!!! Señal !!!, ...

Lucas 11: 31/32 31En el día del juicio, la reina del Sur [a] se levantará y condenará a los hombres de esta generación, pues ella vino desde muy lejos para aprender de la sabiduría de Salomón. ¡Y yo les digo que aquí hay alguien más grande que Salomón! 32En el día del juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos cambiaron su vida cuando oyeron el mensaje de Jonás. ¡Y yo les digo que aquí hay alguien más grande que Jonás! PDT. 

... como la de Jonás, es la coincidente señal de Dios, ya no para la metropoli de Nínive, sino para el "mundo", la única generación que hace presencia sobre el planeta, suspendida en las regiones celestes, por el gobierno de satanás. mediante dos artificales columnas; la sociedad y el sistema religioso, que sirve de marco a la conducta humana,que hace de la manera como se pervertían los ninivitas, un juego de niños. 

Jonás 3:1/4 El SEÑOR habló por segunda vez con Jonás y le dijo: 2 «Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y avisa lo que te voy a decir». 3 Jonás obedeció al SEÑOR y se fue para Nínive, una ciudad tan grande que se necesitaban tres días para recorrerla. [a] 4 Al llegar, Jonás recorrió la ciudad todo un día anunciando a gran voz: «¡Nínive será destruida dentro de cuarenta días!» PDT.

Las autoridades "reales, políticas y religiosas", escucaron la voz de Jonás, y desconociendo, cínicamente su desvario pecaminoso, aucomplaciéndose, autojustificandose, ordenaron desplegar todos sus recuros en todas sus formas, para contrarestar, la posible ecatombe que vendria sobre la ciudad, según decía Jonas, hubo movimientos jams vistos, organzando medios, y refugios, todas las fuerzas de guerra, fueron puestas en alerta y a los habitantes para contrarrestar la amenza.

Jonás 3: 5/78 5La gente de Nínive le creyó a Dios, anunciaron ayuno y desde el más importante hasta el más humilde se vistieron con ropa áspera. 6Cuando el rey de Nínive se enteró de la noticia, se levantó del trono, se quitó sus vestidos reales, se puso ropa áspera y se sentó sobre cenizas. 7Entonces el rey dio a conocer esta orden a todo el pueblo: «Por orden del rey y sus altos funcionarios:

»Ninguna persona o animal, ni ganado ni rebaño, probará alimento alguno, ni pastará ni tomará agua. 8Al contrario, que se cubran todos, hombres y animales, con ropa áspera. Rueguen a Dios con todas sus fuerzas. Deje cada uno su mala conducta y abandone la violencia que ha estado cometiendo. PDT.

Es impensable, es un imposible, que se levanta como la mas grande utopia irrealizable, el solo pensar en que cambie, hoy, lo que ocurrió en la presencia del Creador, desde la magnificencia, imperial-pontificia-, política y religiosa, de la jebús, que era Jerusalen, en donde se resumia, la arrogancia idolatrica ejercida desde roma, arropada por la pestilente, fanática religion, lo despreciaron hasta tratar de :manosearlo", con pezunas cabrias, y lo colgaron de la cruz.      

Mateo 12: 38/40 38Un día, algunos maestros de la ley religiosa y algunos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron:—Maestro, queremos que nos muestres alguna señal milagrosa para probar tu autoridad. 39 Jesús les respondió:—Solo una generación maligna y adúltera exigiría una señal milagrosa; pero la única que les daré será la señal del profeta Jonás. 40 Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches. NTV. 

El pecado que supuran sus exitencias, en cada instante de sus actividades sociales y religiosas, exige Justicia, pues se ha extendido, como lo que es, la plaga mortal, incurable, irremediable que los pondrá en el panteón eterno llamado infierno, la plaga solo muere mediante la vacuna que contiene el único ingrediente con poder para eliminarla; el arrepentimiento, que es ofrecido como sacrificio vivo ante la cruz, en la que al ver al Creador desfigurado, aniquilado, entienden el horrendo poder del pecado.  

Lucas 13: 1/5 En ese momento estaban allí algunos que le contaron a Jesús el caso de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios que ellos ofrecían. 2 Jesús les dijo: «¿Y creen ustedes que esos galileos eran más pecadores que el resto de los galileos, sólo porque padecieron así? 3 ¡Pues yo les digo que no! Y si ustedes no se arrepienten, también morirán como ellos. 4 Y en el caso de los dieciocho, que murieron aplastados al derrumbarse la torre de Siloé, ¿creen ustedes que ellos eran más culpables que el resto de los habitantes de Jerusalén? 5 ¡Pues yo les digo que no! Y si ustedes no se arrepienten, también morirán como ellos.» RVC. 

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