! sin medida ¡, ...
Job 25: 1/6 Dios es poderoso y temible; él establece la paz en el cielo. 3 Sus ejércitos son incontables,
su luz brilla sobre todos. 4 ¿Podrá, pues, un simple hombre ser puro e inocente frente a Dios? 5 A sus ojos, ni la luna tiene brillo ni son puras las estrellas, 6 ¡mucho menos el hombre; este gusano miserable! DHH.
Eclesiastés 8: 9/13 9-10 He meditado profundamente en todo lo que ocurre en este mundo, en que los individuos tienen el poder de perjudicarse los unos a los otros. He visto los funerales de los malvados, y cuando sus amigos regresaban del cementerio, olvidadas todas las maldades del difunto, se le alababa en la misma ciudad en donde había cometido sus múltiples fechorías. ¡Qué absurdo! 11 Como Dios no castiga instantáneamente a los pecadores, la gente cree que puede hacer el mal impunemente. 12 Pero aunque el ser humano peque cien veces y continúe viviendo, sé que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia. 13 En cambio, los malos, no tendrán larga y próspera vida: sus días serán tan efímeros como sombras, porque no temen a Dios. NBV.
su luz brilla sobre todos. 4 ¿Podrá, pues, un simple hombre ser puro e inocente frente a Dios? 5 A sus ojos, ni la luna tiene brillo ni son puras las estrellas, 6 ¡mucho menos el hombre; este gusano miserable! DHH.
.. la extrema por aterradora igualdad en que se identifican los seres humanos, decide definitivamente el tamaño que se atribuyen, y el que le conceden a sus congéneres, razonando individualmente que de ninguna manera ha de haber alguien que exceda el tamaño del que analiza sin cesar, en lo íntimo de su mente-alma- sometida horriblemente a la esclavitud de la que sus cadenas son sus propis creaciones en a sociedad y en el sistema religioso, análisis que da el miso resultado sin variar.
Desprovistos para siempre de la capacidad sobrenatural inherente a su semejanza con El Creador, son literalmente del tamaño de sus cuerpos de manera que esa medida es la que dimensiona, la que le da magnitud a todo lo que les sea pasado por sus cinco sentidos, ignomia sin posibilidad de revision, pues en ese estado los seres humanos, se atreven a insultar a Dios, culpándolo por las consecuencias de su efectiva función soberana usando el libre albedrio: "porque me diste esas mujer que me engaño".
Ciegos de la Dimension Divina que ve en perspectiva la Inmensidad universal, tanto física com espiritual, dependen de los ojos que a lo sumo les dan alcance de dos cuadras, y frente al mar quizás cinco kilómetros de fondo, sin que haya posibilidad de configurar nada de lo que ven, las criaturas le dan forma a los "esclavizados dioses y diosas", que fabrican con madera, hierro, cal, y similares, llevando a efecto su pretérita decision de que no haya nada ni nadie mas grande que ellos.
De esta manera trágica, que reviste la figura física de la gente, que pasó, pasa y pasará por el mundo, se cumple lo que en todo conocemos como "vida", la existencia, que sucede bajo las condiciones de confinamiento mental-del alma-, que incluye la autogestion de sus hechos, para darles aprobación o no, según sean los casos en que cada individuo, se ve frustrado, y/o es el motivo de la "actividad" de los otros que consuman sus apetitos e instintos usándolo, porque antes fueron usados.