Si es para ser, ...

Hebreos 13: 5,8 Que la fiebre del dinero no se apodere de ustedes; conténtense con lo que tienen, ya que es Dios mismo quien ha dicho: Nunca te abandonaré; jamás te dejaré solo.   Jesucristo es siempre el mismo, ayer, hoy y por toda la eternidad.  BHTI-ES.

... usado un solo día, que mala calidad tiene lo que sea, que obre de esta manera;  nada se excluye de este fundamento que es base en la estructura sobre la que se edifica el concepto de calidad.  Calidad por tanto es lo que caracteriza, todo lo que  "aguanta el uso", que pasa de un día a otro sin perder sus propiedades básicas.

Dentro de este marco de análisis, sabemos que no hay nada tan bajo en calidad que el calendario, en el que lo seres humanos "tienen anotadas", sus manifestaciones diarias, para todo y también de sus "afectos", que claro tendrán tan baja calidad, que durarán solo un día, no importa cuanto haya costado celebrar el recordatorio.

La calidad por tanto depende de lo que en términos humanos se llama, el principio de la consistencia; en el que la consistencia, es la práctica constante que es lo que define la calidad, de todo lo que se usa sin cesar, en toda circunstancia, toda dificultad, todo tropiezo, toda ingratitud, toda emoción, todo caso fortuito.

Es así como obra Dios frente a sus criaturas, "consistentemente", siempre cuidando, sin abandonarnos, sin dejarnos solos, porque El es el Mismo, ayer, hoy por los siglos. En Dios el principio de la consistencia, esta basado en el Amor, que es como la luz, que jamás se extingue, ni se contamina,  o se deteriora con el uso.

Sea todo el poder del Amor de Dios, dando como siempre les da, fortaleza a los corazones de las madres, para que continúen abrazando a los "hijos" que aparecen calendariamente, con grandes y a veces costosos presentes, que a pesar de todo, son tan de mala calidad, que  duran solo un día, porque "manaña", esta marcado en el calendario algo diferente que recordar. 

Que Dios llene a las madres siempre, de lo que solo El puede dar, el principio permanente en el que aman a sus hijos, por lo que ellas son, no por lo que ellos son y la forma como se manifiestan. Así mismo sea todo el poder del Amor de Dios, en los hijos, que consistemente, por razón del amor que los habita, están siempre al lado de sus genuinamente amadas mamás.

Efesios 6: 1/3 Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto.  «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa:  si honras a tu padre y a tu madre, «te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra». NTV.         

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