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Colosenses 2: 20/23 20 Ustedes han muerto con Cristo y ya no están sujetos a los poderes que dominan este mundo. ¿Por qué, pues, viven como si todavía fueran del mundo, sometidos a reglas tales 21 como: «No toques eso, no comas aquello, no lo tomes en tus manos»? 22 Todas estas reglas tienen que ver con cosas que se acaban con el uso, y sólo son mandatos y enseñanzas de hombres. 23 Es verdad que tales cosas pueden parecer sabias, porque exigen cierta religiosidad y humildad y duro trato del cuerpo, pero son cosas que no honran a nadie, pues sólo sirven para satisfacer los deseos puramente humanos. DHH.
.. que constituye la naturaleza humana; especificación del "carácter" de los seres humanos, en que se explica su fundamental "manera de "ser" permanente, sin cambio, sin variación; !¿quien lo diría?¡, excepto porque es El Creador Quien lo dice; identificación del "ser duunvirato" compuesto por el cuerpo y el alma-mente; siempre sometido al entorno horizontal, mediante, las emociones, los sentimientos, las sensaciones, las circunstancias, graduadas por el miedo y/o la euforia.
Mateo 10: 24/28 24 »Un discípulo[a] no está por encima del maestro, ni un siervo por encima de su señor. 25 Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa! 26 »Así que no les tengan miedo, porque nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse. 27 Lo que les digo en la oscuridad, háblenlo en la luz; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquel que puede hacer perecer[b] tanto el alma como el cuerpo en el infierno[c]. NBLA.
En absoluto, nadie,! diría", ni en broma, que su existencia yace "incompleta" durante su paso por este mundo, por que su "esencia", la inherente fundamentación de su manera de ser, lo que constituye la semejanza con la Esencia Divina, que lo hace semejante a su Creador, murió, dejando como "esencia el duunvirato de cuerpo y alma-mente, pues su real esencia personal, que es el espíritu, regreso al Dios que lo creo, para ser restaurado, como triunvirato, como Fruto de la Gracia, del Creador Cristo Jesús
1 de Tesalonicenses 5: 22/23 22 Absténganse de toda especie de mal. 23 Que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que guarde irreprensible todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, para la venida de nuestro Señor Jesucristo. RVC.
La esencia que constituye la Naturaleza Divina, en la inaceptable para los seres humanos duunviros, restauración del Entorno Vertical, obra siempre en el gobierno de las emociones, los sentimientos, las sensaciones, las circunstancias, fundamentada en los Principios de la Infalible Fidelidad de Dios, de mod que los miedos, el terror, la euforia, son reemplazados, por el fruto del Espíritu, que no se detiene, que crece murando sin cesar, generando el gozo, como merito a la relacion eterna con el Creador.
Isaias 57: 14/16 14 Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino; quitad los tropiezos del camino de mi pueblo.15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito, para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.
16 Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; porque el espíritu por mí vistió el cuerpo, y yo hice las almas. JBS.
Duunviros, son los seres humanos que murieron victimas de los engaños, de satanás, quedaron aptos únicamente para deambular por el mundo comiendo, bebiendo, y cometiendo aberraciones sexuales, como continuidad de la esclavitud, a que son sometidos, todos los que nacen de los adúlteros, infieles, idolatras, imperdonados, hijos de eva, fecundados por adán, circulando en el mundo horizontal, pues no pueden "mirar", verticalmente, hasta que su decision, los haga participes de la Salvación, que es en Cristo Jesús.
Tito 3: 4/7 4 Pero cuando se manifestó la bondad del Salvador nuestro Dios, y su amor para con los hombres, 5 no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesús el Cristo, nuestro Salvador, 7 para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. JBS.