Opuestos, ...

Filipenses 2: 1/8 Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto[a] y compasión, 2hagan completo mi gozo, siendo[b] del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. 3No hagan nada por egoísmo (rivalidad) o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, 4no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. 5Haya, pues, en[c] ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7sino que Se despojó a sí mismo[d] tomando forma de siervo, haciéndose[e] semejante a los hombres. 8Y hallándose en forma de hombre, se humilló El mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. NBLH.
 
... al orgullo y la arrogancia, los hijos de Dios en Cristo Jesús, son mansos, son humildes de corazón, pues es Cristo Jesús quien llena esos corazones del opuesto al odio, porque El Es Amor. El Es la sobreabundancia que hace de cada movimiento de sus amados templos, el poder incomprensible en el que se identifican las personas de entre los seres humanos que simplemente existen "motivados por sus mentes-animas-; El es la suficiencia en que sus amados redimidos y nuevos creados para Dios como hijos, son la perspectiva inequívoca en se puede ver el cielo.
 
Mateo 11: 28/30 28¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso! 29¡Poned mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón! Así encontraréis descanso para vuestro espíritu, 30porque mi yugo es fácil de llevar, y mi carga ligera. BLP.  4Felices los que están tristes, porque Dios mismo los consolará. 5Felices los humildes, porque Dios les dará en herencia la tierra. 6Felices los que desean de todo corazón que se cumpla la voluntad de Dios, porque Dios atenderá su deseo. Mateo 5: 4/6. BLP. 
 
Los hijos de Dios, creados por la eterna mano Creadora de Cristo Jesús, son la evidencia con la que Dios manifiesta su presencia en "este mundo", pues cada paso de su caminar es "dado" en dirección a su hogar; es tal peso de su "ser integral", cuerpo alma y espíritu, que siempre "están" sobre el suelo, nada de lo que "eleva" a los seres humanos que es ofrecido por el dios de este mundo, tiene valor para ellos excepto por lo que transitoriamente les es necesario para "sostener sus cuerpos, durante el cumplimiento del propósito que Dios les dió. -1 de Tesalonicenses 5: 23-  
 
Romanos 12: 15/18  15Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. 16Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes. No presuman de sabios. 17No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. 18Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos. DHH. Yo, Pablo, preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de acuerdo con el llamamiento que recibieron de Dios. 2Sean siempre humildes, amables, tengan paciencia, sopórtense con amor unos a otros. 3El Espíritu los ha unido con un vínculo de paz. Hagan todo lo posible por conservar esa unidad, permitiendo que la paz los mantenga unidos. Efesios 4: 1/3. PDT.
 
El factor que agrega el mayor peso a las personas que reciben el nombre de cristianos, es la "unión", aquella realidad que El señor explica tomando como ejemplo el cuerpo en el que hay diversos miembros, pero que le dan forma y función al cuerpo, porque son Parte del cuerpo que tiene "una sola cabeza", que es Cristo Jesús, ese cuerpo de Cristo que es la iglesia, que es la familia, que unida por el mismo amor, se realizan como personas en el dulce cuidado que se prodigan unos a otros, de la manera como hace el hortelano que cuida la huerta en la diversidad de sus plantas. 
 
1 de Corintios 12: 5/7,12/13,25/27 5Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. 6Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. 7Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. 12El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. 13Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu. 25para que no haya desunión en el cuerpo, sino que cada miembro del cuerpo se preocupe por los otros. 26Si un miembro del cuerpo sufre, todos los demás sufren también; y si un miembro recibe atención especial, todos los demás comparten su alegría. 27Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular. DHH.
 
Este es un "cuerpo" sin igual; los que tengan la posibilidad de acercarse a "ese cuerpo", no quedarán en la misma situación en que estaban antes de tener la cercanía, porque en verdad habrán tenido un acercamiento con lo que para ellos es locura, es mito, es historia, y nadie puede creer que sea real o que "Dios exista"; la cercanía con Cristo Jesús, les dejara un aroma impregnado en las "afueras" de su nariz, la exquisitez jamás experimentada, la fragancia que les revelará lo que es la vida y la muerte, precisamente porque su propio olor luchará por disipar la fragancia de Cristo Jesús.
 
2 de Corintios 2: 14/16 14Gracias a Dios que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo y que por medio de nosotros da a conocer su mensaje, el cual se esparce por todas partes como un aroma agradable. 15Porque nosotros somos como el olor del incienso que Cristo ofrece a Dios, y que se esparce tanto entre los que se salvan como entre los que se pierden. 16Para los que se pierden, este incienso resulta un aroma mortal, pero para los que se salvan, es una fragancia que les da vida. ¿Y quién está capacitado para esto? DHH.  17Entonces el Señor me dijo: «¿Lo ves? ¡No le ha bastado al pueblo de Judá con hacer aquí estas cosas tan detestables, que además ha llenado el país de actos de violencia! Una y otra vez provocan mi ira, y hacen que su pestilencia me llegue a la nariz. Ezequiel 8: 17. DHH.
 

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