!!! Deponer !!!, ...

Juan 3: 1/7 1Entre los fariseos había un hombre que, entre los judíos, era muy importante. Se llamaba Nicodemo. 2Éste vino de noche a ver a Jesús, y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie podría hacer estas señales que tú haces si Dios no estuviera con él.» 3Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.» 4Nicodemo le dijo: «¿Y cómo puede un hombre nacer, siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar en el vientre de su madre, y volver a nacer?» 5Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu,[a] espíritu es. 7No te maravilles de que te dije que es necesario que ustedes nazcan de nuevo. RVC. 

... abdicar de la posición en que reinó la naturaleza humana, que lo explica todo, medrando en las mentes-almas- recogiendo la experiencia recesiva de sus antepasados, para aplicarla a la singular existencia que nace para reseñar el único poder del que es producto; el vientre de Eva que toma los devaneos mentales, para ocupar lugar en el mundo, mirando arriba, mirando abajo, acosados por los aullidos que deliberadamente los sitúan en medio de la enormidad del lugar-la tierra-.

Romanos 1: 18/20 18 Dios muestra que está indignado con los que se rebelan contra él y cometen injusticias contra los demás. Conocen la verdad pero la ocultan con las cosas malas que hacen. 19 Lo que se conoce sobre Dios, ellos lo saben muy bien porque Dios mismo se lo ha mostrado. 20 Porque lo que de Dios es invisible, o sea su poder eterno y todo aquello que lo hace ser Dios, se ha hecho claramente visible desde la creación del mundo. El ser humano ha podido entender todo eso con facilidad al observar la creación de Dios. Así que la humanidad no tiene excusa alguna para hacer todo el mal que hace. PDT. 

El reto se hace mayor al ver que el planeta es parte de otra enormidad, la inacabable, la sin limites enormidad que vislumbra al mirar arriba, la incomprensible infinidad que está en constante movimiento, reto que le sucede a lo que ve, e imagina, calificado por los estertores, por los chillidos que escucha en su mente-alma-, como meros accidentes, que por lo tanto lo califican igualmente como un mero accidente también.

Romanos 9: 9/13 9 Porque lo que el Señor prometió fue esto: «El año que viene volveré y Sara tendrá un hijo». 10 Lo mismo sucedió con los hijos de Rebeca, que tuvieron un mismo padre, Isaac nuestro antepasado. 11-13 Cuando ella estaba a punto de dar a luz mellizos, y antes de que estos hicieran algo bueno o malo, Dios le dijo: «Esaú, el mayor, servirá a Jacob, el menor». Como dicen las Escrituras: «Amé a Jacob y aborrecí a Esaú». Así confirmó Dios su propósito de elegir a quien él quiere llamar, sin tomar en cuenta lo que la persona haya hecho. NBV.

Deponer, rendir, ante el Creador el espantoso caos de la mente-alma- que "ocupo" soberanamente el cuerpo llevar a efecto el estilo de vida de los que nacen del vientre de Eva, los que nacen de los apetitos, de los instintos que hacen de la injusticia-pecado-, el fundamento de sus existencias, el hecho que establece como todopoderoso, el concepto de la sinrazón de la presencia de lo que llena el planeta, del planeta mismo,  incluidos los seres humanos, pues todo es mero, es simple accidente.

Romanos 1: 21/32 21 Pues aunque han conocido a Dios, no lo han honrado como a Dios ni le han dado gracias. Al contrario, han terminado pensando puras tonterías, y su necia mente se ha quedado a oscuras. 22 Decían que eran sabios, pero se hicieron tontos; 23 porque han cambiado la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, y hasta por imágenes de aves, cuadrúpedos y reptiles. 24 Por eso, Dios los ha abandonado a los impuros deseos que hay en ellos, y han cometido unos con otros acciones vergonzosas. 25 En lugar de la verdad de Dios, han buscado la mentira, y han honrado y adorado las cosas creadas por Dios y no a Dios mismo, que las creó y que merece alabanza por siempre. Amén. 

26 Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Hasta sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza; 27 de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen acciones vergonzosas, y sufren en su propio cuerpo el castigo merecido por su perversión. 28 Como no quisieron reconocer a Dios, él los ha abandonado a sus perversos pensamientos, para que hagan lo que no deben. 29 Están llenos de toda clase de injusticia, 

perversidad, avaricia y maldad. Son envidiosos, asesinos, pendencieros, engañadores, perversos y chismosos. 30 Hablan mal de los demás, son enemigos de Dios, insolentes, vanidosos y orgullosos; inventan maldades, desobedecen a sus padres, 31 no quieren entender, no cumplen su palabra, no sienten cariño por nadie, no sienten compasión. 32 Saben muy bien que Dios ha decretado que quienes hacen estas cosas merecen la muerte; y, sin embargo, las siguen haciendo, y hasta ven con gusto que otros las hagan. RVC. 

El efecto del pecado que impregna el vinculo de sangre de los hijos de Eva, ha de cumplir la Justicia de Dios, muriendo; no la muerte física, no la muerte religiosa, mentalizada como practica del sistema religioso, sino la muerte que es efecto de la culpa deliberada acrecentada por la existencia accidental, que obra después que el corazon se detiene, para comenzar en un panteón, al que van los que condenados a muerte, despreciaron la Gracia-El Amor- redentor de Cristo Jesús.

Romanos 3: 26/28 25-26 Dios ofreció a Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados. Cuando creemos esto, Dios nos perdona todos nuestros pecados pasados, pues nos tiene paciencia. De esa manera da a conocer su justicia y muestra que él es justo y que nos hace justos por tener fe en Cristo Jesús. 27 ¿De qué podemos jactarnos entonces? Absolutamente de nada. ¿Por qué? Porque nuestra salvación no depende de la obediencia a la ley, sino de la fe. 28 En conclusión, podemos decir que Dios hace a la persona justa por la fe en Cristo y no en virtud de la obediencia a la ley. NBV. 

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