Vivir, ...

Romanos 6: 10/12 Pues Cristo, al morir, murió de una vez para siempre respecto al pecado; pero al vivir, vive para Dios. Así también, ustedes considérense muertos respecto al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús. Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga dominando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. DHH.

... en el orden Divino, es la armonía en que cada persona lleva a efecto el amor de Dios como norma de conducta, como estilo de vida operando en comunión con Dios, porque es Cristo Jesús quien desde su  corazón, realiza el carácter en formación de cada hijo, de manera que ese carácter sea el reflejo personal del carácter de Cristo Jesús.

Romanos 6: 6,12/13 Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga dominando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. No entreguen su cuerpo al pecado, como instrumento para hacer lo malo. Al contrario, entréguense a Dios, como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entréguenle su cuerpo como instrumento para hacer lo que es justo ante él. DHH.

Vivir en armonía con nuestro corazón, es vivir en armonía con Dios, basados en el fundamento principal que es Cristo Jesús habitando en el corazón, que es el poder de Dios ejercido desde el interior de cada hijo, de cada persona, para que la mente y el cuerpo obren en santidad que es obrar en justicia que es la forma como el amor es la raíz de cada palpitar de sus nuevas vidas.

Romanos 7: 14/15,21/23 Sabemos que la ley es espiritual. El problema es que yo estoy vendido en esclavitud al pecado, a causa de mi naturaleza pecadora. Yo no me entiendo a mí mismo, porque no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Así que, queriendo hacer el bien, me enfrento a esta ley: el mal vive en mí. En mi interior, quisiera obedecer la voluntad de Dios, pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley está en guerra contra mi mente, y me tiene cautivo. ¡Qué triste es el estado en que me encuentro! NBD.

Vivir es imposible para los seres humanos que solo existen, debido a que están muertos espiritualmente, así que vivir solo es posible cuando Cristo Jesús que es la Vida, la restaura en los que muertos al pecado, nacen a la santidad como resultado del poder de Dios, que los hace hijos de su propia genética, el desequilibrio causado por la naturaleza humana que existe para pecar, es puesto en orden, en equilibrio resolviendo el "triste estado" en que se encontraban.

Romanos 7: 24/25 ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor. Así que ya ven: en mi mente de verdad quiero obedecer la ley de Dios, pero a causa de mi naturaleza pecaminosa, soy esclavo del pecado. NTV. Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte. Romanos 8: 1/2 NTV.  

Entradas populares