!! Lealtad !!, ...
Santiago 1: 5/8 5Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla. 6Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. 7Esas personas no deberían esperar nada del Señor; 8su lealtad está dividida entre Dios y el mundo, y son inestables en todo lo que hacen. NTV.
… el principio en que la devoción que es amor, es absoluta en lo personal, en lo único que es indiviso e indivisible; en cada individualidad que es "identificable siempre", aún en la inmensa multitud de los que parecen individuales, sin serlo, por lo que jamás serán confundidos, a pesar de que "otros" ostenten, por ejemplo, el mismo nombre, o sea "muy similar", muy aparente lo que semeja la personalidad, que solo es separable, por los fieles, los que comparten en cercana intimidad, el amor fiel y leal.
Isaias 59: 13/15 13Nos hemos rebelado, hemos sido desleales con el SEÑOR y le dimos la espalda a nuestro Dios. Hemos hablado de opresión y rebelión, planeamos engaños y desde nuestra mente los expresamos. 14Se rechazó la justicia y lo correcto se mantuvo lejos. La verdad tambalea en la plaza pública y la honestidad no puede entrar. 15La fidelidad no está presente y roban a todo aquel que se aparta de la maldad. PDT.
La intimidad es el excelso ámbito en que se "ejercita" la lealtad, pues en su incesante ejercicio, es revelada la integra individualidad de los participantes; el tesoro de la identidad que cautiva hasta el "enclaustramiento sagrado", lo que cada uno es, desarrollando como resultado la mutua admiración, que como palabra es insípida, pero que se explica en el amor, que es el "guardian del amado", que es hecho parte el uno, del otro, hasta que desaparecen, para venir a ser Uno solo.
1 de Juan 4: 7/10 7Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. 8El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 9Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. 10El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. DHH.
Romper el "claustro" en que está protegido el amor, es romper la lealtad, es alta traición a la intimidad que es parte integral del "ser" que es único, aunque parecen ser dos; es la forma de "suicidio" en que primero muere el infiel, el desleal y expone al "otro", a morir arrastrado por el peso de la muerte, que ante su presencia, causa la muerte de la intimidad en que el amor reinaba, causando la irremediable separación, en la cada uno experimenta su propia muerte.
Genesis 3: 1/7 1La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer: —¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín? 2 Y la mujer le contestó: —Podemos comer del fruto de cualquier árbol, 3 menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos. 4 Pero la serpiente le dijo a la mujer: —No es cierto. No morirán. 5 Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios. 6 La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió. DHH.
Rota la intimidad, ejerce la deslealtad su mortal ejercicio, la infidelidad da por muerto el amor, muerto el amor, la separación es consecuencia exacta, no importa la apariencia de "unidad", que lleve a concebir caines, en la apariencia de lo que es solo remedo de la armonía, de la comunión, de la absoluta identificación de propósito, que en cambio es la abierta guerra entre extraños maliciosos, que se odian y que por conveniencia, tratan de actuar como si estuvieran unidos.
Jeremias 2: 1/5 1Me habló nuevamente el Señor y dijo: 2Ve y grita lo siguiente en las calles de Jerusalén: El Señor dice: Yo recuerdo que hace tiempo anhelaban agradarme como joven enamorada, ¡cómo me amaban y me seguían hasta por estériles desiertos! 3En aquellos días Israel era un pueblo santo, el primogénito de mis hijos. A todos los que lo perjudicaban se les culpaba gravemente, y eran castigados con mucha rigidez. 4-5Oh habitantes de Israel, dice el Señor, aclárenme lo siguiente: ¿Por qué me abandonaron sus padres? ¿Qué hallaron torcido en mí que los apartó de la forma de vida que les mostré y los convirtió en necios adoradores de ídolos? NBV.