Por tanto, ...
Gálatas 4: 4/6 4Pero cuando vino la plenitud (el cumplimiento) del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, 5a fin de que redimiera a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. 6Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: “¡Abba! ¡Padre! ”NBLH. 8Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; 9no por[a] obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. Efesios 2: 8/10. NBLH.
... afirmar ser cristiano, nada tiene en relación con fijación de metas y el desempeño en que cada quien se compromete dentro de la sociedad y el sistema religioso, los que se encargan de calificar y hasta de cuantificar, los logros que los "tratantes", van acumulando en sus individuales registros, para que, según el criterio con el que proceden los seres humanos en todo lo que hacen, decidan "otorgar" certificados luego de "exhaustivos" análisis, que claro no tienen nada que ver con el desempeño del postulado, sino con la manipulada conveniencia para las maquinaciones del dios de este mundo.
1 de Corintios 12: 1/3 Queridos hermanos, quiero que sepan acerca de las capacidades que da el Espíritu Santo. 2 Cuando ustedes aún no habían creído en Cristo, cometían el error de adorar ídolos que ni siquiera pueden hablar. 3 Sólo quienes son guiados por el Espíritu Santo reconocen que Jesús es el Señor. Por eso, quiero que entiendan que ninguna persona puede maldecir a Jesús, si es guiada por el Espíritu Santo. TLA.14El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. Y tampoco las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente. 15Pero aquel que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas, y nadie lo puede juzgar a él. 16Pues la Escritura dice: «¿Quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá instruirle?» Sin embargo, nosotros tenemos la mente de Cristo. 1 de Corintios 2: 14/16. DHH.
Afirmar "soy cristiano", es un absoluto de Dios, es de su Soberana Voluntad demostrar ante el mundo el efecto de su Amor en los individuos que han sido llevados por el Espíritu Santo a "conocer" el orden espiritual, los que en el comienzo de semejante experiencia, reciben la capacidad para oír la Voz de Dios modulada íntegramente en el encuadernado Sagrado, que ha sido sellado en ellos y para ellos, la inconmensurable revelación de Dios para los cristianos que encuentran en la Biblia, la explicación al Cristo Jesús que los ha hecho su habitación, los hijos que por su estilo de vida son el Evangelio, que es Cristo Jesús, esencia viva de cada Palabra pronunciada por Dios.
Juan 5: 39/40 39Ustedes estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque esperan encontrar en ellas la vida eterna; sin embargo, aunque las Escrituras dan testimonio de mí, 40ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida. DHH. 17Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas 18y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos. 19Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras. 20Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes. Mateo 10: 17/20. DHH.
Los esclavizados por el dios de este mundo, en especial, en el tiempo presente el "hombre de pecado", revelado como "ultimo recurso, por el reino de las tinieblas, ante la inminencia del avance en los Planes de Dios para dar por cumplida su Justicia, publican con desespero infernal, somos cristianos, soy cristiano, y lo hacen a "pesar" de la evidencia pagana y pervertida de sus existencias, pero con la garantía que le da la ignorancia de sus millones de seguidores acerca de la Palabra de Dios, de la Biblia, la que desconocen en absoluto, argumentado en contrario debido a que según "afirman", hemos "leído" uno que otro versículo, en tanto leemos montañas de escritos humanos.
Romanos 8: 15/18 15Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: «¡Abbá! ¡Padre!» 16Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios. 17Y puesto que somos sus hijos, también tendremos parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, puesto que sufrimos con él para estar también con él en su gloria. 18Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. DHH. 10El que cree en el Hijo de Dios, lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios, lo hace aparecer como mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. 1 de Juan 5: 10/11. DHH.
Dios el Padre, da testimonio de si a través de su Unigénito Hijo Cristo Jesús, y le da honor a su obra de Amor sellando para si a los "discípulos", que por ser sus seguidores, son hechos hijos de Dios, son los "testimonios vivos de Cristo Jesús" y por esta razón son coparticipes de la herencia de Dios, para los hijos que cuentan con la Promesa del Padre, de darles participación en la gloria de su Hijo, que es glorificado "en este mundo", por la manera de vivir, por la puesta en practica del Amor, que es igual a la practica del Evangelio, que es el marco en que se conoce a Cristo Jesus, eficacia del conocimiento exacto del Padre, pues los que tienen al Hijo, tienen al Padre por el Poder del Espíritu Santo.
Juan 14: 6/9,25/27 6—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. 7Si ustedes realmente me conocieran, conocerían[a] también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen y lo han visto. 8—Señor —dijo Felipe—, muéstranos al Padre y con eso nos basta. 9—¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre ustedes, y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre”? 25»Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. 26Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. 27La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. NBD.