! eternidad !, ...
Genesis 2: 16/17 16Y Dios el Señor dio al hombre la siguiente orden: «Puedes comer de todo árbol del huerto, 17pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque el día que comas de él ciertamente morirás.» RVC. 1La serpiente era el animal más astuto de todos los que Dios el Señor había creado. Así que le dijo a la mujer:«¿Así que Dios les ha dicho a ustedes que no coman de ningún árbol del huerto?» 2La mujer le respondió a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del huerto, 3pero Dios nos dijo: “No coman del fruto del árbol que está en medio del huerto, ni lo toquen. De lo contrario, morirán.”»
4Entonces la serpiente le dijo a la mujer: «No morirán. 5Dios bien sabe que el día que ustedes coman de él, se les abrirán los ojos, y serán como Dios, conocedores del bien y del mal.» 6La mujer vio que el árbol era bueno para comer, apetecible a los ojos, y codiciable para alcanzar la sabiduría. Tomó entonces uno de sus frutos, y lo comió; y le dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.7 En ese instante se les abrieron los ojos a los dos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entonces tejieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas. Genesis 3:1/7 RVC.
... separados del Absoluto Creador y Dios y Padre, entregados a la confusión caótica de las dependencias espirituales de la milenaria tradición religiosa, sumada la herética profanación de la Sangre que fue vertida en la cruz por Cristo Jesús, para la perfecta Redención ejecutada dentro del Plan de Dios, para liberarlos de la separación eterna de la vida , esto es de Dios, que es la Vida, confinados al eterno panteón del infierno.
Genesis 3: 11/15 11Dios le dijo: «¿Y quién te dijo que estás desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que yo te ordené que no comieras?» 12Y el hombre respondió: «La mujer que me diste por compañera fue quien me dio del árbol, y yo comí.» 13Entonces Dios el Señor le dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?» Y la mujer dijo: «La serpiente me engañó, y yo comí.» 14Dios el Señor dijo entonces a la serpiente: «Por esto que has hecho, ¡maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo! ¡Te arrastrarás sobre tu vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida! 15Yo pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su descendencia y tu descendencia; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.» RVC.
«¿Y quién te dijo que estás desnudo?, lo que realmente quiso decir satanás, el engañador, el mentiroso, es que estás muerto, y que por haber cometido la mas "alta" traición a tu intimidad, la infidelidad con tu Creador y Dios y Padre, te has hecho idólatra, has dejado que satanás ocupe en tu pecho el lugar que le corresponde Unicamente a El, Absoluto, Unico, que llena en Singular, la Palabra Dios, por lo que serás parte del pandemónium, en que los demonios degustan su eternidad en el infierno.
Isaias 57: 3/10 3Pero ustedes, hijos de hechicera; ustedes, descendientes de adúlteros y de rameras, ¡vengan para acá! 4¿De quién creen que se burlan? ¿Contra quién abren tanto la boca y alargan la lengua? ¿Acaso no son ustedes unos hijos rebeldes, una generación de mentirosos? 5Bajo todo árbol frondoso se encienden de lujuria, y en los valles y entre las grietas sacrifican a sus propios hijos. 6En las piedras lisas del valle tienes tu parte; ellas te han tocado en suerte, pues a ellas presentaste ofrendas y ofreciste sacrificios de libación. ¿Y no habré de castigar estas cosas? 7Sobre un monte
alto y empinado tendiste tu cama, y allí también subiste a ofrecer sacrificios. 8Tras la puerta y el umbral colgaste tus talismanes; te descubriste delante de otros, pero no delante de mí; ensanchaste tu cama y te subiste a ella, e hiciste un pacto con ellos. ¡Preferiste más la cama de ellos, dondequiera que la veías! 9Te presentaste ante Moloc llevándole ungüentos, multiplicaste tus perfumes, enviaste tus embajadores a tierras lejanas, y te hundiste hasta las profundidades del sepulcro. 10Te cansaste de andar por tantos caminos, pero nunca desististe. Siempre hallaste nuevos bríos, y no te diste por vencida. RVC.
Quedaste hecho parte de la eternidad en el infierno, el reino de la muerte que fue el galardón del pecado-injusticia-, porque no conocías nada mas, victima de la mentira, del engaño maquinado, manipulado para evitarlo, la permanente estrategia del dios de este mundo, implementada sobre las criaturas que no cesan de intentar cubrir cuerpos creados en perfección, creyendo que hay que cubrir lo creado, para ocultar la muerte que hundió la perfección en el averno.
Hebreos 2: 14/15 14Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía[a] el poder sobre la muerte. 15Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte. NTV. 22pero como ya han sido liberados del pecado y hechos siervos de Dios, el provecho que obtienen es la santificación, cuya meta final es la vida eterna. 23Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6: 22/23 RVC.
Pero, el Poder de Dios, manifestado "en tierra", operando en el Orden Espiritual, que responde infaliblemente a los designios del Creador, decidió los siglos que les fueron otorgados a las criaturas para que " aún a tientas lo encontraran", sin resultado alguno, por lo que llegado el tiempo, el Tiempo de Dios, se dio por terminado el tiempo de los hombres esclavizados por satanás y fueron Consumados en la cruz y la tumba vaciá; se redimió la muerte y fue restaurada la vida.
Galatas 4: 4/7 4Pero cuando se cumplió el tiempo señalado, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer y sujeto a la ley, 5para que redimiera a los que estaban sujetos a la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. 6Y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!» 7Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, también eres heredero de Dios por medio de Cristo. RVC. 19Porque por medio de la ley yo he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo he sido crucificado, 20y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí. Gálatas 2: 19/20 DHH.