Todos, ...

Hebreos 2: 10/14 Dios hizo todo lo que existe para su propia honra y quería compartir su grandeza con muchos hijos. Así que era conveniente perfeccionar a Jesús por medio del sufrimiento, porque él es quien los lleva a la salvación. Tanto los que son purificados como Jesús, quien los purifica, tienen el mismo Padre. Por eso Jesús no se avergüenza de llamarlos sus hermanos cuando dice: «Hablaré de ti a mis hermanos. Cantaré tus alabanzas cuando ellos estén reunidos». También dice: «Pondré toda mi confianza en él». Y dice además: «Aquí estoy, y conmigo están los hijos que Dios me dio». Los hijos de una familia son gente de carne y hueso, por eso Jesús se hizo de carne y hueso igual que ellos. Sólo así pudo morir y con su muerte derrotar al diablo, quien tenía el poder de la muerte. PDT.

... semejantes, todos de la misma especie, todos parecidos, todos hombres, todos de una misma familia, todos hijos del mismo Padre, pero todos ciegos, todos se "ven a si mismos" únicos, en medio de la muchedumbre que esta puesta para servir a su ceguera material, animal, instintiva, imposibilitados para "ver" que en efecto son únicos son irrepetibles, son personales, son hijos, tienen vida y por lo tanto propósito, que los hace capaces de ser, por su "diferencia", instrumentos de amor del Padre, para la edificación del carácter de los demás hermanos. 

1 de Pedro 1: 16/20 Escrito está: «Sean santos, porque yo soy santo.» Si ustedes llaman «Padre» a aquel que al juzgar se fija en lo que se ha hecho, y no en quién lo hizo, vivan el resto de sus vidas en el temor de Dios. Ustedes saben que fueron rescatados de una vida sin sentido, la cual heredaron de sus padres; y que ese rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro y la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, sin mancha y sin contaminación, como la de un cordero, que ya había sido destinado desde antes de que Dios creara el mundo, pero que se manifestó en estos últimos tiempos por amor a ustedes. RVC.

Todos los hijos del mismo Padre, han de vivir en la Casa del Padre, hogar en el que sucede el milagro del Amor, que es la satisfacción Espiritual que sucede cuando lo que cada hijo "es", se realiza en la practica del diario vivir que es la forma como cada hijo obedece a la Voluntad de su Padre, cumpliendo con el propósito que El le dio como marco eterno de su vida. Es la locura para los ciegos que existen fuera de la casa, practicando la herencia de padres terrenales herederos a su vez de la vida sin sentido que les heredaron, los que no pueden entender que realizarce como "persona", es parte de la realización de otra persona.

Lucas 15: 11/16 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos. »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. Al mismo tiempo que se le acabó el dinero, hubo una gran hambruna en todo el país, y él comenzó a morirse de hambre. Convenció a un agricultor local de que lo contratara, y el hombre lo envió al campo para que diera de comer a sus cerdos. El joven llegó a tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada. NTV.

La casa Grande en que habita la familia de Dios restaurada en la Obra que Realizo Cristo Jesus, redimiendo en la cruz, a los que en su ceguera milenaria hicieron de sus "semejantes", papas, hermanos, esposos-as, hijos, parientes, amigos, y demás similares, la banca en se pararon para alcanzar las algarrobas que les ofrecían extraños; parados sobre las caras de los que legítimamente debían ser, no el medio para alimentar su sórdido egoísmo, sino el motivo de su existir. 

Esa casa en que reina el Amor, la Vida y el gozo eterno de la realización personal, esta abierta para que en la resurrección de Cristo Jesus, vuelvan a la vida, vuelvan a su legítimo Padre y a sus legítimos hermanos; en esa Casa que es la Iglesia, aguarda el Padre que mantiene sus sagrados ojos puestos en el horizonte que separa la Casa Grande de la gigantesca casa artesonada de mentira , de traición, de crimen, de usura, de destrucción infernal de los cuerpecitos y de las almas-mentes de los niños, de compraventa de placeres diabólicos, mientras cuidan cerdos, en cambio de cuidar personas.

Lucas 15: 17/24 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”. »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”. »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta. NTV.

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