Eras de, ...
Hechos 8: 38/39 Entonces el funcionario ordenó que detuvieran el carruaje, y ambos, Felipe y el funcionario, entraron al agua y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe. El funcionario ya no lo volvió a ver y siguió muy feliz su camino. PDT.
... propiedad del amo que te compró, que te esclavizó, con dinero compro tu "existencia", aquella forma perecedera de movimiento, que le permite al dueño, disponer del tiempo desde que naces hasta que "mueres", porque cuando mueres, se extingue su dominio sobre todo lo que eras y podías hacer, el señor que te compró no sabia y tu tampoco que nacer y morir aquí en la tierra, es una gota de agua vertida en el océano.
Tito 3: 3 En otro tiempo, también nosotros éramos insensatos y desobedientes; con facilidad nos descarriábamos y vivíamos esclavos de los placeres y de los deseos pecaminosos. Estábamos llenos de rencor y envidia. Odiábamos a los demás y ellos nos odiaban a nosotros. NBD.
La felicidad del esclavo eunuco, que quizás fingía amar a la reina Candace, para lograr hipócritamente ganarse su favor, porque en su interior tal vez estaba lleno de rencor y envidia, odiaba a los demás y los demás lo odiaban a él, se explica en la madurez del hombre que conoce por primera vez el amor real, el amor genuino, su felicidad es la exteriorización de su gratitud es acción de gracias, que es fruto de la nueva vida que acaba de empezar.
1 de Corintios 7: 22/25 Porque si alguien es esclavo y cree en el Señor Jesús, él le dará la libertad. Del mismo modo, el que era libre se convierte en esclavo del Señor. Cuando Dios nos hizo libres por medio de la muerte de Cristo, pagó un precio muy alto. Por eso, no debemos hacernos esclavos de nadie. Ante Dios, cada uno debe quedarse como estaba cuando creyó en Cristo. TLA.
El nuevo hijo de Dios, fruto del conocimiento del Evangelio que le predicó Felipe, no cambio de rumbo para seguir un camino "nuevo" que erróneamente le diera la condición de hijo de Dios; "y siguió muy feliz su camino", para cumplir en el lugar y con la gente que formaba parte de su vida cotidiana, el testimonio de su nueva condición de hombre libre, cumpliendo con el propósito de Dios, de ser testimonio de vida, de vida que trasciende la muerte física.
1 de Corintios 7: 20/21 Cada uno debe seguir igual que como estaba cuando Dios lo llamó. Si eras esclavo cuando Dios te llamó, no te preocupes, pero si puedes conseguir la libertad, búscala. PDT.
Los hijos de Dios, que han sido hechos parte de la familia de Dios, y que deben seguir como cuando Dios no los había llamado, caso del eunuco etíope, recibiran la guía y oportunidad de su Padre Celestial, para "conseguir la Libertad" y aún para encontrar formas de cambio, cuando la dignidad de hijos, la dignidad de esclavos comprados a precio tan alto como la Sangre de Cristo, esté en peligro, porque ahora eres de propiedad de Dios, tu Señor y Salvador.
Galatas 4: 6/7 Ustedes son hijos de Dios; y por lo tanto, él puso el Espíritu de su Hijo en nosotros, y ese Espíritu grita: «¡Querido padre!» Entonces ya no eres esclavo sino hijo, y por ser hijo, Dios te ha hecho su heredero. PDT. Esclavos, obedezcan a sus amos aquí en la tierra. Obedezcan con mucho respeto y sinceridad como si estuvieran obedeciendo a Cristo. Ustedes amos, traten bien a sus esclavos y no los amenacen, pues recuerden que su amo y el de ellos está en el cielo y él trata a todos por igual. Efesios 6:5, 9 PDT.
... propiedad del amo que te compró, que te esclavizó, con dinero compro tu "existencia", aquella forma perecedera de movimiento, que le permite al dueño, disponer del tiempo desde que naces hasta que "mueres", porque cuando mueres, se extingue su dominio sobre todo lo que eras y podías hacer, el señor que te compró no sabia y tu tampoco que nacer y morir aquí en la tierra, es una gota de agua vertida en el océano.
Tito 3: 3 En otro tiempo, también nosotros éramos insensatos y desobedientes; con facilidad nos descarriábamos y vivíamos esclavos de los placeres y de los deseos pecaminosos. Estábamos llenos de rencor y envidia. Odiábamos a los demás y ellos nos odiaban a nosotros. NBD.
La felicidad del esclavo eunuco, que quizás fingía amar a la reina Candace, para lograr hipócritamente ganarse su favor, porque en su interior tal vez estaba lleno de rencor y envidia, odiaba a los demás y los demás lo odiaban a él, se explica en la madurez del hombre que conoce por primera vez el amor real, el amor genuino, su felicidad es la exteriorización de su gratitud es acción de gracias, que es fruto de la nueva vida que acaba de empezar.
1 de Corintios 7: 22/25 Porque si alguien es esclavo y cree en el Señor Jesús, él le dará la libertad. Del mismo modo, el que era libre se convierte en esclavo del Señor. Cuando Dios nos hizo libres por medio de la muerte de Cristo, pagó un precio muy alto. Por eso, no debemos hacernos esclavos de nadie. Ante Dios, cada uno debe quedarse como estaba cuando creyó en Cristo. TLA.
El nuevo hijo de Dios, fruto del conocimiento del Evangelio que le predicó Felipe, no cambio de rumbo para seguir un camino "nuevo" que erróneamente le diera la condición de hijo de Dios; "y siguió muy feliz su camino", para cumplir en el lugar y con la gente que formaba parte de su vida cotidiana, el testimonio de su nueva condición de hombre libre, cumpliendo con el propósito de Dios, de ser testimonio de vida, de vida que trasciende la muerte física.
1 de Corintios 7: 20/21 Cada uno debe seguir igual que como estaba cuando Dios lo llamó. Si eras esclavo cuando Dios te llamó, no te preocupes, pero si puedes conseguir la libertad, búscala. PDT.
Los hijos de Dios, que han sido hechos parte de la familia de Dios, y que deben seguir como cuando Dios no los había llamado, caso del eunuco etíope, recibiran la guía y oportunidad de su Padre Celestial, para "conseguir la Libertad" y aún para encontrar formas de cambio, cuando la dignidad de hijos, la dignidad de esclavos comprados a precio tan alto como la Sangre de Cristo, esté en peligro, porque ahora eres de propiedad de Dios, tu Señor y Salvador.
Galatas 4: 6/7 Ustedes son hijos de Dios; y por lo tanto, él puso el Espíritu de su Hijo en nosotros, y ese Espíritu grita: «¡Querido padre!» Entonces ya no eres esclavo sino hijo, y por ser hijo, Dios te ha hecho su heredero. PDT. Esclavos, obedezcan a sus amos aquí en la tierra. Obedezcan con mucho respeto y sinceridad como si estuvieran obedeciendo a Cristo. Ustedes amos, traten bien a sus esclavos y no los amenacen, pues recuerden que su amo y el de ellos está en el cielo y él trata a todos por igual. Efesios 6:5, 9 PDT.