Palabras compradas, ...

1 de Pedro 4: 17/18 Ha llegado ya el momento de que Dios juzgue a todos, y de que empiece por juzgar a su propio pueblo. Y si empieza por nosotros y nos hace sufrir así, ¡imagínense lo que les espera a los que no obedecen la palabra de Dios! Y si con dificultad se salvan los que hacen el bien, ¡ya se pueden imaginar lo que les pasará a los malvados y a los pecadores!TLAD.

... son todas las que los seres humanos pagan, muchas veces a precios muy elevados, en los "supermercados religiosos", gerenciados por individuos que se las repiten sin cesar en largas sesiones, dedicadas a cientos de gentes dominadas por su naturaleza humana, en una falsa esperanza que se alimenta de la "falsa" presentación del carácter de Dios.   

Dios es Bueno, Dios es amor, son verdades a medias, que en la práctica son simplemente mentiras, empacadas religiosamente, para que la gente no examine su forma de vivir y no pueda apreciar la inconmensurable Santidad y Justicia de Dios, negúndose la posibilidad de pedir y recibir perdón por su existencia pecaminosa, viniendo ante Cristo Jesús en la cruz del calvario.

Salmo 92: 7/ 10
¡Sólo los necios no pueden entenderlo! Si los malvados y malhechores crecen como la hierba, y prosperan, es sólo para ser destruidos para siempre. Pero tú, Señor, por siempre estás en lo alto. Una cosa es cierta, Señor: que tus enemigos serán destruidos; que todos los malhechores serán dispersados. DHH.

En el mercado de la estafa espiritual, lo que abunda es la mentira disfrazada, propagada por comerciantes de la muerte, que han sido comisionados expresamente para evitar que las criaturas de Dios, sean puestas en el lugar en el que su decisión no sea por la mejor "subasta religiosa", sino por elegir en que lugar pasaran la eternidad; si en el cielo o en el infierno.

Efesios 1: 6/8
De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado. Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento. NTV. 

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