! Arena !, ...
Mateo 7: 24/27 24»Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. 25Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca. 26Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. 27Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!» DHH.
... es la estancia generalizada sobre la que, los seres humanos construyen su morada terrenal; la existencia no les alcanza nunca para conseguir "armar" concreto, sobre la superficie erosionada por la injusticia-pecado- de este mundo; sus esfuerzos son el frenesí de angustia, que los lleva a realizar "cálculos", muy juiciosos, empeñados en asegurar las esmeradísimas y encumbradas estructuras, en que guarecen los cuerpos, con intenciones de perpetuarse.
Lucas 13: 1/5 Por aquel mismo tiempo fueron unos a ver a Jesús, y le contaron que Pilato había mezclado la sangre de unos hombres de Galilea con la sangre de los animales que ellos habían ofrecido en sacrificio. 2Jesús les dijo: «¿Piensan ustedes que esto les pasó a esos hombres de Galilea por ser ellos más pecadores que los otros de su país? 3Les digo que no; y si ustedes mismos no se vuelven a Dios, también morirán. 4¿O creen que aquellos dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima eran más culpables que los otros que vivían en Jerusalén? 5Les digo que no; y si ustedes mismos no se vuelven a Dios, también morirán.» DHH.
La percepción de si misma, hace que la gente, se identifique por completo con su cuerpo, profundamente ignorantes de su alma-mente-, de manera que todo en que la existencia sea entendida, se basa en el cuerpo, en la entera dedicación, o bien a su cuidado, o bien, como ha sucedido, y sucede y sucederá, con la mayoría de los seres humanos, a destruirlo, por la errada percepción de lo que ha de ser provisto para el cuerpo, por la influencia ejecutiva que ejerce la mente sobre el cuerpo.
1 de Pedro 2: 11/12 11Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma. 12Mantened entre los gentiles una[a] conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os calumnian como malhechores, ellos, por razón de[b] vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación[c]. LBLA.
La sociedad humana, es "nativa por derecho propio, de este mundo", la especie humana, desarrolla su naturaleza mentalmente, pues es el alma, enajenada por las fuerzas del mundo supraterreno, la que determina la ciudadanía mundanal, carnal, diabólica, es así y por eso que todos los seres humanos, nacen portadores del acta de decretos, que los hace propiedad del dios de este mundo, responsables ante su dueño, de cumplir todas las "responsabilidades de esclavos".
Filipenses 1: 17/18 27Sobre todo, deben vivir como ciudadanos del cielo, comportándose de un modo digno de la Buena Noticia acerca de Cristo. Entonces, sea que vuelva a verlos o solamente tenga noticias de ustedes, sabré que están firmes y unidos en un mismo espíritu y propósito, luchando juntos por la fe, es decir, la Buena Noticia. 28No se dejen intimidar por sus enemigos de ninguna manera. Eso les será por señal a ellos de que serán destruidos, mientras que ustedes serán salvos, aun por Dios mismo. NTV.
Los ciudadanos del mundo, disfrutan de su ciudadanía, abriéndose paso para ocupar su lugar en la "estancia", que es en verdad, las regiones celestes; la conducta que los caracteriza es demostración de su estado mental-alma- centrada en la sofisticación de la satisfacción de los deseos de sus cuerpos, satisfacción que es contraria, a lo que realmente debe satisfacerlos; la gente de este mundo, no puede asimilar, que algunos pocos, vivan en carpas, y avancen hacia el cielo lugar de sus ciudadanía.
Filipenses 3: 17/21 17Hermanos míos, sigan mi ejemplo. Y fíjense en los que así lo hacen. 18Hay muchos que viven como si la muerte de Cristo en la cruz no sirviera de nada. Eso ya se lo había dicho a ustedes varias veces, pero ahora vuelvo a repetirlo con lágrimas en los ojos. 19Esa gente va a terminar en el infierno. Vive sólo para comer, y está orgullosa de lo que hace, cuando en realidad debería sentir vergüenza. Sólo piensa en las cosas malas de este mundo. 20Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, y esperamos que de allí vuelva nuestro Salvador, el Señor Jesucristo. 21Nuestros débiles cuerpos serán destruidos, pero él los transformará en cuerpos gloriosos como el suyo. Esto lo hará con el mismo poder con que controla todo el universo. TLA.