El terror, ...

Proverbios 8: 34/36 34Bienaventurado el hombre que me oye, trasnochando a mis puertas cada día, guardando los umbrales de mis entradas. 35Porque el que me hallare, hallará la vida; y alcanzará la voluntad del SEÑOR.36Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen, aman la muerte. JBS. 23Porque la paga del pecado es muerte; mas la gracia de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Romanos 6: 23. JBS. 51De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre. Juan 8: 51. JBS.
 
... que esclaviza a la gente frente a la expectativa de la "muerte", parece estar justificado por lo irreversible de tal suceso, sin embargo la verdad esta en la íntimo de cada ser humano que es cuestionado por su conciencia en otra dirección; lo cierto es que la advertencia no es por lo que sabemos "no puede ser solucionado"; se trata del gravísimo hecho irreversible de seguir muerto por toda la eternidad, esta es la causa real del pánico, en que cae la gente cuando es cuestionada por que su cuerpo dejará de funcionar morirá; este es el estado en que la soberanía de la voluntad de cada criatura podría llevar a los dispuestos, ante su Creador para recibir el perdón, y no morir jamás.        
    
Juan 11: 1,5/7,17,20/26 Y estaba enfermo cierto hombre llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta. 5Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6Cuando oyó, pues, que Lázaro estaba enfermo, entonces se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7Luego, después de esto, dijo* a sus discípulos: Vamos de nuevo a Judea. 17Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro. 20Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, fue a su encuentro, pero María se quedó sentada en casa. 21Y[b] Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá. 23Jesús le dijo*: Tu hermano resucitará. 24Marta le contestó*: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final. 25Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, 26y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? LBLA.
 
Como Marta y María, en efecto el suceso de la muerte nos ponía a prueba, a gran prueba, pero esto fue parte del "antes", era terror antes del  encuentro Personal con Cristo Jesús, cuando sucedió el Milagro propiciado por el corazon anhelante que recibió honor de Dios por el Poder del Espíritu Santo, honor que dignifica a los quebrantados que desfallecen de vergüenza por la multiforme manera como pecaron contra Dios, los temblorosos anhelantes del  perdón de su Creador, perdón que los sella como redimidos de la muerte decretada como eterna, para venir a "ser", los hijos de Dios, sellados por Dios Espíritu Santo como miembros eternos de su Familia.
 
Romanos 8: 29/31 29Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor[a] de muchos hermanos. 30Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria. NTV. 9Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida *santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo; 10y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante el evangelio. 2 de Timoteo 1: 9/10. NBD.
 
La muerte es usada como plataforma de lanzamiento por el dios de este mundo, para la diversificación del pecado, la gama de hechos que por viles, paganos, traidores e infieles, aceleran la "angustia" de la gente por incluir en su propia experiencia, la mayoría de placeres, que se ofertan, los componentes del éxito que se ofrecen y la acumulación inútil y sobreestimada de "mana", que siempre se pudrirá, debido al acido de la prosperidad egoísta; como no sabes cuando "morirás", dedicate frenéticamente a "vivir", saca partido de todo lo que puedas, sin que importe lo que tengas que hacer para lograrlo, los métodos que se requieran; como la gente que te sirve de escalera.
 
Lucas 12: 16/  16Y les contó esta parábola — Una vez, un hombre rico obtuvo una gran cosecha de sus campos. 17 Así que pensó: “¿Qué haré ahora? ¡No tengo lugar bastante grande donde guardar la cosecha! 18 ¡Ya sé qué haré! Derribaré los graneros y haré otros más grandes donde pueda meter todo el trigo junto con todos mis bienes. 19 Luego podré decirme: tienes riquezas acumuladas para muchos años; descansa, pues, come, bebe y diviértete”. 20 Pero Dios le dijo: “¡Estúpido! Vas a morir esta misma noche. ¿A quién le aprovechará todo eso que has almacenado?”. BLP. 14Cada uno es puesto a prueba por su propia pasión desordenada, que lo arrastra y lo seduce. 15Semejante pasión concibe y da a luz al pecado; y este, una vez cometido, origina la muerte. Santiago 1: 15/15. BLP.
 
El Amor hecha fuera el terror, El Amor es Vida, vida que se manifiesta en el mundo aterrorizado por la muerte, brindando certeza de trascendencia después de la muerte física, que sucede en "este mundo", salvo los que pudieran ser trascendidos de este mundo al cielo, sin experimentar la muerte corporal, la muerte física-, pero que por la disposición de la Voluntad de Dios, serán iguales en naturaleza Divina, personas integrales; cuerpo alma y espíritu, que por los méritos de su Señor y Salvador Cristo Jesús, son hechos hijos de Dios, dotados de los atributos de Santidad Justicia y Amor, que les permite ser ciudadanos del cielo.
 
1 de Juan 3: 13/15 13Hermanos míos, no se extrañen si los que son del mundo los odian. 14Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida, y lo sabemos porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama, aún está muerto. 15Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino puede tener vida eterna en sí mismo. DHH.  18Amor y temor, en efecto, son incompatibles; el auténtico amor elimina el temor, ya que el temor está en relación con el castigo, y el que teme es que aún no ha aprendido a amar perfectamente.  1 de Juan 4: 18 BLP.    

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