Armonia, ...

1 de Juan 2: 4/6 Alguien puede decir: «Yo conozco a Dios», pero si no obedece sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en su vida. Pues el amor llega a su perfección cuando uno obedece lo que Dios enseña. La prueba de que andamos bien con Dios es la siguiente: el que dice que permanece en Dios, debe vivir como vivió Jesús. PDT.

... o caos, esquizofrenia o cordura, odio o amor, son las bases sobre las que esta fundada la vida o la existencia, porque existir es caminar en cuerpo gobernado por el alma-mente; mientras que vivir es caminar en cuerpo gobernando el alma-mente-, en la autoridad del Espíritu que Dios le da al hijo que participa de su naturaleza fruto de su nuevo nacimiento en Cristo Jesús.

Santiago 2: 26 De manera que así como un cuerpo que no tiene espíritu está muerto, así también una fe que no tiene hechos está muerta. PDT. Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo. Que mantenga sin culpa todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, para cuando el Señor Jesucristo regrese. I Tesalonicenses 5: 23 NBD.       

Desequilibrio que es caos entre esquizofrenia y odio, desarrollan enteramente la existencia humana, operando desde la mete-alama- que la hace realidad por medio del cuerpo. Así que equilibrio que es armonía, es cuando la vida se desarrolla enteramente operando desde el corazón, que hace realidad la cordura y el amor que se ejercen doblegando la mente, para que el cuerpo obedezca.

1 de Corintios 9: 26/27 Por eso yo no corro sin una meta ni peleo como los boxeadores que sólo dan golpes al aire. Golpeo mi propio cuerpo, lo castigo para controlarlo, para así, no resultar yo mismo descalificado ante Dios, después de haber anunciado la buena noticia de salvación a los demás. PDT.

Equilibrio es Armonía en el lenguaje de Dios, para explicar su propio carácter, que es el carácter que heredan los hijos de su Padre, cuyo germen de Vida es espiritual y por ser espiritual es la explicación a la Vida, pues Dios es Espíritu y es la Vida, es Amor, y si la vida que habita en el corazón de los hijos en Cristo Jesús, armonizara con El lo que antes hacía el cuerpo gobernado por el alma-mente.

Galatas 2: 19/20 Pues, cuando intenté obedecer la ley, la ley misma me condenó. Así que morí a la ley —es decir, dejé de intentar cumplir todas sus exigencias— a fin de vivir para Dios. Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí. NTV.     

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