El acta, ...
Colosenses 2: 13/15 13Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. 14Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. 15De esa manera, desarmó[a] a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz. NTV.
... de defunción con la que los médicos declaran que alguien ha muerto, sella el registro civil de nacimiento, cerrando lo que fue el período en que ese alguien vivió, para abrir uno nuevo que simplemente es un sello también, porque nadie tiene una explicación diferente a la "vida", que el palpitar del corazón que le permite al cuerpo moverse, dejando solo lugar a la actividad religiosa que según la multitud de formas y de cultos que hacen de todo eso un solo sistema que trata de explicar la muerte no solo porque el corazón se detuvo, sino porque, "hay algo" aseguran, que "orienta al cuerpo" en sus movimientos y que en general llaman alma.
Santiago 2: 26 26De manera que así como un cuerpo que no tiene espíritu está muerto, así también una fe que no tiene hechos está muerta. PDT.
Dios por su parte no explica que los cuerpos que se mueven porque el corazón les palpita y se mueven de aquí para allá debido a su "anima"-mente, alma-, están muertos y que ese estado es consecuencia del pecado, que es cometido debido a la naturaleza humana que obra para pecar; Dios nos explica que la "Vida" no es movimiento, sino la orientación de "ese movimiento" que es posible únicamente cuando el espíritu de vida gobierna el cuerpo y el alma en cumplimiento del propósito de la Vida que es Dios mismo, y obra en armonía Espiritual con los que tienen vida, con los que tienen espíritu, con los que son parte de la Naturaleza Divina.
Romanos 6: 23 23El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor. DHH. 14Cada uno es puesto a prueba por su propia pasión desordenada, que lo arrastra y lo seduce. 15Semejante pasión concibe y da a luz al pecado; y este, una vez cometido, origina la muerte. Santiago 1: 14/15. BLP.
Si el acta de defunción es firmada por alguien diferente a cada uno de nosotros, se habrá sellado para siempre la Justicia de Dios, en la que los que cometieron alta traición contra El, murieron, la vida los abandonó porque Dios se apartó de ellos, quedaron "en sus cuerpos y alma-mentes", en estado de espera, en el que El amor de Dios, que anhela a sus criaturas nuevamente como sus hijos, les permita conocer Ese Amor, y nuevamente como lo hicieron sus padres carnales, decidan en libertad de conciencia-albedrio-, ser como ellos y continuar muertos, o para antes de ocurrir la muerte física, que confirma la muerte eterna, morir con Cristo Jesús y firmar su acta de defunción.
Gálatas 2: 19/20 19Porque por medio de la ley yo he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo he sido crucificado, 20y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí. DHH.
Los seres humanos sociales y religiosos, investidos de soberbia científica y de docto conocimiento teológico fruto de su ignorancia acerca de Dios, menean la cabeza ante las revelaciones de Dios, para ellos son una tontería, no las pueden entender, porque han de ser entendidas, discernidas estando "vivos", es decir espiritualmente, su soberbia y doctos conocimientos, basados en la lógica humana alimentada por el razonamiento de sus existencias, les impiden aceptar que estando "vivos", puedan firmar el acta que anticipa la muerte eterna, para dejarlos nuevamente ante el poder sobrenatural de Dios, en el que serán creados de nuevo, personas con cuerpo alma y espíritu.
1 de Tesalonicenses 5: 23 23Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo. DHH.