No hay, ...

Juan 14: 4/6 Y ustedes saben a dónde voy, y saben el camino.» Tomás le dijo: «Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. RVC.

... final para los que "están en la carrera siguiendo a Cristo Jesús"; los que así corren avanzan con los ojos puestos en Cristo Jesús, El es la guía y dirección en el camino que ha sido propuesto como carrera, siendo El mismo ese sendero con todos los componentes que le dan forma al estilo Particular y Único de Vivir enmarcados en su Amor que es manifestado no por la meta-final-, sino por todos, por cada uno de los que se han unido como uno solo para seguirlo.

Hebreos 12: 1/3 Por eso, también nosotros, que estamos rodeados de tantos testigos, dejemos a un lado lo que nos estorba, en especial el pecado que nos molesta, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y no le dio importancia a la vergüenza que eso significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Por eso, piensen en el ejemplo que él nos dejó, pues siguió adelante a pesar de tanta oposición por parte de los pecadores. Por tanto, no se cansen ni pierdan el ánimo,NBD.

¿Cómo se puede seguir a alguien que no se ve? Tomas, "había seguido a Cristo Jesús, porque lo veía y ahora El afirmaba que se ira, que ya no "estaría a la vista", entonces Tomas se hace parábola para la gente que solo cree en lo que ve, se trata de la fe que es puesta en los cuerpos que son físicos y en los atributos que los hacen creíbles, la gente que solo creen en los edificios que son físicos edificados por gente que se ve que tiene cuerpo.

Juan 20: 24/29 Tomás no estaba con ellos cuando vino Jesús. Él era uno de los doce seguidores, al que llamaban el Gemelo. Los otros seguidores le dijeron: —¡Vimos al Señor! Pero él les dijo: —No creeré a menos que vea la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en el lugar de los clavos y mi mano en su costado. Una semana después, los seguidores estaban otra vez en la casa. Esta vez Tomás estaba con ellos. Aunque las puertas estaban con llave, Jesús entró y se puso en medio de ellos y dijo: —La paz sea con ustedes. Después le dijo a Tomás: —Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Extiende tu mano y métela en este lado de mi cuerpo. Ya deja de dudar y cree. Tomás le contestó: —¡Mi Señor y mi Dios! Jesús le dijo: —¿Tú creíste porque me viste? Afortunados los que creen sin haber visto. PDT.

"El cuerpo sin espíritu esta muerto"; si no hay cuerpo espiritual, no hay "ojos espirituales"; He aquí la superoperativa y altamente eficiente forma de funcionar del sistema religioso, que se mueve basado en la ceguera espiritual de los seres humanos que por millones le dan forma física a cada uno de los grupos y de las confesiones en que esta dividido; es el sistema que le traza a sus seguidores el "camino para llegar a sus edificios" los que han sido edificados bien altos, por si falla el sistema ocular de sus cuerpos.

Mateo 15: 13/14 Jesús respondió: —Mi Padre tratará a los fariseos como trata el jardinero a las plantas que no ha sembrado: las arranca de raíz y las echa fuera. No hagan caso de los fariseos: son como el ciego que guía a otro ciego, y si un ciego guía a otro, los dos terminan cayéndose en una zanja. TLA.

La presencia encarnada de Dios en su Hijo Unigénito Cristo Jesús, respondió a la ceguera de los que murieron espiritualmente durante la crisis del Paraíso, los que por esta razón "perdieron de vista" a su Creador y Dios y Padre; Dios resolvió la incapacidad de sus criaturas para verlo, tomando forma de hombre por completo; nació, creció y vivió en medio de los hombres, fue conocido porque fue "visto" por los hombres y gracias a su Obra de Amor, restauró la vida, que por el Poder del Espíritu Santo, obra Espiritualmente con ojos espirituales.  

Juan 9: 35/39 Cuando Jesús supo lo que había pasado, encontró al hombre y le preguntó: —¿Crees en el Hijo del Hombre? —¿Quién es, señor? —contestó el hombre—. Quiero creer en él. —Ya lo has visto —le dijo Jesús—, ¡y está hablando contigo! —¡Sí, Señor, creo! —dijo el hombre. Y adoró a Jesús. Entonces Jesús le dijo: —Yo entré en este mundo para hacer juicio, para dar vista a los ciegos y para demostrarles a los que creen que ven, que, en realidad, son ciegos. NTV.

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