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Salmo 32: 1/5 1 Qué afortunados son aquellos rebeldes a quienes Dios les perdona sus pecados. 2 Qué afortunados son los que el SEÑOR considera inocentes porque no mintieron en cuanto a sus pecados. 3 Todos los días que seguía orando, sin confesar mis pecados, me debilitaba cada vez más. 4 Dios mío, tú hacías mi vida cada día más difícil. Llegué a ser como tierra que se seca en verano. Selah 5 Entonces, decidí confesarte todos mis pecados; no escondí ninguna de mis culpas. Decidí confesarte mis errores, SEÑOR, y tú perdonaste todas mis culpas. Selah PDT.
... como las paredes que enmohecen, y para ocultar su aspecto y consecuencias, se le aplican "manos y manos" de pintura, y maquillados, por los artificios del "maquillaje", dicen "ser", lo que la apariencia muestra de momento, escondiendo con sorna, pesadamente, y sin ningún recato, la sórdida realidad de la perdición en que deambulan, auto justificándose de la enorme carga de pecado, urdiendo con astucia, argumentos con los que "repintan", constantemente su profunda corrupción.
Mateo 23: 25/27 25 »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! ¡Pues se cuidan de limpiar la parte exterior de la taza y del plato pero ustedes están sucios por dentro, llenos de avaricia y se permiten todo tipo de excesos! 26 ¡Fariseo ciego! Primero lava el interior de la taza y del plato,[a] y entonces el exterior también quedará limpio. 27 »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues son como tumbas blanqueadas: hermosas por fuera, pero llenas de huesos de muertos y de toda clase de impurezas por dentro. NTV,
Asi se manifiesta la naturaleza humana, así es como la gente que recibió el privilegio de ser "reunida", como la familia, que le diera honor, gloria y reverencia al Padre, desvió su confesión, y la decisión por renunciar al pecado; confesándolo en la presencia de Dios, hacia los sacrificios dispuestos por la Decision del Creador, en el del sacrificio inocente de corderos, por si de pronto, fueran capaces de encontrar en tales Actos, la semblanza de su propia realidad, anticipando el Sacrificó Final sucedido en la cruz.
Marcos 3: 31/35 31 Entre tanto, llegaron la madre y los hermanos de Jesús; pero se quedaron fuera y enviaron a llamarlo. 32 Alguien de entre la gente que estaba sentada alrededor de Jesús le pasó aviso: — Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y te buscan. 33 Jesús les contestó: — ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? 34 Y, mirando a quienes estaban sentados a su alrededor, añadió: — Estos son mi madre y mis hermanos. 35 Porque todo el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. BLP.
Los cimientos de la argumentación humana acerca de su idoneidad, en el trato con sus hijos, hijas, y demás, se encuentra en los vínculos de sangre, el parentesco que los liga generacionalmente con sus parientes, "justificando que lo que hacen, es lo que hicieron con ellos, y que si los que hicieron de tal manera son sus parecientes, como podría ser considerado pecado, por lo tanto, la atención se centra en la práctica religiosa sacrificial, para gradar a Dios, pero de ningunas manera en confesar pecado.
Salmo 51: 3/7 3 (5) Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de mi mente. 4 (6) Contra ti he pecado, y sólo contra ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas. Por eso tu sentencia es justa; irreprochable tu juicio. 5 (7) En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre. 6 (8) En verdad, tú amas al corazón sincero, y en lo íntimo me has dado sabiduría. 7 (9) Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. DHH.
El "subconsciente colectivo" en que descansa la humanidad de todos los tiempos, se concentra en la dignidad de su origen fisico, y levanta el vientre materno como el primer y ultimo motivo de su adoración, de su reconocimiento, tanto que nada podrá superarlo, pues el vientre materno está por encina de todo lo que tenga que ver con Dios, señalando la palabra Dios, en segundo lugar después de la madre, ejemplo de la civilización cananea en que su mayor deidad era la madre de Dios.
Jeremias 44: 15/22 15 Entonces los hombres que sabían que sus esposas ofrecían incienso a otros dioses, al igual que las mujeres que se hallaban presentes, los cuales formaban un grupo grande, más todo el pueblo que vivía en Egipto, respondieron a Jeremías diciendo:16 —No vamos a hacerle caso al mensaje que nos has dado de parte del SEÑOR. 17 Por el contrario, seguiremos haciendo todo lo que dijimos que haríamos. Seguiremos ofreciendo incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo[a], como siempre lo hemos hecho y como lo hicieron nuestros antepasados, nuestros reyes y jefes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos comida en abundancia, nos iba bien y no teníamos ningún sufrimiento. 18 Pero desde que dejamos de ofrecer incienso y ofrendas de vino a la Reina del Cielo, nos ha faltado todo y la guerra y el hambre están matándonos.
19 Y las mujeres añadieron[b]:—Cuando ofrecíamos holocaustos y bebidas a la Reina del Cielo, ¿acaso no sabían nuestros esposos que hacíamos tortas con su imagen y le ofrecíamos ofrendas de vino? 20 Entonces Jeremías le contestó a todo el pueblo, es decir, a todos los hombres y mujeres que le habían respondido así: 21 —¿Creen ustedes que el SEÑOR no se acuerda o no se daba cuenta de que ustedes, sus antepasados, sus reyes, sus jefes y el pueblo en general, ofrecían incienso en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 22 El SEÑOR ya no podía resistir más las malas acciones y las porquerías que ustedes hacían. Eso fue lo que ocasionó que su país se convirtiera en modelo de maldición, en un lugar en ruinas y sin habitantes, tal como lo es hasta el día de hoy. PDT.