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Isaias 10: 11/13 11 Como hice a Samaria y a sus ídolos(A), ¿No haré así también a Jerusalén y a sus imágenes?». 12 Y sucederá que cuando el Señor haya terminado toda Su obra en el monte Sión y en Jerusalén(B), dirá: «Castigaré[a] el fruto del corazón orgulloso del rey de Asiria y la ostentación de su arrogancia[b](C)». 13 Porque ha dicho: «Con el poder de mi mano lo hice, Y con mi sabiduría, pues tengo entendimiento. Quité las fronteras de los pueblos, Saqueé sus tesoros(D), Y como hombre fuerte abatí a sus habitantes[c](E). NBLA.

... vanagloria del "alto concepto de sí mismo", vanidad expuesta en el orgullo que excluye del ámbito del orgulloso, cualquier posibilidad de aceptación o reconocimiento, de alguien que no sea él; se trata del morbo en se proyecta el carácter, egoísta, es la asombrosa paradoja del que se odia al extremo de "maquillar", todas sus actrivi8dades con la rengada esperanza de ser aceptado, por los que rechaza abiertamente con su manera de ignorarlos, de despreciarlos.  

Jueces 7: 2/7 2 Y el Señor dijo a Gedeón: «El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que Yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso[a], y diga: “Mi propia fortaleza[b] me ha librado(A)”. 3 Ahora pues[c], proclama a oídos del pueblo: “Cualquiera que tenga miedo y tiemble(B), que regrese y se vaya del monte Galaad”». Y 22,000 personas regresaron, pero quedaron 10,000. 4 Entonces el Señor dijo a Gedeón(C): «Todavía el pueblo es demasiado numeroso. Hazlos bajar al agua y allí te los probaré. 

Y será que de quien Yo te diga: “Este irá contigo”, ese irá contigo. Pero todo aquel de quien Yo te diga: “Este no irá contigo”, ese no irá». 5 E hizo bajar el pueblo al agua. Y el Señor dijo a Gedeón: «Pondrás a un lado a todo aquel que lame el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodilla para beber». 6 Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, 300 hombres. Pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber. 7 El Señor dijo entonces a Gedeón(D): «Los salvaré con los 300 hombres que lamieron el agua y entregaré a los madianitas en tus manos. Que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa[d]». NBLA.

Los seres humanos presumidos, cumplen a cabalidad el "proceso en que la ingratitud explica el pecado imperdonable", explicado por Dios con las relaciones de la gente, en los órdenes social y religioso, semblanza compuesta en lo que sucede con los adúlteros-hombre o mujer-, esos que en cada lugar aclaman, lisonjean, adulan a cuanto extraño se les atraviesa, rebajando, descalificando desde lejos, a los esposos, esposas, que jamás tienen en cuenta, aunque son, en casi todos los casos, lo único real. 

Marcos 7: 17/23 17 Cuando Jesús dejó a la multitud y entró en casa(A), Sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola(B). 18 «¿También ustedes son tan faltos de entendimiento?», les dijo*. «¿No comprenden que todo lo que de afuera entra al hombre no lo puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el estómago[a], y se elimina[b]?». Jesús declaró así limpios(C) todos los alimentos(D).

20 También decía: «Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre(E). 21 Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones[c], robos, homicidios, adulterios, 22 avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia[d](F), calumnia, orgullo[e] e insensatez. 23 Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre». NBLA.

   

Presumidos, orgullosos, son los seres humanos que, explican la fórmula; odio, idolatría, adulterio, ingratitud; aquellas criaturas, que por sus "atributos" centrados en el orgullo, jamás apreciaran acción alguna de las personas que los rodean, en tanto les dejan oír, las hazañas de extraños, insultando la minima fidelidad, la lealtad, por tanto, estos seres, no creen tener que agradecer, o menos pedir perdón por los constantes insultos cometidos contra los benefactores.

Jeremías 48: 28/30 28» Ustedes, habitantes de Moab, huyan de sus ciudades y vivan en cuevas.

Escóndanse como palomas que anidan en las hendiduras de las rocas. 29 Todos hemos oído de la soberbia de Moab, porque su orgullo es muy grande. Sabemos de su orgullo altanero, de su arrogancia y de su corazón altivo. 30 Yo conozco su insolencia —dice el Señor—, pero sus alardes están vacíos,

tan vacíos como sus hechos. NTV.

Yo decidiré, piensa el arrogante orgullo, a quien le permitiré que me adore, que me sirva, (tiranizados, debido a la tiranía que ejerce el carácter satánico sobre mí,) en tanto vilmente desvergonzadamente, me aprovecho de las personas leales, fieles, que me proveen, que han hecho de mi lo que no puedo entender que realmente soy, yo decidiré quien es mi dios, para que me reconozca y me adule y me bendiga, a cambio de contar con alguien como "yo", que le permite bendecirme, porque lo merezco.

1 de Juan 2: 15/20 15 No amen al mundo ni lo que hay en él. El que ama al mundo no ama al Padre, 16 porque nada de lo que hay en el mundo —las pasiones sexuales, el deseo de poseer todo lo que agrada y el orgullo de poseer riquezas— proviene del Padre sino del mundo. 17 Y el mundo se está acabando y con él todos sus malos deseos. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

18 Hijitos, ha llegado la hora final. Ustedes han oído hablar del anticristo que ha de llegar; pues bien, ya han surgido muchos anticristos. Por esto sabemos que ya estamos en la última hora. 19 Aunque salieron de entre nosotros, en realidad nunca fueron de los nuestros, porque si lo hubieran sido, se habrían quedado con nosotros. El hecho de que nos dejaran comprueba que no eran de los nuestros.

20 Pero todos ustedes han recibido el Espíritu Santo y conocen la verdad. NBV.