica inconsistencia del carácter humano, carente de Principios.
Salmos 53: 1/5 1Las personas necias afirman que no hay Dios. Están corrompidas, sus obras son perversas; ¡no hay una sola que haga lo bueno! 2 Dios mira desde el cielo buscando entre la humanidad a ver si encuentra siquiera una sola persona que haga el bien y realmente busque a Dios. 3 Pero todos le han vuelto la espalda; todos se han corrompido. Ni siquiera uno es bueno, ¡ni uno! 4 ¿Es que los que hacen lo malo no pueden comprender nada? Devoran a mi pueblo como pan y rehúsan acudir a Dios. 5 Pero pronto un inaudito terror les sobrevendrá. Dios esparcirá los huesos de esos enemigos suyos. Están condenados, porque Dios los ha rechazado. NBV.
La animadversión, no es otra cosa que confusión, entre lo fugas, inútil, por perverso; los emolumentos del alma-mente-, en la forma de sentimientos, emociones, circunstancia y demás de la corrupta naturaleza humana, con respecto, a la solida, presencia personal de los niños, y demás, del entorno, en que trata de llevar adelante su existencia el ser humano, cuando puede anticipar, que, establecer genuinas relaciones con ellos, solo es posible por amor, el principio, inmodificable, que los hace, sólidos y confiables.
1 de Juan 4: 15/19 15 Si alguien cree y confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios vive en él y él en Dios. 16 Sabemos cuánto nos ama Dios porque hemos sentido ese amor y porque le creemos cuando nos dice que nos ama profundamente. Dios es amor, y el que vive en amor vive en Dios y Dios en él. 17 Y al vivir en Cristo, nuestro amor se perfecciona cada vez más, de tal manera que en el día del juicio no nos sentiremos avergonzados ni apenados, sino que podremos mirarlo con confianza y gozo, sabiendo que él nos ama y que nosotros lo amamos también. 18 No hay por qué temer a quien tan perfectamente nos ama. Su perfecto amor elimina cualquier temor. Si alguien siente miedo es miedo al castigo lo que siente, y con ello demuestra que no está absolutamente convencido de su amor hacia nosotros. 19 Como ven ustedes, si amamos a Dios es porque él nos amó primero. NBV.