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Juan 14: 1/6 1»No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. 2En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente.[a] Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?[b] 3Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. 4Y ustedes conocen el camino que lleva adonde voy. 5 —No, Señor, no lo conocemos —dijo Tomás—. No tenemos ni idea de adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? 6Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. NTV.
... a quien sigues y te dire a que abismo te diriges; entendido este axioma, en la terrible verdad que situá a la especie humana, habitando en el abismo al que cayó, cuando perdió la Gracia de su Creador y Dios y Padre, abismo en que se cumplio la misión del Creador Unigénito del Padre, que vino de su reino en el cielo, para hacerse semejante a los seres humanos, con el propósito de recuperar en ellos, la realidad de ser, no solo imagen y semejanza, de El, sino para que vivieran como El Vivió.
Lucas 8: 28/33 28Cuando el endemoniado vio a Jesús, se arrodilló delante de él, lanzó un fuerte grito, y le dijo: «Jesús, Hijo del Dios Altísimo, ¿qué tienes que ver conmigo? ¡Te ruego que no me atormentes!» 29(Y es que Jesús le ordenaba al espíritu impuro que saliera del hombre porque hacía mucho tiempo que se había apoderado de él. Aunque lo ataban con cadenas y grilletes, él rompía las cadenas y el demonio lo llevaba a lugares apartados.)
30Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?» Y él respondió: «Legión.» Porque eran muchos los demonios que habían entrado en él, 31y le rogaban a Jesús que no los mandara al abismo. 32Como allí había un gran hato de cerdos que pacían en el monte, los demonios le rogaron a Jesús que los dejara entrar en ellos; y él les dio permiso. 33Una vez fuera del hombre, los demonios entraron en los cerdos, y éstos se lanzaron al lago por un despeñadero, y allí se ahogaron. RVC.
Los dichos populares de la gente, enmarcan la sabiduría en que, para el caso que nos ocupa, refiere a la conducta que por las razones de la rebeldía de cada quien, decide "seguir", ser liderado por el ejemplo de otro pluscuamperfecto ser humano, elegido dentro de los códigos morales de la sociedad y del sistema religioso, que opera en el abismo, ocupando líneas de las enciclopedias, por hechos deliberados, que encajan; según los códigos, como bueno o como malo.
Romanos 10: 5/10 5Moisés describe así a la justicia que se basa en la ley: «Quien practique estas cosas, vivirá por ellas.» 6Pero la justicia que se basa en la fe dice así: «No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (Es decir, para hacer que Cristo baje.) 7¿O quién bajará al abismo? (Es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos.)» 8Lo que dice es: «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos: 9«Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.» 10Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación. RVC.
Este lugar que contuvo la "caída de la Gracia de Dios", identificado como mundo, abiertamente y con orgullo oscurecido por las tinieblas, en que deambulan los seres humanos, es el reino de la muerte, es decir el abismo, fertilizado por las acciones injustas-pecaminosas- de los buenos y los malos según lo códigos de moral social y religiosa, los seguidores de unos o de otros, lideres se dirigen como uno solo al mismo abismo final, pues no hay diferencia, son todos "habitantes" del abismo.
Oseas 7: 6/7 6Disponen su corazón para la intriga, como si dispusieran un horno; duerme el hornero toda la noche, pero a la mañana el horno sigue bien encendido. 7Sí, todos ellos arden como un horno que devoró a sus gobernantes. Todos sus reyes han caído, y no hay ni uno solo que me invoque. DHH. 10pues las Escrituras dicen: «¡No hay ni uno solo que sea justo! 11No hay quien tenga entendimiento; no hay quien busque a Dios. 12Todos se han ido por mal camino; todos por igual se han pervertido. ¡No hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno! 13Su garganta es un sepulcro abierto, su lengua es mentirosa, sus labios esconden veneno de víbora 14y su boca está llena de maldición y amargura. 15Sus pies corren ágiles a derramar sangre; 16destrucción y miseria hay en sus caminos, 17y no conocen el camino de la paz. 18Jamás tienen presente que hay que temer a Dios.» Romanos 3: 10/18 DHH.
Criaturas caídas, seres humanos siguiendo seres humanos, gentes siguiendo gente, que por mucho que encaje en los códigos sociales, escritos por gente, y en los códigos religiosos escritos por gente, dirigiéndose irremediablemte al abismo final, aquel límite al que llegarán después de rodearse unos a otros, continuado la caída inicial, que los llevará definitivamente al profundo reino de la muerte, inequívoca e inexorablemente.
Marcos 10: 17/22 17Jesús salía ya para seguir su camino, cuando un hombre llegó corriendo, se arrodilló delante de él, y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» 18Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie que sea bueno, sino sólo Dios. 19Ya conoces los mandamientos: No mates. No cometas adulterio. No robes. No des falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.» 20Aquel hombre le respondió: «Maestro, todo esto lo he cumplido desde mi juventud.» 21Jesús lo miró y, con mucho amor, le dijo: «Una cosa te falta: anda y vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.» 22Cuando aquel hombre oyó eso, se afligió y se fue triste, porque tenía muchas posesiones. RVC.