! el impío !, ...

1 Samuel 2: 1/10  1En ti, Señor, mi corazón se regocija; En tu nombre, mi fuerza es mayor. Ahora puedo burlarme de mis enemigos porque me regocijo en tu salvación. 2 Nadie es santo como tú, Señor. Fuera de ti, no hay nadie más. No hay mejor refugio que tú, Dios nuestro. 3 Que nadie se jacte ni sea altanero; que aparte la insolencia de sus labios, porque sólo el Señor es quien lo sabe todo; es el Dios que pondera toda acción. 4 El Señor quiebra los arcos de los poderosos, y reviste de poder a los débiles. 5 Los que eran ricos, ahora mendigan trabajo; los que sufrían de hambre han sido saciados. Aun la estéril ha dado a luz siete hijos, y la mujer fecunda ahora desfallece. 

6 El Señor da la vida, y la quita; nos lleva al sepulcro, y nos rescata de él.7 El Señor da pobreza y riqueza; el Señor nos humilla y nos enaltece. 8 Al pobre lo levanta de la nada, y saca de la inmundicia al mendigo para sentarlo entre los príncipes. Del Señor son las bases de la tierra; sobre ellas ha afirmado el mundo. 9 El Señor vigila los pasos de sus fieles, pero los impíos mueren en medio de las tinieblas, Porque nadie triunfa por sus propias fuerzas. 10 Ante el Señor son derrotados sus enemigos; desde el cielo lanza rayos sobre ellos. El Señor es juez de los confines de la tierra; otorga poder al Rey que escogió, y exalta el poder de su Ungido. RVC.

... jamás está disponible, siempre está en el lugar equivocado, a la hora equivocada, con gente equivocada-extraños-, merodeando alrededor de los dispensarios que proveen para calmar pírricamente su dependencia, su enajenada mente-alma- que se viste de etiqueta para cubrir el envilecimiento del que es victima; tal envilecimiento que es descargado con todo su "peso" sobre cualquier dignidad genuina que se manifieste en sus subterráneos acechos.  

Judas 1: 14 Acerca de ellos profetizó también Enoc, el séptimo en orden a partir de Adán, y dijo: «¡Miren! El Señor viene con sus miríadas de santos. 15 Viene para juzgar a todos, y condenará a todos los impíos por todas las malas obras que en su impiedad han cometido, y por todas las insolencias que los pecadores e impíos han lanzado contra él.» 16 Éstos critican y se quejan de todo, y sólo buscan satisfacer sus propios deseos. Son arrogantes al hablar, aunque también lisonjean a los otros para sacar provecho. RVC. 

Hay que destruir todo "hábito" que no sea visto encorbatado en los escenarios sociales, y los espectaculares  atuendos en rojo y purpura, adornados con filacterias-flecos, borlas- a los les agregamos como accesorio pedazos e papel que refieren algunos contenidos de las sagradas escrituras, forma como nos exhibimos en los escenarios religiosos, exuberancia impía que intenta cubrir, esconder la espantosa podredumbre de sus adicciones, diabólicas.

Mateo 23: 1/7 1Tiempo después, Jesús les dijo a la gente y a sus discípulos: 2 «Los fariseos y los maestros de la Ley son los que más conocen la ley de Moisés. 3 Ustedes deben hacer todo lo que ellos digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque enseñan una cosa y hacen otra. 4 Imponen mandamientos muy difíciles de cumplir, pero no hacen ni el más mínimo esfuerzo por cumplirlos. 5 Todo eso lo hacen para que la gente los vea y los admire. 

Por eso escriben frases de la Biblia en papelitos que guardan en cajitas de cuero, y se las ponen en la frente y en los brazos. Cada vez hacen más grandes esas cajitas y los flecos que le ponen a la ropa, para que la gente piense que son muy obedientes a Dios. 6 Cuando van a la sinagoga o asisten a fiestas, les encanta que los traten como si fueran los más importantes. 7 Les gusta que la gente los salude en el mercado con gran respeto, y que los llame maestros. TLA. 

¿Es que puede haber hábitos que proporcionen mayor satisfacción efímera; tan corta que agota los minutos ininterrumpidamente, hasta agotar el lapso en que existen los insensibles, implacables sacrílegos seres humanos, irreverentes, odiadores de si mismos hasta la muerte? La respuesta nos viene del Creador, la respuesta está consagrada en El Evangelio, que nos explica la forma como Cristo Jesús Vivió, haciendo del Amor, el Unico Hábito que trasciende de este tiempo al venidero.

1 de Pedro 4: 15/19 15 Que ninguno de ustedes sufra por ser homicida, ladrón o malhechor, ni por meterse en asuntos ajenos. 16 Pero tampoco tenga ninguno vergüenza si sufre por ser cristiano. Al contrario, glorifique a Dios por llevar ese nombre. 17 Ya es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si comienza primero por nosotros, ¿cómo será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Además: «Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde quedarán el impío y el pecador?» 19 Así que aquellos que sufren por cumplir la voluntad de Dios, encomienden su alma al fiel Creador, y hagan el bien. RVC.

La impiedad que caracteriza al impío, es la "devoción" por si mismo, la fascinación por la injusticia-pecado-, la adoración de la muerte, descripción sencilla de la antropofagia, que usa como paliativo de sus depravadas dependencias, "la carne de los hijos, de los papas, de los hermanos, de los amigos-cómplices-, de todo lo que sus enajenadas mentes-almas-, conducidas por satanás, los incitan, les animan, les motivan, positivamente.

Tito 1: 10/17 10 Porque por allí andan muchos que no obedecen la verdadera enseñanza, sino que engañan a los demás con sus enseñanzas tontas. Esto pasa, sobre todo, con algunos de ustedes que insisten en seguir practicando la circuncisión. 11 No los dejes enseñar, porque confunden a familias enteras, y lo hacen sólo para ganar dinero.

12 Fue uno de los propios profetas de Creta el que dijo: «Esa gente de Creta es mentirosa,
glotona y perezosa. Se portan como animales salvajes.»

13 ¡Y es verdad! Por eso tienes que reprender mucho a esta clase de gente, y ayudarla para que vuelva a confiar en Jesucristo como es debido. 14 Ayúdalos a no prestar atención a mandamientos dados por gente mentirosa, ni a cuentos inventados por los judíos. 15 Los que obedecen sinceramente a Jesucristo consideran que todo es bueno. Pero los que no obedecen ni confían en él, creen que nada es bueno; sólo piensan en lo malo, y no les remuerde la conciencia. 16 Dicen que conocen a Dios pero, cuando vemos el mal que hacen, sabemos que eso no es cierto. Son odiosos y desobedientes, incapaces de hacer algo bueno.
TLA. 

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