Son dos, ...
Juan 8: 4/7 4dijeron a Jesús: —Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo de adulterio. 5En la ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices? 6Con esta pregunta le estaban tendiendo una *trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo. 7Y como ellos lo acosaran con preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: —Aquel de vosotros que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. CST.
... los componentes del pecado y por tanto son dos los componentes del perdón; los seres humanos capacitados como francotiradores, a través de los milenios, están siempre listos a "disparar la piedra", son los que seleccionan a la victima, y la usan como trampa para asestar pedradas a otra, sin que tenga importancia; la mas minina, el pecado, porque lo que conocen como pecado, es solo parte de los rituales con los que el imperio romano practica religion, mas bien se trata de aquella actividad encubierta que satanás llama adulterio junto con algunas otras, que son el pretexto para "acusar" y del camino a los que los dejan al descubierto en su diabólica existencia.
Lucas 18: 9/12 9Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: 10«Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. 11El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos. 12Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que adquiero”. PDT.
En tanto los empedernidos pecadores que se agolparon sobre el Creador, con sus pervertidas "armas" listas a derribarlo; mientras disfrutaban de lo que el sistema religioso les había enseñado que "era" el pecado; Cristo Jesús les expuso lo que realmente es el pecado según su Criterio, el trató a cada uno de los francotiradores en su intimidad, les describió en el suelo su torcida conciencia, los dejó al "desnudo", aunque creían que la única que estaba desnuda era la "mujer adultera", que le trajeron al Señor; su perniciosa y maléfica conducta, fue hecha pecado con nombre "propio "fueron confrontados y atravesados por la "espada de doble filo", y rindieron cuentas en ese mismo momento.
Juan 8: 8/11 8Dicho esto, se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en el suelo. 9Oír las palabras de Jesús y escabullirse uno tras otro, comenzando por los más viejos, todo fue uno. Jesús se quedó solo, con la mujer allí en medio. 10Se incorporó y le preguntó: — Mujer, ¿dónde están todos esos?¿Ninguno te condenó? 11Ella le contestó: — Ninguno, Señor. Jesús le dijo: — Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar. BLP.
El primer componente del pecado es la disposición deliberada para hacer daño; la urdida maquinación, tan elaborada que el perpetrador se "siente" realizándose en el campo social y religioso, su telaraña es en efecto la maraña tejida con astucia, lisonja, zalamería, engaño, truco, zancadilla, estafa, vejamen, demerito, abuso de la inocencia y sencillez, sátira contra el débil, pobre y desamparado, despojo con ventaja, usufructo por suplantación, limosna, caridad, soberbia de intelecto que es imposición de la estupidez, ...; el segundo componente es la consumación de lo premeditado, el disparo silencioso y arteramente calculado, que por lo "altamente especializado", siempre da en el blanco, llenado de alborozo al depravado.
Isaías 1: 4/7 4¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de maldad, descendencia de malhechores, hijos pervertidos! Se han alejado del Señor, se han apartado del Dios Santo de Israel, lo han abandonado.
5Ustedes se empeñan en ser rebeldes, y en su cuerpo ya no hay donde castigarlos. Tienen herida toda la cabeza, han perdido las fuerzas por completo. 6De la punta del pie a la cabeza no hay nada sano en ustedes; todo es heridas, golpes, llagas abiertas; nadie se las ha curado ni vendado, ni les ha calmado los dolores con aceite. 7Su país ha quedado hecho un desierto, y arden en llamas las ciudades. En la propia cara de ustedes los enemigos se comen lo que ustedes sembraron. Todo ha quedado hecho un desierto, como Sodoma cuando fue destruida. DHH.
5Ustedes se empeñan en ser rebeldes, y en su cuerpo ya no hay donde castigarlos. Tienen herida toda la cabeza, han perdido las fuerzas por completo. 6De la punta del pie a la cabeza no hay nada sano en ustedes; todo es heridas, golpes, llagas abiertas; nadie se las ha curado ni vendado, ni les ha calmado los dolores con aceite. 7Su país ha quedado hecho un desierto, y arden en llamas las ciudades. En la propia cara de ustedes los enemigos se comen lo que ustedes sembraron. Todo ha quedado hecho un desierto, como Sodoma cuando fue destruida. DHH.
El primer componente del
perdón que se suplica, es la certeza del mal causado, el éxito de las maquinaciones en que la existencia fue exitosa, visible en la prosperidad, que se acumuló en la telaraña de manipulaciones, que destruyó a muchos y que afectará a los hijos, a los nietos, a los biznietos y a los hijos de estos, como consecuencia, la "reacción en cadena", que hará de los "descendientes de la victima", "mejores francotiradores"; el segundo componente, es la esencia de la suplica por el perdón que "confiesa" el pecado cometido "dimensionalmente", incluyendo el "sentido dolor", que fundamenta la genuina suplica ante la victima, implorando
su personal y genuina restauración de la paz entre ambos.
Mateo 6: 9/15 9Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre. 10Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo. 11Danos hoy el alimento que necesitamos,[a] 12y perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. 13No permitas que cedamos ante la tentación,[b] sino rescátanos del maligno.[c] 14»Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre celestial te perdonará a ti; 15pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados. NTV. 8Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad; 9pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 10Si afirmamos que no hemos pecado, llamamos a Dios mentiroso y demostramos que no hay lugar para su palabra en nuestro corazón. 1 de Juan 1: 8/10. NTV.