¡¡ Ocupados ¡¡, ...
Romanos 8: 1-10 Por tanto, no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, 2porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3Porque Dios ha hecho lo que para la ley era imposible hacer, debido a que era débil por su naturaleza pecaminosa: por causa del pecado envió a su Hijo en una condición semejante a la del hombre pecador, y de esa manera condenó al pecado en la carne, 4para que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros, que no seguimos los pasos de nuestra carne, sino los del Espíritu.
5Porque los que siguen los pasos de la carne fijan su atención en lo que es de la carne, pero los que son del Espíritu, la fijan en lo que es del Espíritu. 6Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7Las intenciones de la carne llevan a la enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8además, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios 9Pero ustedes no viven según las intenciones de la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está en verdad muerto a causa del pecado, pero el espíritu vive a causa de la justicia. RVC.
... en lo que "todo el mundo" se ocupa, preocupados de la misma manera que se preocupa todo el mundo, explican la practica; esto es la bitácora en que están consignados los datos de nuestra "navegación"; el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes sucedidos durante los lapsos que se cuentan como días, que por la realidad que los registra, derriban los argumentos con los que la gente suele", solemos, declararnos distintos, diferentes, de los demás.
El Hijo de Dios encarnado, en las proporciones exactas en que fue creado el hombre, vino del cielo y vivió en el mundo, por mas de treinta y tres años, en los que no se contó un solo acto de injusticia, es decir de pecado, mas bien el pecado, jamás tubo acceso a su estilo de vida, nada de lo que ocupó y ocupa a la humanidad; nada de lo que preocupó y preocupa a la humanidad, tuvo que ver con su manera de Vivir, pues Cristo Jesus jamás pecó.
Hebreos 4: 14-16 14Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos. 15 Pues nuestro Sumo sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; sólo que él jamás pecó. 16 Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad. DHH.
Hombre conforme a la creación de su Autoría; Creador en lo Absoluto, vino a condenar el pecado cometido por los hombres; por los hombres separados de la vida, es decir aislados del Espíritu, separados de Dios, confinados a sus mentes-almas-, desde las que satanás ejerció su dominio esclavizador; el hijo del hombre evidencio con su estilo de Vida, la naturaleza pecaminosa de los seres humanos, centrada en satisfacer los apetitos y deseos de la carne.
La Naturaleza Divina que es Espiritual, ejerce su Autoridad sobre la mente-alma- regulando el ejercicio de las acciones "corporales", para que recuperen el propósito que les fue dado por el Creador, de manera que lo espiritual, sea no, la ocupación, o preocupación estériles de la naturaleza carnal, sino el ejercicio del poder que viene de Dios, para llevar a efecto el propósito espiritual de vida, recibido como fruto de la transformación que fue realizada en la cruz y en la tumba vacía.
Romanos 8: 5-10 5Porque los que siguen los pasos de la carne fijan su atención en lo que es de la carne, pero los que son del Espíritu, la fijan en lo que es del Espíritu. 6Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7Las intenciones de la carne llevan a la enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8además, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios 9Pero ustedes no viven según las intenciones de la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está en verdad muerto a causa del pecado, pero el espíritu vive a causa de la justicia. RVC.