¡¡ La malicia ¡¡, ...

Hechos 4: 9-12 9¿nos están juzgando hoy por sanar a un paralítico? ¿Quieren saber quién lo sanó? 10 Pues sepan ustedes y todo el pueblo de Israel que este hombre fue sanado por el poder de Jesucristo de Nazaret, a quien ustedes crucificaron, pero Dios lo levantó de la muerte. Este hombre estaba paralítico y ahora está completamente sano gracias a Jesús. 11 Este Jesús es: “La piedra que ustedes los constructores rechazaron se ha convertido en la piedra principal”. [a] 12 ¡Sólo en Jesús hay salvación! No hay otro nombre en este mundo por el cual los seres humanos podamos ser salvos. PDT.

... religiosa, desarrolla la estrategia con la que encubre el sacrílego adulterio contra Dios, elevando el orgullo que produce el ego, a al categoría de absoluto, que por serlo, es "intocable", respetable, incuestionable, soberano, en todas sus manifestaciones, de manera que la sociedad y la religión, están al riguroso servicio del egoísmo, implantado por satanas en la mentes-almas- de cada uno de los seres humanos, que hacen efectiva su maliciosa conducta, visible en el caos que impera en el mundo.

1 de Timoteo 4: 1-2 El Espíritu Santo dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, les harán caso a espíritus que mienten y seguirán enseñanzas de demonios. 2Esas enseñanzas llegan a través de mentirosos quienes con sus palabras falsas engañan a la gente. Ellos no saben la diferencia entre el bien y el mal. Es como si su entendimiento hubiera sido quemado con hierro candente. PDT. 

En el estado espiritual generalizado alrededor del "mundo", predomina la cotidianidad de la mentira, el asesinato, el robo, la destrucción, que es indispensable para la existencia individual, que navega en la creencia de tener "derecho", a someter y-o ser sometido, sin que este reino de injusticia y terror, tenga relación alguna con el cuidadoso egocentrismo que le da a cumplir con las reglas, normas y doctrinas de la religioso, que de todos modos satisfacen el orgullo.

Juan 16: 6-11 6Eso sí, al anunciaros estas cosas, la tristeza se ha apoderado de vosotros. 7Sin embargo, la verdad es que os conviene que yo me vaya. Porque si yo no me voy, el Abogado no vendrá a vosotros; pero, si me voy, os lo enviaré. 8Cuando él venga demostrará a los que son del mundo dónde hay pecado, dónde un camino hacia la salvación y dónde una condena. 9El pecado está en que ellos no creen en mí; 10el camino hacia la salvación está en que yo me voy al Padre y ya no me veréis; 11y la condena está en que el que tiraniza a este mundo ya ha sido condenado. BLP.

El sistema religioso, define, reglas, normas y doctrinas acerca de la conducta egocéntrica, que ha de ser satisfecha sin reservas ni limitaciones, dentro del marco malicioso que sostiene con pertinacia el herético error religioso, por sobre el pecado, despreciando hasta la profanación, la Unica, la Absoluta  salvación de la muerte que produce el pecado; despreciando la Sangre que El Creador Cristo Jesus, Vertió en la Cruz, sellando con lacre de eternidad la muerte.

Hebreos 10: 26-31 26Porque si seguimos pecando intencionalmente después de haber conocido la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados; 27solamente nos queda la terrible amenaza del juicio y del fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios. 28Cuando alguien desobedece la ley de Moisés, si hay dos o tres testigos que declaren contra él, se le condena a muerte sin compasión. 29Pues ¿no creen ustedes que mucho mayor castigo merecen los que pisotean al Hijo de Dios y desprecian su sangre, los que insultan al Espíritu del Dios que los ama? Esa sangre es la que confirma la alianza, y con ella han sido ellos consagrados. 30Sabemos que el Señor ha dicho: «A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré.» Y ha dicho también: «El Señor juzgará a su pueblo.» 31¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios viviente! DHH. 

La severa decadencia con la que el sistema religioso, inyecta malicia en cada acto de la conducta de la gente, los sumerge en le inmenso ceremonial secreto y oscuro a los demonios, en la forma de hombres y de mujeres ataviados a usanzas antiguas, y a todo lo que forma parte del suelo, consumando el pecado imperdonable de la idolatría; no creer en lo Absoluto en Dios, que es no creer en Cristo Jesus, el autor y consumador de la fe que Salva de la muerte eterna.

Juan 3: 16-21 16»Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. 17Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18»El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. 19Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. 20Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. 21Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios. DHH.

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