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2 de Tesalonicenses 2: 1/4 Hermanos, con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él, les rogamos ²que no cambien fácilmente de manera de pensar. No se dejen asustar por nadie, ni siquiera por un espíritu, una palabra, o una carta que pretenda aparecer como nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. ³De ninguna manera se dejen engañar. Porque ese día no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, es decir, el hijo de perdición, ⁴el cual se opone y se enfrenta a todo lo que se llama Dios o es objeto de culto. Llega al grado de sentarse en el templo de Dios y de ocupar su lugar, haciéndose pasar por Dios. RVC.

 

... antes de la apostasía, de la rebelión de los seres humanos contra Dios, cuando aún los escogidos se volverán atrás para  arrodillarse conturbados hasta las lagrimas, frente al hombre de pecado, el hijo de perdición; es hasta cuando el Evangelio, que es el nombre de Cristo Jesús sea predicado en toda la tierra, que es la extensión que se conoce como mundo, cuando el horrible sacrilegio que Dios nos enseña por medio de Daniel, suceda en al "altar mismo" del templo, que es el corazon de los hijos restaurados a la familia, por la obra de Cristo Jesús, es decir los cristianos; entonces la Voluntad de Dios permitirá que su Unigénito Hijo, regrese por su "prometida" que es la iglesia, la que ésta vestida de pureza libre de mezcla que es idolatría, vestida de lino que es la pura y fiel conducta del "pueblo santo".

 

Mateo 24: 5/8,11/18,23/25 ⁵Porque muchos vendrán en mi nombre y dirán: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a muchos. ⁶Ustedes oirán sobre guerras y rumores de guerras, pero no se asusten. Todo esto tiene que pasar, pero todavía no será el fin. ⁷Peleará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos en muchos lugares. ⁸Todo eso será el comienzo de mucho sufrimiento. ¹¹Habrá muchos falsos profetas que vendrán y engañarán a la gente. ¹²Debido a que habrá mucha maldad, el amor de muchos se irá enfriando. ¹³Pero el que se mantenga hasta el final, será salvo. ¹⁴Y estas buenas noticias del reino se anunciarán en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y luego vendrá el fin.

 

¹⁵»Así que cuando ustedes vean que “la abominación que causa destrucción” ^[a] de que habló el profeta Daniel, está en el Lugar Santo (quien lee esto que lo entienda), ¹⁶entonces los que estén en Judea, que huyan inmediatamente hacia las montañas. ¹⁷El que esté en el techo de su casa, que no baje para sacar sus cosas. ¹⁸El que esté trabajando en el campo, que no regrese por su ropa. ²³ »Si alguien les dice en esos días: “¡Miren aquí está el Mesías!” o “¡Aquí está él!”, no le crean. ²⁴Porque vendrán falsos mesías y falsos profetas y harán milagros, señales y maravillas para poder engañar aun a los mismos elegidos de Dios. ²⁵Así que los pongo sobreaviso. PDT.

 

La rebeldía, la apostasía contra Dios, es la señal que junto con las manifestaciones que Dios ordena usando el orden natural, para advertir a los seres humanos sobre su conducta, sobre su manera de vivir, anticipan los hechos que Dios ha decidido desde antes de que los siglos comenzaran, antes que a tierra fuera creada, antes que las criaturas "salieran del torno" del Creador, del precioso Alfarero; Es la verdad en que El Eterno Dios, que es "simultáneamente ayer, hoy y mañana conoce lo que de su Justicia y Amor Santo, recibirán todos, los que nacerán en este planeta, los que conforme a su libre albedrio, pasarán la eternidad en el cielo o en el infierno, conocimiento que Dios en la operación de su Voluntad que siempre se cumple, dispensa persona por persona, para que alcancen la meta de su  santificación que es fruto de la ejecución minuto a minuto del propósito que Dios le dió.

 

1 de Corintios 9: 25/27  ²⁵Todos los deportistas que compiten en la carrera tienen que entrenar con disciplina. Lo hacen para poder recibir un premio ^[a] que no dura. Pero nuestro premio dura para siempre. ²⁶Por eso yo no corro sin una meta ni peleo como los boxeadores que sólo dan golpes al aire. ²⁷Golpeo mi propio cuerpo, lo castigo para controlarlo, para así, no resultar yo mismo descalificado ante Dios, después de haber anunciado la buena noticia de salvación a los demás. PDT. ¹²No es que ya lo haya alcanzado, ni que ya sea perfecto, sino que sigo adelante, por ver si logro alcanzar aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús. ¹³Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado ya; pero una cosa sí hago: me olvido ciertamente de lo que ha quedado atrás, y me extiendo hacia lo que está adelante; ¹⁴¡prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús! Filipenses 3: 12/14 RVC.   

 

La "consustanciación", de los hijos con su Padre, por la operación de Dios Espíritu Santo, que realiza el milagro de conservar, de ungir a los escogidos en Cristo Jesús para "abrir camino", en medio de la rebeldía generalizada, de la apostasía, para que puedan avanzar hacia la meta que esta muy bien definida en la perspectiva  de su propósito, es la razón fundamental de Dios para demorar el llamamiento a Juicio, de los que deliberadamente rechazaron el Amor manifestado en la cruz, el rechazo a la consumación del Amor, en la cruz que dió lugar a la Vida, el rechazo al Carácter Santo de Dios, prefiriendo el carácter pecaminoso del diablo, la crónica burla de las advertencias con las que Dios llama la atención de los que cínicamente aseguran; "desde tiempos antes de nuestro antepasados", hemos "vivido como se nos antoja" y no ha pasado nada".

 

2 de Pedro 3: 3/9 ³Es importante que entiendan lo que sucederá en los últimos días: habrá gente que vivirá sólo para sus malos deseos y se burlará de ustedes. ⁴Dirán: «Jesús prometió regresar, pero ¿dónde está? Nuestros padres ya murieron, y el mundo sigue igual desde que fue creado».⁵Pero quieren ignorar que hace mucho tiempo con la palabra de Dios se creó el cielo, y la tierra fue creada a partir del agua y se mantiene por el agua.

 

⁶Después, el mundo fue inundado y destruido con agua. ⁷Esa misma palabra de Dios es la que sostiene la tierra y los cielos que ahora existen, hasta que llegue el momento de su destrucción con el fuego en el día del juicio. Ese día también serán destruidos todos los que no tienen temor de Dios.  ⁸No ignoren esto, amados hermanos: para el Señor, un día es como mil años, y mil años son como un día. ⁹No es que el Señor se tarde en cumplir lo que prometió como piensa la gente. Lo que pasa es que Dios es paciente porque no quiere que nadie sea destruido sino que todos cambien su vida y dejen de pecar. PDT.

 

El "paisaje mundial", es en estos días, como no se "conoció antes", los seres humanos de todas las razas y naciones, contextualizan su manea de "vivir", y lo que se ve es una concordancia mundial en la que se manifiesta uniformemente el pecado como orgullo regulador de la conducta humana, que  eleva los instintos instalándolos en el pedestal al que le rinden adoración sin distingo todos los componentes del sistema social y religioso, que por contraste se ha "consustanciado" con el infierno, en una unión que les deja la libertad de hacer lo que a cada quien le venga en gana, pero a cambio de aceptar que el "hombre de pecado" sea su único líder, el único dios, que se hace pasar por Dios y que ocupa el lugar de dios en los edificios que según creen, son la casa en que viven los dioses, que son  los demonios que han sido disfrazados por las formas y figuras de los santos hijos de Dios. 

 

1 de Timoteo 4: 1/2  El Espíritu Santo dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, les harán caso a espíritus que mienten y seguirán enseñanzas de demonios. ²Esas enseñanzas llegan a través de mentirosos quienes con sus palabras falsas engañan a la gente. Ellos no saben la diferencia entre el bien y el mal. Es como si su entendimiento hubiera sido quemado con hierro candente. PDT.  ¹⁷Les ruego, hermanos, que vigilen a los que causan disensiones y tropiezos contra las enseñanzas que ustedes aprendieron, y que se aparten de ellos. ¹⁸Porque los tales son esclavos, no de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos^[a], y por medio de palabras suaves y lisonjeras engañan los corazones de los ingenuos. Romanos 16: 17/18 NBLH.