!! Merecen !!, ...
Romanos 1: 32 32Dios ya lo ha dicho, y ellos lo saben, que quienes hacen esto merecen la muerte. Y a pesar de eso, no sólo siguen haciéndolo, sino que felicitan a quienes también lo hacen. TLA. 12Tal vez digas: «Esto no lo sabíamos»; pero lo sabe el que pesa los corazones, lo sabe el que observa lo que haces, el que da a cada uno lo que merecen sus obras. Proverbios 24: 12 RVC.
… la muerte; el estilo en que "viven", desafía la Justicia de Dios; arrogantes, preñados de odio, ululan a los que los imitan, animándolos, motivándolos para que las hagan, se fascinan exhibiéndose, viendo como se exhibe la vulgar grosería, la cínica exposición de la perdición de la que se enorgullecen, hacen de la integridad y dignidad de la Creación, la burda mascarada, que insulta a las en verdad, poquísimos personas, que son mulo de la Persona de Cristo Jesús en su Estilo de Vida.
Salmo 62: 11/12 11Dios habló una vez, y yo lo escuché dos veces: Tuyo, Dios mío, es el poder; 12tuya, Señor, es la misericordia; tú das a cada uno lo que merecen sus obras. RVC. 2Aunque hagan un hueco y traten de bajar a lo más profundo de la tierra, hasta allí iré a buscarlos y los sacaré para darles su merecido; aunque pudieran subir al cielo intentando escapar, yo los haría descender para darles el castigo que se merecen. Amós 9: 2 NBV.
La humanidad que desciende en su totalidad de los primeros que se hicieron "fruto de la crisis del paraíso", cuenta con la tradición milenaria que la identifica debido a sus merecimientos; los merecimientos que son el trofeo a la naturaleza humana, caída, en la corrupción del pecado imperdonable que ignora al Creador y ocupa su lugar idolátricamente, erigiéndose en consumadores de injusticia-pecado-, que es la base y estructura de su manera de "vivir".
Romanos 1: 18/32 18Se ha hecho manifiesto que la ira de Dios se abate desde el cielo sobre la impiedad y la injusticia de quienes, actuando inicuamente, cierran el camino a la verdad. 19Porque lo que es posible conocer acerca de la divinidad, lo tienen ellos a su alcance, ya que Dios mismo se lo ha puesto ante los ojos. 20En efecto, partiendo de la creación del universo, la razón humana puede descubrir, a través de las cosas creadas, las perfecciones invisibles de Dios: su eterno poder y su divinidad. De ahí que no tengan disculpa, 21pues han conocido a Dios y, sin embargo, no le han tributado el honor que merecía, ni le han dado las gracias debidas.
Al contrario, se han dejado entontecer con vanos pensamientos y su necio corazón se ha llenado de oscuridad. 22Alardeando de sabios, se volvieron tan insensatos 23que llegaron a cambiar la grandeza del Dios que nunca muere por imágenes de personas mortales, y aun de pájaros, de cuadrúpedos y de reptiles. 24Por eso, Dios los ha dejado a merced de sus bajos instintos, degradándose y envileciéndose a sí mismos. 25Este es el fruto de haber preferido la mentira a la verdad de Dios, de haber adorado y dado culto a la criatura en vez de al Creador, que es digno de ser alabado por siempre. Amén.
26 Así que Dios los ha dejado a merced de pasiones vergonzosas. Sus mujeres invierten el uso natural del sexo y se entregan a prácticas antinaturales. 27 Y lo mismo los hombres: dejan las relaciones naturales con la mujer y se abrasan en deseos de los unos por los otros. Hombres con hombres cometen acciones infamantes, y en su propio cuerpo reciben el castigo que merece su extravío. 28 Y como no tienen interés en conocer a Dios, es Dios mismo quien los deja a merced de una mente pervertida que los empuja a hacer lo que no deben.
29 Rebosan injusticia, perversidad, codicia, maldad; son envidiosos, asesinos, pendencieros, embaucadores, malintencionados, chismosos, 30 calumniadores, impíos, ultrajadores, soberbios, fanfarrones, dañinos, rebeldes para con sus padres; 31 no tienen conciencia, ni palabra, ni corazón, ni piedad. 32 Conocen de sobra la sentencia de Dios que declara reos de muerte a quienes hacen tales cosas y, sin embargo, no sólo las hacen, sino que incluso aplauden el que otros las hagan. BLP.
Los merecimientos en que las personas, reciben la dignidad de personas, están en los Méritos de Cristo Jesús, nada en lo absoluto, proviene de ellos mas bien, los méritos en que la muerte reinó en sus existencias debido al pecado, fueron clavados en la cruz, el trofeo de la corrupción que infectó sus mentes-almas, e hizo de los cuerpos instrumento de perversion, de depravación, del envilecimiento que les merecía el infierno, fue declarado nulo, en la tumba que dejó vaciá el Creador Resucitado.
Efesios 2: 1/10 1Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible[a]—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. 3Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.
4Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) 6Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús. 7De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.
8Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. 9La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. 10Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. NTV.
4Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) 6Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús. 7De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.
8Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. 9La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. 10Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. NTV.